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Policiales 23 de abril de 2019

Hay un sobreseído en la causa de la secta yoga: era más víctima que imputado

Se trata de uno de los hijos de la pareja sindicada como los líderes, Eduardo Nicosia y Silvia Capossiello. La Justicia entendió que siempre fue una víctima, pese a ser en la actualidad un hombre adulto.

En el último tiempo, la secta funcionaba en el Hotel City, ubicado en Diagonal Alberdi al 2500.

Un hijo de Eduardo Nicosia, el acusado de liderar desde su rol de gurú de la yoga una organización criminal de trata de personas, abusos sexuales y torturas, fue declarado no punible al establecerse que todos sus actos en un principio definidos como delitos fueron una consecuencia de su situación de sometimiento.

Descendiente de Nicosia y de Silvia Capossiello, el hombre -cuya identidad a partir de este momento deberá omitirse por razones de protección jurídico-social- fue sobreseído por el juez Santiago Inchausti una vez que se obtuvo diversa documentación que acreditaba su nacimiento dentro de la “secta”.

Tanto para el juez como para el fiscal Nicolás Czizic la situación del imputado es la prevista en el artículo 5 de la ley de trata, que dice que “las víctimas de la trata de personas no son punibles por la comisión de cualquier delito que sea el resultado directo de haber sido objeto de trata”.

En los primeros días de julio del año pasado, el Hotel City de Mar del Plata, propiedad de la cooperativa integrada por todos los miembros dominantes de la secta yoga, fue allanado por la Justicia Federal. La denuncia presentada por una hija de Nicosia sobre abusos sexuales, torturas y esclavitud avanzó a tal punto que, para el fiscal Czizic y el juez Inchausti, estaba probado el accionar de la organización.

Según el expediente Nicosia (actualmente de 72 años) era conocido como Swami Vivekayuktananda, un gurú de alta jerarquía espiritual que comandaba un sistema de captación de personas. Durante las últimas 4 décadas, tanto en Mar del Plata como en Buenos Aires y en Venezuela, había ideado un método para retener personas bajo sus influjos, desapoderarlas de propiedades y someterlas sexualmente.

En ese contexto, del cual Capossiello era una pieza clave, Nicosia tuvo 15 hijos, 13 de ellos con mujeres a las que luego obligaba a casarse con otros miembros de la congregación. Eso producía como resultado que los niños tuvieran una filiación falsa.

Además de la pareja, la Justicia identificó a cuatro hombres con roles plenamente comprobables para conseguir la finalidad buscada. Uno de ellos Sinecio de Jesús Coronado Acurero -mano derecha de Nicosia desde la década del ’70-, Luis Fanesi (conserje del hotel City), Fernando Velázquez (psicólogo especializado en detección de vulnerabilidades) y el ahora sobreseído.