Policiales

“Hackers” al servicio de la ley: cómo se investiga el cibercrimen

El Ministerio Público Fiscal en Mar del Plata cuenta con dos peritos informáticos que asisten en diferentes investigaciones de pedofilia, acoso virtual, estafas y fraudes.

por Juan Salas

@juasalas

En internet sucede todo, en todos lados, todo el tiempo. Desde informarse de lo que pasa en un país remoto como Birmania, comprar cualquier artículo impensado en oferta, hallar el amor en un sitio de citas o conseguir pornografía infantil, órganos humanos, drogas, armas o un sicario. Lo que sea a algunos clics de distancia.

En mayo, un hombre de 38 años fue detenido en su casa del barrio El Progreso por distribuir pornografía infantil por internet. Días después un delincuente que había asaltado un supermercado fue descubierto al publicar en Facebook para vender un celular que había robado a una de las víctimas. Los dueños de la agencia de viajes Kazper llegarán a juicio acusados de haber estafado a clientes y utilizado sus tarjetas de crédito en compras por internet.

A medida que avanzan los usos de internet se han reconfigurado delitos que requieren nuevos abordajes y, en Mar del Plata, el Ministerio Público Fiscal cuenta con dos peritos informáticos para asistir en diferentes investigaciones.

Para entender cómo impacta el cibercrimen en Mar del Plata, la Fiscalía de Composición Temprana de Conflictos tramita unos 50 casos de distribución y tenencia de pornografía infantil y la Fiscalía de Delitos Económicos, este año, tuvo un incremento de un 40% en las causas de estafas y fraudes, principalmente vinculadas a internet.

Sherlock Holmes 2.0

Santiago Trigo es ingeniero informático, experto en seguridad y perito informático del Ministerio Público Fiscal, su trabajo es investigar a los “crackers”, esas personas que utilizan internet para romper la ley.

Trigo es consultado para investigaciones en las que un sistema informático es el atacado -como por ejemplo el hackeo de una cuenta de mail-; cuando la informática es el medio para la comisión de un delito -como puede ser amenazas o acosos por redes sociales- o cuando la informática es el medio probatorio de un delito -usar el localizador de un celular robado para dar con el delincuente-.

Además de los peritos informáticos, hay fiscalías que tienen personas que se han especializado con el tiempo en investigar delitos vinculados a la informática, como es el caso de la instructora judicial de la Fiscalía de Delitos Económicos, Sabrina Lamperti, quien investiga los casos de estafa y fraude por internet.

Ambos profesionales integran InFo-Lab, un grupo de investigación en informática forense y sistemas operativos integrado por representantes del Ministerio Público Fiscal, la Municipalidad y la Universidad Fasta.

Pornografía infantil por internet

Internet también puede ser un mundo siniestro en el que menores están expuestos a pedófilos que pueden contactarlos por redes sociales -grooming- y convencerlos para eventuales encuentros personales o para hacerse con pornografía infantil -fotos o videos-.

“El acosador y el ‘groomer’ tienen varios objetivos, uno es el abuso y el contacto físico con menores, otro es la distribución de pornografía infantil, porque para acceder a ese tipo de portales, les exigen para ser miembro aportar material nuevo, es decir generarlo”, explicaron los profesionales.

En cuanto a la investigación para detectar pornografía infantil en internet, el National Center for Missing and Exploiting Children (Ncmec) es un organismo que tiene convenios con diferentes entidades -como puede ser el FBI o Interpool- y con empresas vinculadas a internet -Google, Facebook y otras- para que reporten cada vez que se suba o distribuya material de pornografía infantil.

De esta manera, el Ncmec recopila todas estas denuncias e informaciones y, con el IP (Internet Protocol) correspondiente, se ponen en contacto con el país de origen para que pueda iniciar una investigación penal.

“Cada país tiene un rango específico de IP, y al no poder haber dos direcciones de IP iguales se puede identificar de esta manera al usuario”, explicó el perito en informática Trigo.

En Argentina, el organismo que tiene un convenio con el Ncmec para investigar estos delitos es el Cuerpo de Investigación Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que, al recibir la información, chequea de qué ciudad es el IP correspondiente y deriva el caso.

“Existen diferentes tipos de reportes, puede ser de emergencia, que es cuando un menor está realmente en riesgo o de exposición, que no hay riesgo para el menor pero sí hay una vulneración”, dijo Trigo y agregó que estos reportes “determinan la prioridad del informe y marcan cuán urgente es atacarlo”.

La pornografía infantil es un negocio en internet, Trigo explica que “el material inédito se canjea por cripto moneda, que es la moneda corriente para estos casos”, aunque aclara que “también hay negocios legales con esa moneda”.

Tal vez internet no sea la utopía que alguna vez dijeron, pero mientras se la navega inconscientemente, sin saberlo hay una disputa constante en sus niveles más oscuros, entre hackers al servicio de la ley y cibercriminales.

— Internet, ese universo que puede ser el infierno

Internet se convirtió en la representación del infierno de Dante, en el que a mayor profundidad, más la oscuridad o el mal que uno puede encontrar.

Se le dice red superficial a todo aquello que está indexado a un buscador de internet (como puede ser a Google) y, en cambio, todo lo que no está en esa internet superficial se conoce como deep web (internet profunda).

“La deep web no es un mundo donde solo habitan delincuentes, hay un montón de información totalmente lícita”, aclaró Trigo y agregó: “Después existen otros mundos, varios subniveles en la deep web que permiten o garantizan ciertos tipos de características para el que está navegando y en esas fases más profundas, la dark web, es donde puede estar la actividad ilícita”.

El perito en informático prefirió no dar detalles para no realizar “docencia a criminales”, pero aseguró que “existen formas de investigar la dark web, no es algo imposible”.

“La realidad es que muchas veces uno se puede anticipar a la innovación de la delincuencia. Podría llegar a identificar cuál va a ser el nuevo mecanismo o modus operandi, pero muchas veces estamos atrás y tenemos que descubrir primero un caso para conocer una nueva forma de delito”, explicó la instructora judicial Lamperti, quien destacó los avances en investigación académica que se realizan en Info-Lab.

Te puede interesar

Cargando...
Cargando...
Cargando...