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Gallay y Pereyra se ganaron su sitio en las semifinales

Vencieron a México y las espera el poderoso Canadá en su camino a la final del beach volley femenino de los Juegos Panamericanos Santiago 2023.

La entrerriana Ana Gallay y la sanjuanina Fernanda Pereyra obtuvieron este miércoles un sólido triunfo en cuartos de final, ante las mexicanas Atenas Gutiérrez y Abril Florez, por 2-0 (21-16 y 21-17), en 42 minutos, garantizándose así dos posibilidades de medalla en el beach volley femenino de los XIX Juegos Panamericanos Santiago 2023.

La pareja argentina, que reside y entrena en Mar del Plata bajo la supervisión del coach Pablo Del Coto, también presente en el Centro de Vóleibol de Playa de Peñalolén, enfrentará este jueves a la poderosa dupla canadiense integrada por Melissa Humana-Paredes y Brandie Wilkerson (son las número 6 del mundo), quienes en otro cruce de cuartos se impusieron con claridad a las puertorriqueñas María Claudia González Valentin y Allanis Navas Sánchez, por 2-0 (21-11 y 21-14), en 35 minutos.

Las argentinas lucieron realmente enchufadas y controlaron el desarrollo de principio a fin, salvo en el inicio del segundo set, cuando las aztecas tomaron ventajas de 4-1 y 5-2. Sin embargo, obligaron con el saque, recibieron bien y atacaron con criterio para encarrilar el partido y dirigirse a un nuevo triunfo. La dupla argentina ganó la medalla de plata en los Juegos de Lima 2019 y busca subirse a otro podio, aunque entre los aspirantes al mismo objetivo figuran oponentes de primer nivel mundial, de acuerdo a lo expresado por Gallay en la zona mixta.

“Estamos contentas por haber pasado a las semifinales, un logro bastante importante para nosotras, para Argentina y para el beach volley. Estar entre las cuatro mejores es muy bueno. Ojalá que sea con una medalla, aunque hay dos equipos Top, como Brasil, número uno del mundo, y Canadá, número seis, y son realmente muy difíciles. De ahora en más tenemos que jugar concentradísimas y disfrutar un poco más”, indicó.

Consultada sobre su particular forma de festejar, con gran efusividad y bailecito incluido, explicó que “estos partidos los he festejado como lo hago siempre. Ayer -por el martes- un poco más porque estábamos tensas, y es más que nada soltarse para largar la tensión. Hoy -por este miércoles- jugamos un poco más sólidas y llevábamos una cierta diferencia. Si hubiera sido un triunfo 24-22 o un 18-16 en tie-break, por ahí salís corriendo para todos lados por la tensión. Me pasó contra Brasil en los Juegos de Toronto 2015, cuando íbamos perdiendo la semifinal 12-7 en el tie-break, lo ganamos 15-13 y yo salí corriendo como loca. A lo mejor si hubiésemos estado 12-7 arriba y lo ganábamos, probablemente no hubiera festejado así. Cada victoria es diferente”, dijo.

Acerca de los detalles a mejorar o corregir de cara a las semifinales, Gallay sostuvo: “Corregimos bastante entre el partido de octavos y éste. Nos pudimos sacar la tensión que teníamos. Esta dupla mexicana juega muy bien y si estábamos como contra Dominicana, no sé si podíamos ganar. Nos pudimos soltar. Fernanda jugó un partidazo, estuvo muy firme en el side-out. Logramos que me saquen un poco más a mí y me costó un poco rotar, pero al final pude meter esos dos puntos y listo (risas).

Próxima a cumplir 38 años y con una extensa carrera en la que además acredita un oro (con Georgina Klug en Toronto 2015) y una plata (con Fernanda Pereyra en Lima 2019) en los Juegos continentales, Gallay estima que ésta será su última participación.

“Soy una agradecida de la vida por poder seguir haciendo deporte de alta competencia a los 37 años. Amo lo que hago. El día a día es lo que más me gusta. Hoy, sinceramente, estoy un poco cansada de estar afuera de mi casa. Quiero estar con mi marido, con mis perras. Ese es el inconveniente que tienen los viajes, porque a mí me encanta el día a día, entrenar, ir al gimnasio, estar con mis compañeras que están en Mar del Plata. Son amigas, las quiero mucho y les mando un saludo grande. Son las que nos bancan siempre. Supongo que serán mis últimos Panamericanos, porque no creo que juegue a los 41 años. Tengo que dejar el lugar a las chicas que vienen. Pero les aviso que primero me tienen que ganar”, cerró con su habitual buen humor y picardía.

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