El Mundo

Golpe al narcotráfico: matan al número dos del poderoso Clan del Golfo

Roberto Vargas Gutiérrez, alias Gavilán, fue abatido durante un operativo de las fuerzas de seguridad colombianas. Era solicitado por la justicia de Estados Unidos.

BOGOTA, Colombia.- El número dos del poderoso Clan del Golfo, Roberto Vargas Gutiérrez, alias Gavilán, uno de los narcotraficantes y criminales más buscados de Colombia, fue abatido por fuerzas de seguridad, informó el presidente Juan Manuel Santos, que consideró al hecho como “el más duro golpe de los últimos años” contra esa organización.

“Abatido por la Fuerza Pública alias Gavilán, segundo del Clan del Golfo”, escribió el jefe de Estado en Twitter, sin brindar más detalles sobre la operación.

El Ministerio de Defensa confirmó la muerte de Vargas Gutiérrez en otro mensaje de Twitter en el que señaló que gracias a esta acción “Colombia es más segura hoy”.

El Ministerio tampoco dio más detalles, pero la emisora Radio Caracol afirmó, citando a fuentes oficiales, que las fuerzas de seguridad descubrieron el escondite de Gavilán en Puerto Plata, una localidad en el norte del país, sobre el océano Atlántico, gracias a información dada por un particular.

La emisora agregó que las autoridades ofrecían una recompensa de 500 millones de pesos (aproximadamente 170.000 dólares estadounidenses) por Gavilán, sobre el que pesaban 22 órdenes de captura y una circular azul de la Interpol.

El Clan del Golfo, dedicado principalmente al narcotráfico y la extorsión, está considerada por las autoridades como una de las organizaciones criminales más peligrosas del país y también como la mayor amenaza para la paz tras la firma del acuerdo con las FARC.

Gavilán era un desmovilizado de las paramilitares ex Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y el gobierno de Estados Unidos reclamaba su extradición por el delito de narcotráfico. También estaba incluido en la Lista Clinton y en Colombia tenía condenas por los delitos cometidos cuando era paramilitar.

Gavilán comandaba las fuerzas de esa banda criminal en los departamentos caribeños de Córdoba y Sucre, así como en la región del Bajo Cauca antioqueño.

En la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo, Santos resaltó que todo se había logrado “en una acción muy bien planeada, quirúrgica, por parte de un cuerpo elite de la Armada, con inteligencia de la Policía y con la ayuda táctica y estratégica de las demás fuerzas”.

Acompañado de los comandantes de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, y del ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, el mandatario indicó que el ataque al campamento de Vargas, que fue parte de la Operación Agamenón II, se hizo este jueves en Puerto Plata, zona rural del municipio de Turbo, en el departamento de Antioquia.

Santos insistió en que el Cártel del Golfo es “una de las organizaciones prioritarias en la acción de nuestras fuerzas” y la consideró “tal vez la organización criminal más poderosa” con la que el Ejecutivo confronta “ya desde hace algún tiempo”.

Las autoridades colombianas mataron, en julio pasado, en una zona rural del departamento del Chocó, en la frontera con Panamá, a Efrén Vargas Gutiérrez, hermano de Gavilán.

La operación se desarrolló en el caserío Titumate, zona rural del municipio de Unguía, en donde además murieron otros cinco integrantes de la banda que acompañaban a Vargas Gutiérrez.

En mayo pasado, la policía colombiana relanzó en el noroeste del país la operación Agamenón II, una estrategia militar que incluye recompensas hasta por 5 millones de dólares por delaciones que lleven a la captura de los máximos jefes del Clan del Golfo, entre ellos a su máximo cabecilla, Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel.

Según el Ministerio de Defensa, Vargas Gutiérrez era además uno de los capos más excéntricos del Clan del Golfo porque le gustaba el sexo “con niñas entre los 14 y 17 años, a quienes ordenaba tatuarse con su imagen”.

La Operación Agamenón II, cuya primera fase comenzó en febrero de 2015, arroja hasta el momento 1.503 capturas, 70 cabecillas muertos, 97,9 toneladas de cocaína incautadas, 91 laboratorios destruidos y 676 bienes ocupados por un valor de más de 148 millones de dólares.

Santos enfatizó que con estas operaciones “se sigue debilitando al Clan del Golfo” y reiteró que hay que “perseverar” para “combatir cualquier expresión de violencia”.

“No hay capo, por más poderoso que se sienta, que no haya caído cuando las Fuerzas Armadas los han puesto como objetivo de gran valor, y seguirán cayendo. Por eso, al Clan del Golfo le digo que se sometan a la justicia o todos irán cayendo uno tras uno”, puntualizó.

Te puede interesar

Cargando...
Cargando...
Cargando...