En la esquina de Marcelo T. de Alvear y Solís, este viernes al mediodía dos emprendedores gastronómicos de la zona se unieron para cocinar al aire libre y y vender al público comida a precios módicos con el objetivo de visibilizar la “compleja situación” que atraviesa la gastronomía y reclamarle al Estado alivio impositivo para subsistir a los cierres y demás restricciones dispuestas para mitigar el avance del Covid-19.

La iniciativa se desarrolló en la parrilla Los Cardales, con apoyo de los responsables de El Rey del Calzone. Ya estaba prevista antes de que se anunciara el retroceso a Fase 2. En la vereda del local encendieron el fuego y cocinaron chorizos, bondiola, vacío, papas fritas y empanadas. El aroma y el humo captaron de inmediato el interés de los vecinos y la gente por allí pasaba

“Vino gente a acompañarnos y se llevó su comida, a precios más bajos hoy; los vecinos apoyan porque entienden lo mal que la estamos pasando”, expresó Esteban Usai, responsable del restaurante que colaboró en esta protesta pacífica.

“Hicimos esto no por las medidas del gobierno contra el Covid, sino para reclamar ayuda del Estado, no a través de dinero sino de quita de impuestos, que son agobiantes y lo poco que recaudamos se nos va en solventar los sueldos y cubrir los gastos básicos”, dijo.

El dueño de El Rey del Calzone aseguró que la gastronomía se ve perjudicada por “el permanente cambio de las reglas de juego”, ya que los cambios dentro del sistema de fases o el confinamiento dispuesto por Nación “no son viables para un negocio”.

“No nos negamos a cerrar, estamos dispuestos a hacerlo, pero estas medidas deberían tomarse en conjunto con las empresas, para planificar mejor”, agregó Usai.

“La carga impositiva que tenemos no la podemos cubrir. Hoy no la tenemos que pagar, pero más adelante sí. Por eso pedimos una ayuda, un plazo, un año de gracia, algo, para aliviar el pago de impuestos municipales, provinciales y nacionales”, completó.