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Interés general 9 de septiembre de 2019

Fútbol, asado y un pase de magia para unir dos pasiones argentinas

Pablo Villar fue jugador profesional y ahora se convirtió en influencer gastronómico. Con posteos sobre asados, llegó a 125 mil seguidores en un año.

ablo Villar, el marplatense que es furor en Instagram.

“¿Qué te parece el punto?”, pregunta “El mago cocina” en su posteo en Instagram. Acaba de publicar un video de 30 segundos en el que corta un costillar recién asado que luce espectacular, con una breve descripción. Las reproducciones se multiplican en pocos minutos y en un rato hay más de 100 comentarios.

El emprendimiento tiene apenas un año y ya suma 125 mil seguidores. “Elmagococina” surgió por inquietud de Pablo Villar, un ex futbolista marplatense que tras el retiro empezó a curiosear en el rubro gastronómico, y sin pensarlo, se convirtió en una suerte de influencer de los asados.

La vida de Pablo Villar es un recorrido por dos pasiones argentinas: el fútbol y el asado. En las inferiores de Independiente de Mar del Plata soñó con ser futbolista profesional. Lo cumplió años después cuando se dio el gusto de jugar en el fútbol grande con la camiseta de Newell’s. Estuvo en México, Haití, Perú y Malasia. Jugó en el ascenso argentino en San Martín de San Juan, Santamarina de Tandil, Maipú de Mendoza y dejó su sello en Alvarado, donde logró un ascenso.

Entre los vaivenes que tuvo en su carrera, vivió cosas exóticas. Por ejemplo, en Malasia terminó haciendo asados para el príncipe que era el dueño del club y toda su familia. Sin saberlo, ese pudo ser el primer caso para llegar a ser “Elmagococina”. Había hecho lo que solía hacer en cada reunión de amigos: cocinar. Pero el príncipe, que era un fanático de las costumbres argentinas, estaba fascinado. “Me quería pagar”, recuerda Villar.

La decisión de volcar a las redes lo que producía como hobbie llegó mucho después. “Hice el curso de comunity manager. Tenía mucho material para mostrar porque me juntaba con mis amigos del fútbol y siempre el que cocinaba era yo. Entonces, me propuse empezar a mostrarlos en una forma diferente y empezar a implementar cosas nuevas para salir un poco de lo tradicional del asado clásico”.

Sus publicaciones o historias son breves. Hay imágenes de asados al asador o a la parrilla y concejos para cocinar que tienen efecto en la red. “Tuvo impacto al empezar a publicarlo y el crecimiento me sorprendió”, admite ante LA CAPITAL.

Lo que empezó como un hobbie pasó a ser una actividad profesional. “Me gusta mostrar lo que hago yo y esto no te deja de sorprender. En el día a día te empiezan a surgir cosas que no te imaginas. Cocinaba para mis amigos y hoy en día hago algunos eventos privados y hasta terminé cocinando en un restaurant”, cuenta.

De cara al futuro, el objetivo de Pablo Villar es “seguir aprendiendo”. “Me gustaría seguir implementando cosas nuevas y juntándome con gente que se dedica a esto”, contó y respecto a la cocina dijo que busca “seguir mejorando el tema de los costillares y agregando verduras para acompañar”. Y agregó: “Voy jugando con el tema de los tiempos. Intento cambiar un poco la graduación de la temperatura. La idea es ir perfeccionándome”.

La interacción con los seguidores: “Intento responder todos los mensajes”

El emprendimiento de “elmagococina” pasó a ocupar un lugar central en la vida de Pablo Villar. “Estoy enfocado 100% en esto. De un hobbie como era cocinarle a mis amigos, pasó a ser una fuente de trabajo. Se acercan marcas que quieren aportar publicidad y es algo que no deja de sorprenderte porque al principio no sabés cómo manejarte”, reconoció el ex futbolista.

Los conocimientos adquiridos cuando se formó para ser comunity manager (encargado de manejar redes sociales) fueron la clave para el éxito del proyecto. Cada posteo tiene un trabajo de edición de imagen y responde a diferentes tips que impulsan una mayor viralización.

Por el momento, los posteos sólo se difunden en Instagram. “Considero que hoy es la única red social que llega a una mayor cantidad de público. La gente más grande ya se está empezando a inclinar por Instagram”, argumentó.

Otro de los puntos fuertes de “elmagococina” es la interacción con los seguidores. A pesar de los mensajes superan los 100, en la mayoría hay una respuesta. “Estoy ocho horas por día con el teléfono e intento responder todos los mensajes para que sientan que del otro lado hay alguien que escucha y que comparte la misma pasión”, dijo.

Entre los desafíos a futuro aparece la intención de difundir sus producciones en un canal de Youtube. “Me gustaría empezar a mostrar lo que hago en esa plataforma, pero necesito una mejor edición de video y hacerlo más profesional”, contó.



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