Arte y Espectáculos

Florencia Nápoli: “Lo que más hago es escribir, componer, ensayar canciones nuevas y grabar”

Por no poder regresar a Buenos Aires, la cantante argentina pasa sus días confinada en el barco, junto a otros compañeros en la misma situación, entre la incertidumbre y la capacidad de aprovechar el tiempo creativamente. “Lidio con la incertidumbre y soledad” reconoció en una charla con LA CAPITAL.

Florencia Napoli terminó una gira junto al cantante Axel el año pasado, lanzó su carrera como solista en enero, presentó el video clip de su canción Alas y, para sumar experiencias nuevas, comenzó a trabajar en la banda de rock de un crucero que hacía la ruta Miami-Cuba. En eso estaba cuando el impacto del Covid-19 sorprendió y cambió la vida de muchísimas personas en todo el mundo.

Napoli, junto a otros empleados, quedó confinada en el crucero al no poder regresar a Buenos Aires, tras el cierre de fronteras en varios países.

Desde hace casi dos meses pasa sus días entre la incertidumbre de no saber cuándo podrá regresar a reencontrarse con su familia y aprovechando el tiempo de forma creativa, inspirándose, componiendo,  preparando material que, a futuro, pueda cobrar la forma de un disco, su primer disco.

La cantante dio a conocer su primer single mientras ya estaba trabajando en el crucero. Luego de meses de estar embarcada, la situación mundial relacionada al COVID, la encuentra confinada en la embarcación, en la que ya no quedan pasajeros a bordo, junto a otros tripulantes que  no han podido regresar a sus hogares debido a que las fronteras de sus países se encuentran cerradas.

La cantante también formó parte de la banda musical “Mammon” con Jey Mammon y compartió escenario con Lali y Soledad Pastorutti en los Premios Gardel.

“Acá está puesto mi corazón entero, mi alma a flor de piel y mi trabajo más profundo y delicado”, confesó la artista desde su camarote, en una charla con LA CAPITAL, sobre su tema Alas.

– ¿Cómo es tu situación actualmente en el crucero? ¿Tienen recursos, están provistos?

–  Antes que nada, gracias por el espacio para compartir un pedacito de mi historia y contar cómo estoy viviendo esta situación que nos está atravesando a todos.

Hace unos días me cambiaron a una cabina de pasajeros. Renovar un poco el “aire”, más que nada la vista de lo que me rodea, me ayuda muchísimo. Tenemos todos los recursos que necesitamos de agua y comida. Hasta podemos todavía usar el gimnasio y caminar en los espacios comunes, con bastantes restricciones y medidas preventivas de distancia e higiene, por supuesto, pero al menos podemos transitar el barco libremente,  siempre y cuando nadie contraiga el virus. En ese caso nos pondrían a todos en nuestras cabinas sin poder salir a hacer una cuarentena más estricta.

– ¿Qué perspectivas tienen mientras siga la cuarentena y muchas fronteras cerradas?

– Sinceramente no tengo mucha opción más que esperar que esto pase y se vaya clarificando el estado de la situación y me puedan enviar a casa.

No hay mucha información acerca del “cuándo” y del “cómo” va a ser ese regreso. Sólo que van a intentar mandarnos a nuestros respectivos países lo antes que puedan pero únicamente en vuelos charter, ya que no tienen permitido enviar tripulación en vuelos comerciales por decisiones del gobierno de EEUU.

Aparentemente esto va a ser largo porque tienen que darse muchísimas cosas al mismo tiempo para que pueda encontrar un vuelo. Tendría que tener espacio en un vuelo, lo que cual no parece ser muy fácil, generalmente se sabe con muy poquita anticipación. Nosotros navegamos entre 8/10 días entre cuba y Miami y luego paramos en el puerto usualmente no más de un día.

– ¿Cómo pasan los días, imagino muy distintos a lo habitual, en el crucero?

– Sí, por un lado mi vida acá ya se había transformado en una especie de rareza habitual. Pero desde que no suben más  pasajeros al barco y mis compañeros de trabajo, mis jefes y la mayoría de mis amigos se fueron, esa rutina cambió mucho.

Ahora tengo muchísimo tiempo libre y lidio con la incertidumbre y soledad  como todos. Lo que es más fuerte para mí es recorrer los mismos lugares que antes estaban llenos de vida, de voces, de pasajeros, de amigos… ahora están vacíos.

Nunca me hubiera podido imaginar que al final del contrato todos iban a irse, o la mayoría, y yo iba a quedarme… me costó un poco asimilar esa realidad, fue difícil sobre todo al principio.

Así que intento mantenerme ocupada y generando nuevas rutinas y lazos para sobrellevarlo. De hecho fuimos formando una especie de mini familia con amigos latinos en situaciones similares, con los que nos apoyamos y sostenemos.

– ¿Estás pudiendo crear, ensayar, planificar?

– Lo que más hago durante el día es escribir, componer, ensayar canciones nuevas y grabar. Tengo algunas canciones con las que ya mi productor está trabajando y que tenía pensado lanzar en mayo al volver a Buenos Aires, pero ahora eso va a tener que esperar un poco. Así que aprovecho este tiempo y espacio para dejar fluir lo que surge a partir de la experiencia y crear otras nuevas.  Generar espacios propios que me nutran o bailar, ir al gimnasio o pasar un tiempo con mis amigos músicos latinos, compartiendo nuestros distintos gustos por la música. Hacemos rondas musicales a la noche donde cada uno pone una canción y los demás la escuchamos.  Hago todo eso que me nace para estar lo más presente en el ahora que puedo y no hacerme la cabeza con el hecho de no poder volver y de no saber cuándo ni cómo va a ser.

– ¿Cómo se te había dado la posibilidad de trabajar allí y cuál es tu función?

– Yo soy la cantante de la Rockband del casino. La posibilidad surgió a partir de una búsqueda de una experiencia distinta. Yo tenía muchas ganas de viajar, de conocer otros lugares, gente, culturas, y a la vez quería evolucionar profesionalmente con la música. Entonces decidí que quería hacerlo, me postulé y lo hice.

Para mí fue un gran entrenamiento a nivel vocal y profesional y crecí y me enriquecí muchísimo.

– ¿Cómo fue la realización del video clip a bordo del crucero? ¿Con qué ayudas contaste?

– El video lo realicé en Buenos Aires antes de viajar a Miami en septiembre, para ensayar con la banda con la que me embarcaría. Grabé la música y el video y mientras empecé a trabajar acá, junto con mis productores, ellos desde Buenos Aires y yo desde Miami seguimos trabajando para poder lanzar mi primer single “Alas” en el mes de diciembre del 2019.

 – ¿El tema podría ser parte de un disco?

–  Me encantaría, y es por eso que estoy trabajando en otras canciones. Ahora los tiempos parecen ser otros y habrá que adaptarse a ellos, pero la planificación y las ganas siguen estando. Quizás tarde un poquito más pero las lanzaré en cuanto se pueda. Hoy con todo esto que sucede creo yo que las certezas de tiempo no existen…

– ¿Donde vivías antes de embarcarte? ¿Cómo es el contacto con tu familia?

– Yo vivía en Buenos Aires en el barrio de colegiales. Vengo de una familia numerosa. Mis padres viven en Capilla del Señor y mis hermanos en distintos barrios, algunos más cerquita que otros pero siempre nos ingeniábamos para vernos cada una o dos semanas. A veces todos, a veces algunos. Todos ellos con sus respectivos hijos, así que siempre rodeada de sobrinos. Somos muy unidos y hoy seguimos siéndolo de manera virtual, con las herramientas que se tiene. Hablamos todos los días para acompañarnos y sentirnos más cerca.

 

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