CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
La Ciudad 15 de abril de 2016

“Hacen falta nuevos líderes políticos”

De visita por Mar del Plata, el ex alcalde de La Coruña reflexionó sobre la situación política de su país y el mundo.

Para el ex alcalde de La Coruña y ex embajador de España ante la Santa Sede, Francisco Vázquez, en el mundo “hay una falta de liderazgo político” y los gobernantes “no son conscientes del clima de crispación de la humanidad”. De visita por Mar del Plata, donde recorrió el diario LA CAPITAL junto a su director, Florencio Aldrey; Vázquez se refirió al estado de la política en el mundo actual con una mirada especial sobre lo que se vive hoy en España.
-¿Dejó una España convulsionada políticamente?
-Desde que se inició la transición democrática, hace aproximadamente 40 años, el sistema político fue basado en un bipartidismo consolidado, el Partido Popular y el Partido Socialista Popular Español y en estas últimas elecciones ha quebrado esta fórmula y han aparecido partidos emergentes con lo cual es muy difícil conseguir la mayoría y sobre todo no hay una experiencia en negociaciones y acuerdos como pasa en otras democracias como la italiana. En este momento la situación política está bloqueada hasta el punto que yo considero que se va a repetir la elección con lo cual va a ser un fiasco para la gran mayoría de la población porque va a reprochar a los políticos el que no tengan capacidad de negociación, de diálogo y sobre todo capacidad de acuerdo. Yo creo que se han cometido errores importantes lo cual va a determinar que en caso de que haya elecciones, posiblemente aumente la abstención a consecuencia del desencanto.
-¿A qué se debe el surgimiento de los nuevos partidos políticos?
-Los partidos emergentes surgen por dos razones. La primera de ellas es una consecuencia de las crisis económicas que ha sido universal, pero en España fue fuerte y ha motivado un aumento importante del desempleo y del paro aproximadamente en torno a un 25% de la población, lo cual genera un nivel de crispación importante. En segundo lugar, para afrontar la crisis hay que tomar medidas no precisamente populares, sino de austeridad económica, lo que hace que el número de indignados y afectados aumente. Estos partidos han sido también la consecuencia del fenómeno de la corrupción. En España en los últimos años ha habido unos casos de corrupción significativos, posiblemente no distintos al de otros países pero que se ha utilizado como arma política entre los partidos, lo cual ha sido un error tremendo porque lo que el ciudadano demandaba era que se tomaran medidas contra los corruptos, que pagaran los culpables y que devolvieran el dinero. No que un partido acusara a otro y eso determinó que mucha gente tuviera una desafección hacia el Partido Popular y el Socialista por las medidas económicas que tomaron, porque se sentían poco protegidos por el sistema en sus vidas familiares. Y también como rechazo de esa corrupción sobre la que no se tomaban medidas. Eso determinó la aparición de otros partidos pero que no son sólidos sino más bien fruto de la coyuntura.
-Pero estos partidos tomaron fuerza y protagonismo…¿Qué pasó entonces?
-Estos partidos políticos nuevos no tienen experiencia política y muchas veces enmascaran ideologías -en mi opinión- ya caducas, que han fracasado sobre todo en el caso europeo. Vivimos en una falta de liderazgo político en lo que hace referencia a personalidades como también de ideologías. Estamos en un momento de marasmo ideológico y castigados por un fenómeno universal de la corrupción. Yo creo que los políticos no son conscientes del clima de crispación de la humanidad. Hay una frustración de la humanidad. Los dos últimos presidentes de Brasil están acusados de corrupción, en Argentina están con un problema grave, el primer ministro inglés está bajo sospecha, los dos últimos presidentes de la república francesa están siendo procesados, el último primer ministro italiano ha sido condenado, en España hay problemas de corrupción, tuvo que dimitir el ministro de Ucrania, etc; es decir, el panorama está complicado y creo que exige una regeneración ética.