Hasta la reciente confirmación de Gabriel Deck (todavía no debutó en Oklahoma City Thunder), habían sido 14 los basquetbolistas argentinos en la NBA. No era algo cotidiano, pero de alguna forma, el país se había acostumbrado a tener presencia en la máxima liga del mundo.

Pero la elección de la bonaerense Florencia Chagas en el draft de la WNBA causó un impacto fenomenal, al transformarse en la primera argentina en desembarcar en la mejor competencia profesional de básquetbol femenino del planeta.

La escolta de 19 años y 1,78 metros, integrante del seleccionado argentino fue elegida por la franquicia Indiana Fever en el puesto 31 (séptimo de la tercera ronda).

Actualmente en las filas de USE Basket de Empoli, en la Lega italiana (aunque su pase pertenece a Familia Schio), no cabe en sí de su alegría. Con la humildad y el agradecimiento de las grandes personas, palpitó el momento en que fue elegida en el draft del jueves por la noche en un vivo con su familia y el periodista bahiense Emanuel Niel, uno de los mayores difusores del básquet fememino en el país.

Chagas fue, durante su etapa formativa, una asidua concurrente a los prestigiosos campus del entrenador Oscar Sánchez, por donde pasaron, también otros pequeños prodigios que luego llegaron a la NBA: Patricio Garino y un tal Emanuel Ginóbili.

El “Huevo” la conoce muy bien. Siguió de cerca su evolución técnica y física y la definió con maestría en una de sus habituales columnas en redes sociales.

“Esto no me sorprende en absoluto. Arrancó con nuestros campus en Rosario, luego vino varias veces a Mar del Plata y también la tuvimos en San Fernando. Siempre respirando básquet en todas las estaciones. Esa fiebre se la contagió su padre, Oscar, el uruguayo: heredó genética, mentalidad, pasión y fuego… Pero ella tiene más talento. Posee una gran lectura y entendimiento del juego y evolucionó una enormidad su lanzamiento tras dribbling”, señaló el entrenador.

Y completó: “Respetó cada escalón evolutivo. Empezó de abajo, trabajó, brilló en seleccionados juveniles, y emigró a Europa, y apenas tiene 19 años. La recuerdo de niña, en mini, con una personalidad y potencia inusuales que le permitían jugar con varones y destacarse entre ellos. Tiene actitud, talento y poder ofensivo. Un cóctel fantástico de atributos”.

Florencia Chagas con Mariano Sánchez, hijo del “Huevo”.

Desde su departamento en Italia, y en entrevista concedida al departamento de prensa de la Confederación Argentina de Básquetbol (CABB), reconoció que todo esto que le está sucediendo “es una locura. El teléfono me explota. Me felicitaron desde Bizarrap hasta Pedro Alfonso, pasando por Justin Holiday, el jugador de los Pacers, ni hablar de Facu (Campazzo). Apenas dormité una hora. Aún no caigo, no lo puedo creer. Tengo tantas cosas en la cabeza…”, aseguró, para enseguida graficar: “Creo que me voy a desmayar cuando entre a un estadio de WNBA. Todavía no caigo, cuando me pongo a pensar, no lo puedo creer. No puedo estar más feliz, estoy soñando con los ojos abiertos”, consideró.

La temporada en la WNBA comenzará el 15 de mayo próximo y no se superpone con las ligas europeas. Sin embargo, Chagas aún no sabe cuándo se incorporará a Indiana Fever.

“Que me digan que soy la joya del básquet femenino argentino es algo que me despierta gratitud y me llena de orgullo. No me genera nada negativo, lo tomo con un lindo mimo de esta hermosa profesión. Y quiere decir que todo lo que tengo no llegó por arte de magia sino por mi esfuerzo diario”, finalizó.