CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
Deportes 2 de julio de 2018

Hacerse cargo

Por Vito Amalfitano

El máximo responsable de la provocación de este desastre, el que operó en las sombras para esta crisis,-intervención de la AFA, presidencia acéfala en la final de la Copa América, salida de Martino, tres DT en menos de dos años-, y apareció en el Mundial a último momento, por ahí se queda con todo el poder. Al menos hasta que su jefe, que no da pie con bola con las variables económicas, ostente el poder mayor de un “puesto menor” para algunos que sí manejan todo desde las máximas corporaciones.

En el medio está el fútbol, pero este señor, con su habano en mano, acostumbrado al juego, sigue apostando fichas a su favor y siempre cae bien parado, aunque detrás de él quede tierra arrasada. En su club, en el fútbol, en la Selección.

Fue también el ideólogo del contrato largo para Sampaoli, con una cláusula de rescisión millonaria. En uno de sus gestos de hipocresía, entre tantos, su jefe hizo poner en los estatutos de su club que los dirigentes debían hacerse cargo con su patrimonio en eventuales desfasajes económicos. Pues ahora su “discípulo” debería hacerse cargo de su irresponsabilidad, y “bancar” con su patrimonio la cláusula de rescisión de Sampaoli.

Nadie quiere que echen a nadie de su trabajo. Menos en estos tiempos. En el que los despidos son moneda corriente. Pero se puede convenir en que Sampaoli no es un trabajador común y corriente. Más bien es como un “ministro” o un “alto funcionario”, al que se le podría pedir la renuncia por ineptitud. Más allá de esas disquisiciones, si se hizo ese irresponsable contrato, se deberá respetar, abonando la cláusula de rescisión. Pero esto no es lo mismo que los “laburantes” de Télam, grandes profesionales de este oficio, a los que echaron y algunos lo justifican diciendo que “se les pagará su indemnización”.

De la cláusula de rescisión de Sampaoli, y del contrato irresponsable que se firmó con él, se habla desde aquí porque francamente cuesta creer que se pueda sostener en el cargo después de haber cometido tantos errores juntos y con todo el descrédito a cuestas, de los aficionados, de los dirigentes que le sueltan la mano, pero también de sus dirigidos. Cuesta imaginar una etapa de recambio y un proyecto a largo plazo, cuando algunos de los jugadores jóvenes de los que habla Sampaoli vivieron esto desde adentro y por ahí ya le perdieron el respeto.

Y eso que Sampaoli tuvo varias posibilidades en el propio Mundial de volver de sus desatinos. Contó con más revanchas que varios de sus colegas encumbrados.
Los técnicos siguen siendo en el fútbol más decisivos por sus errores que por sus aciertos. Sus equivocaciones suelen ser como las del arquero. Fatales.

Muy pocas veces el Mundial te da revancha e incluso segundas o terceras oportunidades, y si volvés a fallar capaz que tenés que replantearte todo. Sampaoli, por ejemplo, cometió muchos errores no forzados de entrada en este proceso y en este Mundial. Y volvió a tener chances, y volvió a equivocarse. Argentina estuvo al borde de la eliminación en primera ronda, se salvó en la agonía. Una formación sin juego en el medio contra Islandia, otra sin equilibrio ante Croacia. La insistencia con Salvio, la inexplicable ausencia de Lo Celso que hasta 5 minutos antes del comienzo del Mundial era número puesto. No usar a Dybala, jugador habituado ya a citas internacionales comprometidas y sí poner a Meza, con 0 experiencia en competencias de este tipo …

Contra Francia otra vez se le ocurrió una excentricidad, la entrada de Pavón y la ubicación de Messi como “falso 9”. La variante fue para explotar, supuestamente, que los laterales eran lo más endeble de Francia. Entre los dos construyeron un golazo, justamente al aprovechar las grietas de los laterales argentinos. Quedaron Pavón y Di María para tirar centros. No había un 9 para cabecear. Y el “falso 9” estaba perdido y devorado por Pogba y Kante. Ya está. Afuera. La diferencia entre un equipo y otro fue abismal pero casi en el final Sampaoli tiene otra revancha más. No suele pasar tantas en un Mundial. Menos que no aproveche ninguna.

Su destino parece sellado. Pero la cláusula millonaria irresponsable, de la que no se hará cargo el hombre del habano, hasta ahora lo retiene. Cuesta descifrar el final de la historia.

@vitomundial