“Es muy baja” la posibilidad de que puedan regresar antes, dijo el intendente Guillermo Montenegro, principalmente por el peligro de derrumbe que provocó el fuerte incendio. Cinco dotaciones de Bomberos siguen trabajando en el lugar.
Para las casi 150 personas evacuadas a partir del fuerte incendio que arrasó sobre la distribuidora Torres y Liva, “es muy baja la posibilidad de que puedan volver a sus casas antes del miércoles”, afirmó el intendente Guillermo Montenegro, respaldado por el jefe de Bomberos, Alberto Gabba, y el responsable de Defensa Civil Rodrigo Goncálvez.
Los fuerte daños producidos, la continuidad del peligro de derrumbe y los focos ígneos que todavía persisten en el lugar de los hechos, llevaron esta mañana a las autoridades a tomar medidas de seguridad que implican ciertos recaudos.
El jefe de Defensa Civil no ocultó su asombro por lo ocurrido. “Es un hecho histórico, un acontecimiento de una magnitud considerable”, dijo y pidió a los “vecinos curiosos” que se acercan al lugar a observar y sacar fotografías, que “sean respetuosos del trabajo del personal” y permitan su circulación sin obstruir el paso.
“Estamos en un proceso de investigación”, confirmó Goncálvez, seguido por el intendente Guillermo Montenegro, quien señaló que “todavía no puede entrar a muchos lugares por el riesgo de derrumbe y por haber una investigación en curso”.
Los vecinos damnificados “podrán retirar sus pertenencias acompañados por bomberos y policía, pero hay peligro de derrumbe”, indicó el jefe comunal y precisó que se evaluarán los daños provocados, aunque “algunos edificios no podrán volverse a habitar”. “Va a ser difícil que puedan regresar a sus casas antes del miércoles”, aseguró.