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La Ciudad 27 de febrero de 2022

Fotos, gestos y movimientos internos mientras baja el telón de la temporada

El ravertismo se mostró con el Presidente en la antesala de la puja en el PJ y cuando La Cámpora discute con la Rosada los términos del acuerdo con el FMI. Montenegro fue al acto de Manes y también disparó diversas lecturas. Transporte y Zona Roja, otras discusiones.

El presidente Alberto Fernández con dirigentes del Frente de Todos local tras el acto en Santa Clara.

Por Ramiro Melucci

La temporada sumó en su recta final un par de imágenes con repercusión interna. Una en el Frente de Todos: la que mostró a concejales y referentes de Fernanda Raverta junto al presidente Alberto Fernández en Santa Clara. Y otra en Juntos: la del abrazo entre el intendente Guillermo Montenegro y Facundo Manes en Once Unidos. Llegaron en un momento de movimientos y fricciones en las grandes coaliciones y mientras el gobierno municipal empieza a jugarse en el Concejo Deliberante las primeras apuestas del segundo tramo de la gestión.

El frente que gobierna la Provincia y la Nación viene convulsionado desde la derrota en las PASO, las renuncias masivas que no se concretaron y la crítica epistolar de Cristina Kirchner. El inicio de 2022 llegó con más tensión por el principio de acuerdo con el FMI, que derivó en la renuncia del jefe de La Cámpora, Máximo Kirchner, a la presidencia del bloque de diputados.

En un esfuerzo por no dejar más expuestas las múltiples divergencias que agobian al elenco oficial, vinculadas a la magnitud del ajuste que deberá hacer el país, desde entonces proliferaron las muestras de unidad. El cierre de listas sin competencia interna para las elecciones del PJ en buena parte de los distritos bonaerenses es una muestra. En efecto, la mayoría de las disputas distritales no reflejará un enfrentamiento entre kirchneristas y albertistas.

En Mar del Plata la unidad fue imposible y habrá dos listas: la de Raverta, que encabeza el lucifuercista Eduardo Cóppola y reporta al liderazgo de Máximo Kirchner, y la del director del Correo Argentino, Rodolfo Manino Iriart, que promueve la reelección de Juan Manuel Rapacioli y busca edificar una alternativa peronista de cara a las PASO de 2023. En este de contexto de efervescencia interna hay que ubicar la foto del senador Pablo Obeid y los concejales del Frente de Todos con el primer mandatario tras el acto de inauguración del nuevo polideportivo de Santa Clara.

Ahora, el kirchnerismo local espera a Axel Kicillof (vendría el martes para reunirse con sectores productivos y turísticos) mientras cavila otra decisión. Debe elegir al reemplazante de Ariel Ciano, nuevo director de Desarrollo Turístico y Cultural de Aerolíneas Argentinas, en el bloque del Concejo. Corresponde que el lugar lo ocupe Verónica Lagos, pero la ex concejal podría pedir licencia en el cuerpo y continuar como jefa de la Anses de avenida Luro. 

Es cierto que la presidenta del Concejo, Marina Sánchez Herrero, pidió formalizar el reemplazo y el FdT entregó el nombre de Lagos, pero se trata de una decisión provisoria: la final se está discutiendo puertas adentro. En caso de que no asuma Lagos, lo haría Matías Maciel, del Partido del Trabajo y del Pueblo. Por lo pronto, Ciano, del Frente Renovador, ganaría con el cargo nacional autonomía y notoriedad, lo que venía buscando desde hacía tiempo.

El también massista Jorge D’Onofrio, ministro de Transporte bonaerense, fue uno de los que lo felicitó en las redes. Sucedió poco antes de dar un anuncio trascedente: la implementación del boleto universitario en Mar del Plata. Aunque aún no tiene fecha de implementación, implica un alivio para el Frente de Todos vernáculo en medio de la discusión por la disparidad de subsidios, en la que evita inmiscuirse. La bancada cuestiona con rudeza cada aumento de boleto, pero sin asociarlo a la distribución de fondos nacionales y provinciales. Al punto de que todavía no ha salido del Concejo ninguna posición conjunta vinculada a la flagrante discriminación.

Montenegro sí ha insistido en el reclamo de subsidios. Usufructuó la visita de D’Onofrio para plantearle el asunto nuevamente. Como si decirlo una semana tras otra lo ayudase a equilibrar los costos: tarde o temprano terminará impulsando o decretado otro aumento de boleto. Sobre todo después de que los transportistas solicitaran un incremento del 53,5%.

 

El kirchnerismo local espera ahora a Axel Kicillof, que vendría el martes para reunirse con sectores productivos y turísticos, mientras cavila una decisión sobre el reemplazo de Ciano en el Concejo.  

 

Las preocupaciones de gestión se van combinando con gestos políticos impulsados por la vidriera que significa Mar del Plata en temporada. Juntos también discute internamente cómo poner a punto el auto para llegar primero en 2023 y dos pilotos empiezan a ofrecerse para conducirlo: Manes y Horacio Rodríguez Larreta. Montenegro estará en el equipo del jefe de gobierno porteño, pero esa certidumbre no le impidió mostrarse a los abrazos con el otro corredor, lo que disparó diversas lecturas en el PRO: se habló de un mensaje para Diego Santilli.

En su entorno calman las ansiedades. “El intendente no dejará de ir adonde lo inviten”, aclaran, y destacan que ese tipo de gestos no hace más que reflejar el esquema de gestión compartido con Maxi Abad y los otros socios de Juntos en Mar del Plata, al que consideran una fórmula de exportación para futuros gobiernos nacionales o provinciales de la coalición.

De momento, la administración enfrenta dilemas menos existenciales. En una semana generó y sepultó la posibilidad de empezar a cobrar una tasa por los decks. El globo de ensayo lo infló el secretario de Gobierno, Santiago Bonifatti, y lo pincharon la presidenta del bloque de la Coalición Cívica, Angélica González, y el montenegrista Fernando Muro. “No corresponde. Hay que seguir incentivando al sector”, coincidieron. Sin los votos propios no hay ninguna chance de plantearle nada a la oposición, al menos en ese punto. Una nueva reglamentación de los decks para emprolijar el espacio público, en cambio, es reclamada por todo el arco político.

El Concejo espera el mensaje de Montenegro en la inauguración de sesiones ordinarias del miércoles sin dejar de pensar en la discusión del presupuesto 2022, que entra en su sprint final en la Comisión de Hacienda. Ese debate va pintando un panorama sobre otros. El secretario de Seguridad, Horacio García, volvió a comprobar ante los concejales que no será sencilla la sanción del proyecto que prevé multas o arrestos para quienes se prostituyan en zonas no permitidas, que procura sacar la Zona Roja de los barrios residenciales.

La oposición lo cuestiona porque no lo considera un “proyecto integral”, pero el subsecretario de Planificación y Control, Martín Ferlauto, reconoció sin pruritos que esa no es una característica que el municipio haya buscado. “Apunta a resolver el conflicto vecinal, no el narcomenudeo ni la violencia contra el colectivo trans”, dijo. Y aclaró que en paralelo deben impulsarse acciones para abordar esas otras problemáticas.

Por el Concejo también pasó en los últimos días el presidente de OSSE, Carlos Katz, con un proyecto para llevar al sur agua del norte mediante interconexiones y un aprendizaje: el de decir sin vueltas el aumento tarifario. El año pasado, el radical había tenido que ir a tres reuniones de comisión porque no quedaba claro el porcentaje de incremento. “Esta vez no hay inventos: es del 48%”, lanzó. El que quiera acompañarlo lo acompañará y el que no votará en contra, pero la cifra es una sola.



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