Por Florencia Cordero

El marplatense Patricio Garino, flamante incorporación del Baskonia, habló de sus objetivos en la máxima exigencia del básquet FIBA tras dejar atrás su experiencia en Estados Unidos.

Después de jugar en el básquet universitario estadounidense (NCAA) y en la Liga de Desarrollo de la NBA, Garino tuvo un breve paso por la mejor liga del mundo con la camiseta de Orlando Magic y esperaba otra chance en Estados Unidos para la próxima temporada. Sin embargo, surgieron otras muy buenas propuestas y en especial una tentadora oferta del Baskonia, uno de los equipos fuertes de Europa, y -a pesar de resignar su participación en la selección argentina- entendió que era una oportunidad que no podía desaprovechar.

Con un contrato por tres temporadas, el jugador surgido en Unión de Mar del Plata encara con altas expectativas su posibilidad de tener protagonismo en el básquet europeo, pero admite que no será fácil procesar que no va a poder estar en las ventanas de clasificación al Mundial con el conjunto nacional.
En diálogo con Libreexpresion.net en la previa del Final Four de la AmeriCup en Córdoba, “Pato” Garino aseguró que su objetivo en el Baskonia es seguir aprendiendo y destacó que aspira a llegar a lo más alto en España y en Europa, pero aclaró: “Nunca voy a cerrar las puertas de la NBA”.

-¿Qué te llevó a decidirte por el Baskonia?
-Fue una situación ideal. Tuvimos ofertas de Grecia, Italia y varias de España pero le dimos prioridad a un equipo de Euroliga y de la mejor liga de Europa. La Liga Endesa es muy importante y eso siempre lo tuvimos en mente. Una vez que se acercó Baskonia sabiendo que estaba Pablo Prigioni involucrado, nos cerró mucho esa idea. No solo es conocido por los argentinos sino que es un equipo muy prestigioso de Europa y eso se valora mucho, además de la posibilidad de seguir aprendiendo. El formato que va a implementar Pablo es muy importante para el aprendizaje. Eso es lo que quería yo, seguir creciendo como jugador teniendo un poco más de protagonismo.
-Después de tu experiencia en el básquet estadounidense, ¿cuál es tu aspiración a la hora de desembarcar en una liga tan competitiva?
-Llego con la cabeza tranquila. Estoy en una buena posición. Físicamente siempre tuve una exigencia muy grande a pesar de haber sido otro nivel de competencia, los entrenamientos fueron muy fuertes en Estados Unidos. No creo que me sea difícil acostumbrarme al ritmo del básquet FIBA porque podría tomar lo de la selección como reflejo. Me siento muy cómodo, con mucha tranquilidad y mucha confianza de saber que estoy capacitado y ahora queda esperar que Pablo nos guíe para saber qué quiere del equipo.
-El paso que vas a dar te saca del radar de la selección argentina porque jugadores de Euroliga no van a estar disponibles para las ventanas de clasificación al Mundial… ¿esto pesó a la hora de tomar una decisión?
-Para mí la selección lo es todo. Honestamente este año lo iba a tomar como base pensando en la NBA, pero tuve que pensar con la cabeza fría porque yo quería hacer las dos cosas: estar al máximo nivel durante la temporada y poder jugar con la selección. Pero dejar pasar una oportunidad como ésta en una liga y un equipo tan importante era poner en peligro muchas oportunidades a futuro. No fue una decisión fácil para mí. Tuve que poner la cabeza en frío y afrontar la situación. Por supuesto que esto es algo que no me gustó de la decisión que tuve que tomar.
-El equipo tendrá además de Luca Vildoza a otros jugadores sudamericanos, ¿en qué puede influir esa situación y qué esperás de la relación que se pueda dar con Pablo Prigioni como entrenador?
-Es algo que viene muy bien, estar rodeado de gente que uno conoce, con culturas similares, es algo que nos beneficia a todos. Con Pablo las expectativas son muy altas. Tuve la oportunidad de compartir cancha, convertirme en un amigo y ahora tenerlo como entrenador me llena de alegría porque me conoce muy bien y yo a él. Estoy con muchas ganas de ver cómo se va a manejar en el rol de entrenador. La relación previa y estar con chicos que ya conocemos va a ayudar a todos. Con Luca estamos muy enfocados ahora en la selección, pero cuando salió la noticia nos pusimos muy contentos de saber que vamos a estar en el mismo equipo.

-¿Cuál sería tu objetivo de máxima con un contrato por tres temporadas en un equipo tan importante?
-Personalmente mi objetivo es seguir aprendiendo. Nunca voy a cerrar las puertas de la NBA. Es una oportunidad muy grande para mí, para seguir creciendo y adquiriendo experiencia. Quiero llegar a lo más alto en España y en la Euroliga y seguir creciendo como jugador para representar al equipo de la mejor manera posible.

-¿Cómo esperás que se de la definición de la AmeriCup y cómo está el equipo para esta instancia?
-Ahora se viene la parte más linda con la selección. Llegamos muy bien al Final Four y tal vez hasta nos sorprendió el nivel tan alto que estamos jugando. La química que estamos teniendo como grupo es algo que nos tiene muy entusiasmados. Estamos con muchas ansias, pero concentrados en lo que cada uno tiene que hacer. Va a ser un trabajo muy difícil para todos ante México, pero sabemos que tenemos que enfocarnos defensivamente y estamos tranquilos de que vamos a dejar todo en la cancha.