Artículos comprados en el mismo mercado se venden con hasta 40% de diferencia entre una verdulería y otra. Comerciantes aseguran que "los valores suben y bajan cada semana". Dicen que "es imposible" sostener los mismos precios. Cayó la demanda y los consumidores se vuelcan a las ofertas.
Un kilo de zapallo puede costar 70 pesos, 100 o 30 si se acepta la promoción de llevarse el doble, según la verdulería y la zona. Algo similar, con otros valores, ocurre con la naranja, el durazno, el tomate, el morrón, la banana y el limón, entre otras frutas y verduras. La dispersión de precios es notable al recorrer verdulerías y los comerciantes advierten que “es imposible” mantener los valores porque en los mercados “varían cada semana”.
Las frutas y las verduras se rigen por la oferta y la demanda. Como siempre, la ganancia del comerciante está en la compra. Tanto el Mercado Central de la ruta 88 como el ubicado en la ruta 226 reciben diariamente a verduleros que buscan precio, calidad y variedad para abastecerse.
Entre mediados y fines del 2020 la dispersión de precios comenzó a crecer. Las diferencias se acentúan cada vez más y este verano alcanza el 40% en ciertos artículos.
LA CAPITAL salió a recorrer verdulerías de la ciudad y constató estas variaciones, que en algunos casos obedecen a la ubicación de los locales (influye el precio del alquiler y la demanda) pero incluso en un mismo barrio y a escasa distancia, los precios se distancian ampliamente pese a que los artículos son comprados en los mismos mercados.
“Veo mucha especulación. Para mí algunos verduleros se aprovechan. Cómo puede ser que la misma naranja que compro en el mercado y vendo a 100 pesos, en otra verdulería cueste 150″, analizó Carlos, quien desde hace 20 años atiende su verdulería en la esquina de Luro y Chile.
En su local abundan los carteles y pizarras con ofertas: dos kilos de banana por 80 pesos, tres kilos de papa por 60, tres kilos de zapallito por 50 pesos, dos kilos de zanahoria por 60 y dos kilos de manzana por 50 pesos son algunas de las promociones de la semana.
“Yo no veo tanta variación en el mercado y voy todos los días. Creo que algunos se aprovechan. Hay que cuidar al cliente y darle lo mejor dentro de lo posible”, dijo en el inicio de febrero, cuando la demanda “aflojó bastante” después de un “muy buen” enero. La gente se vuelca principalmente a sus vistosas ofertas.
“Todo sube y baja”
En pleno centro de la ciudad, Adrián y sus empleados atienden la verdulería ubicada en Corrientes entre San Martín y Luro. Se esmeran por la presentación y la limpieza. La venta, muchas veces, entra por los ojos.
Adrián también va todos los días al mercado pero advierte que los precios sí “varían cada semana”. Por ejemplo el limón, contó, registró gruesas subas en las últimas semanas y debió empezar a vender el kilo a más de 300 pesos, pero “de pronto bajó y hoy está 180”, en cuestión de días.
Su “fuerte”, asegura, es la naranja, que hace apenas tres meses podía vender por 120 pesos los tres kilos y hoy, luego de múltiples aumentos, se ofrece “al costo” a 290 pesos por la misma cantidad.
“Todo sube, baja, no podés mantener los precios y acostumbrar a la gente. Está difícil. Hay poco turismo y la gente del barrio se cuida. Todo varía. El zapallo hace poco aumentó muchísimo, después bajó. Para las fiestas la frutilla se había ido las nubes y ahora está entre 80 y 120 pesos el cuarto”, detalló.
Algo similar ocurrió con el tomate. Adrián recuerda que hace poco el cajón en el mercado costaba más de 2.000 pesos y hoy el mismo artículo lo consigue por 300 pesos.
“La gente pregunta todo el tiempo, porque los precios varían muchísimo a veces de un día a otro”, indicó el dueño de la verdulería “Don Joaquín”, el nombre que eligió en honor a su hijo de seis años.
“Poca venta y mucha variación”
En otro sector de Mar del Plata como la zona de Güemes, los precios se elevan en algunas verdulerías pero en otras hay mejores ofertas. Caminar y recorrer antes de comprar es la clave para ahorrar.
Lila, Wanda y Ezequiel atienden su pequeño pero muy bien acondicionado local ubicado en Avellaneda entre Güemes y Olavarría. Abrieron este verano pero cuentan con otro puesto en la feria de Independencia y Primera Junta, donde ocurre lo mismo: la venta “viene floja, depende mucho del día” y los precios “tienen una variación tremenda”.
“Vas un día al mercado y encontrás un precio y al otro día un 30 o 40% más o menos. Varía mucho. El tomate está hoy 25 pesos el kilo y estaba 100. No sabemos por qué, no hay tanta demanda, es según el día”, indicaron.
“Hay artículos que te da vergüenza decir el precio. El limón hace unos días subió a 280 pesos y en una semana bajó a 150“, señalaron.
Lo mismo ocurrió con el morrón. En la verdulería de Carlos se vende el kilo a entre 80 y 100 pesos. En Güemes llegó a estar 450 pesos. Hoy se consigue a 150 o 200 pesos.
“A veces cuando está muy caro compramos menos, para tener, pero si no vendés se pudre y perdés, ahí está el riesgo y más aún en pandemia”, indicaron Lila y Wanda y detallaron que “en el mercado hay días: los lunes y jueves viene mucha mercadería de afuera y está más caro a veces, mientras que otros días peleás más el precio”.