“Un brochazo de oro”. Así define Flavio Mendoza el desembarco de “Stravaganza, 10 años” a Mar del Plata. El mega espectáculo que combina circo, acrobacia, humor y baile llegará a esta ciudad el 18 y 19 de febrero, a la plaza seca del Paseo Aldrey (Sarmiento y Alberti).

“Es un brochazo de oro a toda esta gira que hicimos por todo el país”, indicó el creador de este show, con el que celebra su década de vida y éxito. Recientemente, Stravaganza pasó por Pinamar y en mayo se lanzará a una plaza internacional: llegará a Canadá. Y en medio de Mar del Pata y Canadá, el espectáculo se despedirá a lo grande desde el Luna Park.

“Estamos ansiosos, nerviosos, con miedo, con montones de cosas, pero es lo lindo de la adrenalina de vivir este este tipo de sueños”, entiende Mendoza en una entrevista con LA CAPITAL.

Mendoza, coréografo y vinculado a la vida circense desde la infancia, traza un balance más que positivo al pensar en los diez años de su show, que hace varios veranos se lo vio en el Polideportivo local. “Yo siempre fui un atrevido”, entiende y recuerda su gusto por abrir y vincular zonas del espectáculo que no estaban entrelazas.

“Me enorgullece lo que hicimos, fuimos un semillero y digo fuimos porque no puedo hablar de mí solo, siempre hubo mucha gente alrededor que me ayudó en todas mis locuras, todos me ayudaron con esto y por algo también creo que hoy logramos este contrato internacional”, en relación a las funciones que, desde mayo, realizará en Canadá.

“‘Stravaganza’ tiene algo muy especial, no digo que los demás no lo tengan los demás espectáculos, no quiero entrar en esa cosa de decir quién es mejor o peor, pero sí sé que Stravaganza es diferente, es algo único, nunca hubo algo así”.

Además, recordó que su entrega a la producción fue total, a tal punto que arrancó el boceto de este mega show con su propio departamento endeudado para poder costear los montos que exigía poner en marcha “Stravaganza”.

“En el teatro siempre prevalece ganar dinero, después se piensa en qué es lo que se hace. Yo lo hice todo al revés, endeudé mi departamento, que en ese momento era lo único que tenía, para poder hacer el espectáculo. Eso también tiene que ver con un sello, con decir ‘acá este tipo dio todo'”.

En este trayecto de los diez años, dice que Argentina y el público supieron valorar esa entrega y ese compromiso absoluto. “Lo agradezco, yo puedo decir que soy profeta en mi tierra”.

Consultado sobre los gustos de los nuevos espectadores, Mendoza entendió que “el teatro no es que mutó, la gente cambió”. En ese sentido, dijo que los espectáculos teatrales están obligados a transformarse con el fin de que “la gente lo siga eligiendo”.

“Hay una nueva generación que no lo elige. Yo siempre digo que la mejor publicidad es el boca a boca de la primera función, cuando les gusta o no. Hay chicos que muchas veces me dicen que es la primera vez que van a un circo”, indicó sobre los comentarios que recibe de parte de espectadores y espectadoras que salen de ver su “Stravaganza”.