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El Mundo 28 de enero de 2024

Francisco: “Las adicciones, las modas y el miedo son cadenas que sofocan la libertad”

El papa enfatizó que "con el diablo nunca se negocia", aunque "dejamos a menudo que sus cadenas nos atenacen hasta que nos hacen demasiado daño".

Francisco posa para un selfie con fieles durante una Audiencia con los Confirmandos de la Archidiócesis de Bari-Bitonto en el Aula Pablo VI, Ciudad del Vaticano. Foto: EFE | EPA | Riccardo Antimiani.

CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco advirtió contra las “cadenas” que “sofocan” la libertad de la humanidad y mencionó las adicciones, las modas, el miedo, la intolerancia y la idolatría del poder, entre otras, durante el rezo dominical del Ángelus en el Vaticano.

“Debemos cuidarnos de las ‘cadenas’ que sofocan nuestra libertad”, como “las adicciones, que nos hacen esclavos, siempre insatisfechos, y devoran energía, bienes y afectos” y “las modas dominantes, que nos empujan al perfeccionismo imposible, al consumismo y al hedonismo, que mercantilizan a las personas y desvirtúan sus relaciones”, dijo ante los miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro para escucharle.

También están “las tentaciones y los condicionamientos que socavan la autoestima, la serenidad y la capacidad de elegir y amar la vida; está el miedo, que hace mirar al futuro con pesimismo, y la intolerancia, que siempre echa la culpa a los demás”, explicó.

“Y está la idolatría del poder, que genera conflictos y recurre a las armas que matan o se sirve de la injusticia económica y de la manipulación del pensamiento”, agregó el pontífice.

Francisco enfatizó que “con el diablo nunca se negocia”, aunque “dejamos a menudo que sus cadenas nos atenacen hasta que nos hacen demasiado daño, pero entonces es más difícil liberarnos de ellas” y entonces la única solución es “invocar a Jesús”.

“Preguntémonos entonces: ¿quiero realmente liberarme de esas cadenas que aprisionan mi corazón? Y también, ¿sé decir que ‘no’ a las tentaciones del mal, antes de que se apoderen de mi alma? Por último, ¿invoco a Jesús, le permito que actúe en mí, que me sane por dentro?”, concluyó el papa.

EFE.