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Opinión 13 de octubre de 2018

Gobernar con la verdad

Maximiliano Abad.

*Por Maximiliano Abad

 

“Cuando no podés mirar a los ojos, cuando no podés dar un debate sobre lo que se hizo y lo que no se hizo, ahí viene la impotencia y de ahí nace la violencia”, dijo nuestra gobernadora, María Eugenia Vidal, hace exactamente un año: el 15 de octubre de 2017, cuando habían escrachado al presidente Macri en La Pampa.

Fue a una semana de las elecciones y ya había habido antecedentes en Mar del Plata, Tandil y La Matanza: todos aprietes violentos convocados por audios de WhatsApp, que luego se hicieron públicos. Esas convocatorias orquestadas tienen siempre la misma intencionalidad: desestabilizar al gobierno, instalar la idea del desborde social.

Días atrás, en una visita a Chascomús, se repitió la modalidad del escrache con piedras y palos. Yo estuve allí, porque acompañé a la gobernadora en su visita por Ranchos y Chascomús: varios grupos sindicales y militantes del kirchnerismo (que no ocultaban su filiación política) quisieron amedrentar a la comitiva y apedrearon el auto en el que viajaba la gobernadora. Igual que las otras veces, igual que cada vez que se recurre a la violencia política, no lograron nada.

Los escraches no tienen como objetivo plantear un reclamo, o una disidencia. Pretenden instalar el miedo. No sólo en el resto de la sociedad, sino en la propia dirigencia: buscan que quien gobierna ceda, que tema meterse a fondo con la transformación que miles de bonaerenses pidieron en las urnas que suceda en la Provincia y por eso le dieron su voto a quien no le tembló el pulso para enfrentarse a mafias políticas y sindicales, que transparentó el sistema de obra pública y evitó así la corrupción y el vaciamiento del Estado.

Pero cuando se gobierna con la verdad se pagan costos. Hablar con la verdad a los bonaerenses es no prometer lo que no se puede cumplir, pero no cerrar nunca el diálogo y la negociación. Gobernar con la verdad es explicarles a todos que nuestra Provincia lleva años de postergaciones, que quienes la gobernaron han elegido el camino del atajo, de pensar a corto plazo y prometer cosas que nunca cumplían. Emparcharon la realidad porque era lo que les convenía hacer para ganar las elecciones.

Hoy estamos transitando otro camino. El de la inversión sostenida, el de poner en primer lugar a los vecinos y el de trabajar para que tengan una mejor calidad de vida, no para la foto ni para las próximas elecciones, sino para y por el futuro los bonaerenses.

Gobernar con la verdad no es fácil, porque quienes han mentido durante décadas quedan expuestos. Algo de eso se ve en la dinámica del escrache y la violencia como recurso político. La respuesta es ratificar que este es el camino que debemos continuar, mirando a los ojos a quienes están de acuerdo y a quiénes no lo están, sin dejarse amedrentar por los violentos, que no entendieron que los argentinos elegimos la paz.

* Diputado provincial de Cambiemos