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La Ciudad 5 de febrero de 2024

Hay un 50% más de autos de Uber y los taxis viven el “peor verano en 20 años”

El consumo "gasolero" y el aumento de conductores de las aplicaciones, muchos de ellos provenientes de otras ciudades, resultó "letal" para taxistas y remiseros. En el sector hay fuerte preocupación. "La consecuencia es devastadora", advierten.

Esta temporada se alcanzó un punto crítico en el conflicto que hace más de cinco años mantienen los taxistas y remiseros con las plataformas de transporte. En éstas, no para de crecer el número de conductores y desde enero hay al menos un 50% más de personas que trabajan con su auto en la ciudad. En contrapartida, sumado a un consumo “gasolero” de los turistas por el contexto económico, los taxistas exhiben “consecuencias devastadoras” y aseguran estar viviendo “el peor verano en 20 años”.

El debate entre si el funcionamiento de Uber y Cabify es legal o no, parecía haber pasado a un segundo plano. “Hay una ordenanza que establece que es ilegal”, remarcan los taxistas, mientras que el municipio decidió no reforzar los controles ni perseguir a los conductores de las plataformas, y tanto turistas como marplatenses se suben cada más frecuentemente a estos autos y menos a los vehículos con licencia para trasladarse.

Según pudo saber LA CAPITAL, hasta diciembre había unos 800 autos activos en Mar del Plata de la plataforma Uber. El movimiento turístico de la temporada alentó a muchos vecinos a sumarse a trabajar en la aplicación, pero además, un número importante de conductores de otras localidades y provincias llegó para hacer viajes.

Desde que empezó enero hay, al menos, 1.200 autos activos las 24 horas en Mar del Plata sólo en la mencionada plataforma de transporte, a la cual se suma Cabify, con una menor aunque significativa cantidad de conductores. Se estima que hay alrededor de 2.000 vehículos que brindan este servicio entre ambas plataformas.

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Incluso, hay diariamente entre 60 y 80 motovehículos que brindan el servicio de Uber Moto. Ese servicio es relativamente nuevo en la ciudad y aseguran que viene funcionando “muy bien” y con elevada demanda. Insisten en la necesidad de que los conductores porten casco adicional para los pasajeros.

Entre los taxistas y remiseros hay enojo, preocupación e incertidumbre. Raúl Vicente, referente de la Sociedad de Conductores de Taxis, advierte que las consecuencias son “nefastas” y que la temporada 2024 “es la peor de los últimos 20 años”.

“La temporada está atravesada por las medidas del nuevo Gobierno, a partir de las cuales muchas familias desistieron de salir de vacaciones o lo hicieron por menos días. Todos se cuidan al extremo con los gastos y las expectativas se vieron frustradas“, dijo.

Para los taxistas “es el peor año de las últimas dos décadas”. La rentabilidad, comparan, es incluso “peor que en el verano de la pandemia”.

“El intendente permitió descaradamente el funcionamiento de las aplicaciones de transporte. Con la orden de dejarlos trabajar sin control, nos vimos invadidos por miles de autos particulares, en una gran mayoría de Capital Federal, que levantan viajes en toda la ciudad sin que nadie los controle ni los castigue”, graficó Vicente.

Taxi

Fuentes ligadas a la actividad de Uber en la ciudad confirmaron a LA CAPITAL que este verano ha llegado una significativa cantidad de conductores, buena parte de ellos ya con años de experiencia en la plataforma. Provienen principalmente de Buenos Aires, pero también de Tucumán, Santiago del Estero, Córdoba y hay, también, un grupo de unos 15 trabajadores venezolanos.

De esta manera, en verano, alrededor de 2.000 autos particulares trabajan con plataformas de transporte, frente a las 2.147 licencias de taxis y 715 de remises disponibles todo el año.

“Destruyeron el trabajo”

Entre los taxistas y remiseros hay un fuerte enojo. Luego de años de trabajo, trámites, impuestos, peleas por las tarifas y de invertir en sus autos para adecuarse a la normativa vigente, deben competir con más de 1.200 autos que brindan un servicio similar, pero sin pagar tasas.

“Los taxistas y remiseros esperábamos tener una buena temporada, pero con esta competencia desleal es imposible”, plantearon desde Servitaxi.

“Las autoridades municipales decidieron hacer beneficencia con las ganancias que pensábamos tener los taxistas”, cuestionan en el sector y advierten: “Estamos muy cerca de quedar fundidos. La filosofía del libre mercado tiene consecuencias devastadoras”.

En este sentido, Raúl Vicente trazó un paralelismo entre su actividad y las reformas propuestas dentro de la ley ómnibus para la actividad pesquera.

“Lo que pasó con nuestra actividad, hoy destrozada por el crecimiento exponencial de autos dedicados al transporte de personas, es lo que sucedería si se permite que un ilimitado número de buques de bandera extranjera venga a depredar nuestro mar. La consecuencia es catastrófica, no solo para el puerto sino para toda la ciudad”, comparó Vicente y alertó a la gente del Puerto: “Defiéndanse ahora que pueden, porque después va a ser tarde”.

¿Más barato?

En un escenario atravesado por el ajuste y la inflación, turistas y marplatenses buscan alternativas económicas para alojarse, ver espectáculos, pasear, comer e incluso trasladarse.

La tarifa de taxis es estándar y se incrementó en los primeros días de enero: la bajada de bandera cuesta $975 y la ficha, que cae cada 160 metros, $65. La tarifa nocturna, que se paga entre las 22 y las 6, es de $1.170 para el inicio del viaje y de $78 para cada 160 metros de recorrido.

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Uber y Cabify siguen una lógica diferente: los “precios dinámicos” responden al modelo de negocio que las apps utilizan cuando la demanda de viajes excede el número de conductores disponible. Es decir, la tarifa queda definida por la oferta y demanda.

Pasajeros frecuentes de estas aplicaciones aseguran que el servicio “en general es bastante más económico” que el taxi o el remís. “Te ahorrás hasta un 30% en algunos casos”, aseguran luego de usarlo este verano.

Sin embargo, los taxistas advierten no solo que el servicio “es ilegal”, sino que también “resulta más caro”. En ese sentido, afirman que “los chicos que a la noche viajan a los paradores del sur para divertirse pagan en estas plataformas 7.000 u 8.000 pesos, pero a la vuelta les cobran no menos de 15.000 y ahí pierden, les cuesta más”.


El valor de las licencias, por el suelo: “Parece un remate”

El valor de las licencias de taxis ha experimentado un notable deterioro en los últimos años, pasando de cotizarse en miles de dólares a apenas unos pocos cientos. Muchos trabajadores de la actividad han dejado de encontrar rentabilidad en su negocio.

A modo de referencia, a finales de los años noventa, una licencia de taxi superaba los 20.000 dólares, un valor que se desplomó durante el estallido socioeconómico del 2001 y que fue recuperándose gradualmente. En 2012, alcanzó su punto máximo, llegando a cotizarse hasta los 24.000 dólares en algunos casos.

Taxi

La disminución en el valor de las licencias es un fenómeno global y tiene una explicación sencilla. A un mercado hasta hace poco monopolizado por taxis y remises, se sumaron actores fuertes, como Uber o Cabify.

Desde que Uber comenzó a funcionar en Argentina en 2016, la tendencia se revirtió y el valor de las licencias de taxis se desplomó. Hasta hace unos años, se comercializaban por entre 5000 y 7000 dólares, mientras que hoy, en 2024, se venden por 3000 dólares o menos.

“En este momento parece un remate. La licencia tiende a valer cero”, advirtieron desde la Sociedad de Conductores de Taxis, lamentando la “destrucción” de su valor.

Sin embargo, los taxistas comprenden la situación: “Si se permite el transporte de personas con autos ilegales, ¿por qué pagar tasas municipales y cargas? Nadie controla”.

Incluso, según lo que ha podido saber este medio, hay titulares de licencias a quienes les resulta poco rentable tener un taxi y ni siquiera lo han dado de baja, ya que el proceso requiere trámites municipales y pagos.