Policiales

Matan de un disparo en el rostro a una jubilada en un edificio

Los investigadores creen que fue asesinada en el elevador y arrastrada hasta un cuarto de depósito de la planta baja. La víctima tenía 77 años y vivía con un marido con problemas seniles. El robo es uno de los móviles investigados, pero no se descarta algún conflicto en el círculo más cercano a la pareja.

 

A Susana Irene Yas (77) alguien la mató de un disparo en la cara cuando estaba dentro del edificio donde vivía con su marido, un hombre enfermo y con problemas para comprender la realidad. Alguien la atacó en el ascensor, de madrugada, y luego la ocultó en un pequeño cuarto de la planta baja. Alguien se fue como entró, sin levantar sospechas. Como un fantasma. Como si conociera en profundidad a la pareja o supiera sus movimientos.

El homicidio fue el quinto en los primeros 12 días del año, un número alarmante si bien en casi todos los casos el contexto fue el conflicto entre personas conocidas. El fiscal Fernando Castro, junto con personal de la DDI y de la comisaría cuarta, no descartaron que el crimen de Yas se haya producido en ocasión de robo. Sin embargo, trascendió que existe una hipótesis que enfoca la investigación al círculo más próximo a la mujer.

El estudio de la escena del crimen por parte de la Policía Científica reveló, extraoficialmente, que la persona que mató a Yas habría perpetrado el ataque dentro del ascensor, donde se hallaron rastros de sangre, no así en el departamento del primero piso. Allí, en el pequeño inmueble, los investigadores se sorprendieron al abrir la puerta a las 19 de este sábado: estaba el marido de Yas sin tener noción de lo sucedido durante la madrugada.

El móvil del robo fue lo primero que se presentó como posible a ojos de los investigadores, en particular después de observar cierto desorden en el departamento. Pero llamó la atención que el hombre estuviera sin lesiones, con un costoso reloj en su muñeca. Una fuente indicó a LA CAPITAL que se habría encontrado dinero que, obviamente, no fue sustraído. Los teléfonos de la víctima y su marido no estaban.

Susana Irene Yas.

Madrugada sangrienta

Los peritos calcularon que todo ocurrió entre las 0 y las 4 de ayer dentro del edificio de Chaco al 1000. Al no existir cámaras de seguridad ni testigos directos no se conoce con precisión el horario, pero los primeros informes forenses acotan el momento del asesinato.

Lo que investiga ahora el fiscal Castro es si Yas, una mujer que vivía hace poco más de 1 año en ese edificio, fue sorprendida por una persona en el ascensor o en el mismo departamento. Lo cierto es que quien la asesinó actuó en el elevador, donde pudieron verse salpicaduras de sangre.

La mujer fue arrastrada desde allí hasta un pequeño cuarto de la planta baja, ubicado junto a una escalera, que sirve como pequeño depósito. Un vecino al ver un leve charco de sangre debajo de la puerta descubrió el cadáver y lo comunicó a la policía en horas de la tarde.

De acuerdo a la primera evaluación del cuerpo, Yas tenía una severa lesión en el rostro, con fractura de huesos faciales y una herida circular compatible con un disparo de arma de fuego. No había orificio de salida y la autopsia, a realizarse este domingo, confirmaría la etiología. Anoche ningún testigo había referido escuchar alguna detonación.

La lógica investigativa, junto al aporte pericial, descarta que el ataque se produjera en el departamento, porque eso hubiera dejado rastros y además hubiera provocado alguna reacción del hombre, más allá de su incapacidad para comprender la realidad por razones seniles.

Los motivos

Las causas del homicidio son una intriga por estas horas, aunque no puede escapar de dos opciones: el robo o cuestiones personales.

Yas solía tocar la guitarra y al hacerlo con algunas vecinas comentaba que tenía temores de que le pasara algo. Tomaba ciertos recaudos al salir a la vía pública, además de no hacerlo por mucho tiempo por la condición mental y clínica de su marido.

Respecto a la posibilidad del robo no se descarta por faltantes que había en el departamento y ahora es materia de investigación si la víctima había efectuado recientemente una extracción de dinero en moneda extranjera.

La operación de autopsia revelará con qué arma fue ultimada la mujer, un dato que no es menor, según indicaron las fuentes consultadas por este medio.

Los investigadores revisaron una camioneta Renault Duster estacionada en la avenida Libertad y que pertenecía a la víctima.

 

 

 

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