El interbloque oficialista del Concejo Deliberante, con el respaldo de La Libertad Avanza, evitó ayer en la Comisión de Industria el avance de dos reclamos al Gobierno nacional, uno vinculado a la industria pesquera y otro a la naval.

Los concejales del PRO, la Coalición Cívica y el radicalismo, sumados a los del partido del presidente Javier Milei, no dieron los votos para que prospere un pedido que buscaba que el sector pesquero fuese incluido en la baja de alícuotas para las economías regionales. Tampoco avalaron una solicitud para que el Ejecutivo local gestione la revisión del decreto que volvió a habilitar la importación de maquinarias y equipos usados.

Los dos proyectos son impulsados por el bloque de Acción Marplatense y, ante la falta de avales, quedaron en comisión.

“Si algo nos enseña la historia es que cuando al puerto le va bien, Mar del Plata está mejor. Y lo que está ocurriendo es grave”, dijo Horacio Taccone (AM), el autor de las propuestas.

En un guiño al radicalismo para tratar de persuadirlo, citó sin mencionarlo con nombre y apellido al senador Maximiliano Abad. “No es un tema de rentabilidad, sino de supervivencia. Y es así: acá no estamos hablando de que ganan menos, sino de que hay barcos que no están saliendo a trabajar porque pierden dinero cuando regresan, aun si lo hacen con las bodegas llenas, porque los costos son más elevados que la materia prima que obtienen para luego comercializar”, explicó.

“No podemos dejarlo pasar. Lo mínimo que podemos hacer como representantes de los vecinos de esta ciudad es levantar la voz en forma respetuosa”, agregó.

Guillermo Volponi (PRO) replicó que el “desastre” que dejó el Gobierno anterior “se ordena” desde la macroeconomía. “Entendemos que lo que está haciendo el Gobierno nacional es lo que hay que hacer: ordenar la economía; es un trabajo de relojería. No es fácil, es pieza por pieza”, dijo. Y apuntó: “No es el momento de levantar la voz, es el momento de acompañar lo que se está haciendo”.

Ariel Ciano (Frente Renovador) afirmó que “la pesca está en situación crítica” y detalló que, en los últimos meses, “alrededor de 1.800 personas vinculadas a la actividad vieron disminuido su trabajo o directamente se quedaron sin empleo”. En ese marco, planteó que “el Gobierno nacional debe escuchar a los representantes de la ciudad”.

El radical Gustavo Pujato recordó que “ya hubo una reducción del 70% en el arancel base del derecho único de exportación por 180 días” y consideró conveniente observar los efectos de esta medida antes de pronunciarse.

La libertaria Cecilia Martínez pidió la palabra para aclarar que “en ningún momento el Gobierno deja de atender y tomar la situación pesquera”. Mencionó además que “se está dialogando” y en esa mesa de diálogo está el intendente Guillermo Montenegro. “Nos importa mucho la pesca. El camino es desregulando y bajando el déficit para poder ir hacia un alivio fiscal para todos”, añadió.

Sin confrontar y antes de anunciar que el pedido no avanzaba, el presidente de la comisión, Miguel Guglielmotti (Unión por la Patria), apuntó que “la flota congeladora se encuentra parada y no ha salido ningún barco de los que todos los años viajan al sur a pescar langostino”. “La situación es extremadamente preocupante”, acotó.

Importación y costos

Inmediatamente después, la comisión analizó el pedido relacionado con la eliminación a las trabas de importación de maquinarias.

“Va a ser muchísimo más fácil comprar un barco usado que pueda llegar a ser descarte en el mercado internacional en lugar de utilizar la industria naval de calidad y prestigiosa que tiene Mar del Plata”, pronosticó Taccone. Y advirtió sobre los “inconvenientes ambientales” que eso podría generar y “la seguridad de los buques”.

En esa línea, completó: “No me imagino quién le va a encargar la construcción de un buque nuevo a los astilleros de la ciudad teniendo la posibilidad de importar a mejor precio buques usados que ya fueron amortizados”.

Otra vez le respondió Volponi: “Muchas veces los costos de las industrias tienen que ver con las protecciones. Pero
hay industriales de la pesca que, para mejorar costos en su producción, piden por favor que se permita el ingreso de barcos usados porque los barcos de matrícula nacional salen más caros”.

A su entender, “no es taxativo que lo único que va a salvar a la industria es la protección del ingreso de barcos usados”.

Ciano marcó que la industria naval “es fundamental” y recordó que en los últimos años, cuando no se permitió el ingreso de barcos usados, “se construyeron más” en el país y la ciudad. “Hay que buscar un equilibrio. Este gobierno, con este tipo de medidas, no lo está haciendo”, aseveró.

“No van a dejar de trabajar”

“Los astilleros trabajan hace décadas, no van a dejar de trabajar. Sí van a tener que prestar atención, poner sus empresas en orden y seguir atendiendo la demanda nacional como lo vienen haciendo cuando estaba esta protección que algún gobierno les otorgó”, aseguró Volponi. “Entendemos el reclamo del sector, pero también hay que entender al resto de los sectores de la industria”, agregó.

En la misma línea se pronunció Guido García, de la Coalición Cívica: “Lo que generan estas medidas proteccionistas es que, cuando se empiezan a eliminar estas barreras, aparece la falta de competitividad que tenemos en algunos sectores. Y tal vez el sector del transporte naviero, por ejemplo, al no poder importar buques, se termina encareciendo, o se encarece pesca o el producto que le llega a la gente”.

Según García, “a veces por atender la necesidad de un sector específico se termina desfavoreciendo a todo el sector en general, distorsionando mercados y generando desequilibrios que después son difíciles de subsanar”. E invitó a “los diferentes sectores, ya sean armadores o astilleros”, a animarse a “competir” y “confiar en las capacidades de los argentinos”.