El hombre de 53 años sorprendido el miércoles mientras pretendía incendiar un medidor de luz del centro de la ciudad fue acusado formalmente de ser el autor del incendio que destruyó la distribuidora Torres y Liva y un edificio de departamentos el pasado domingo.

“Hay elementos de prueba gravísimos, muy incriminatorios. La Justicia de Garantías dictó la detención por el primer hecho de daño pero el aprehendido no declaró a la espera de pericias psiquiátricas. Finalmente se confirmó que estaba en condiciones de declarar y además yo pedí la detención por el incendio en Torres y Liva. Se le ofreció declarar y optó por no hacerlo”, dijo el fiscal Juan Pablo Lódola.

El detenido es una persona en situación de calle desde el año 2002, sin antecedentes penales y fue identificado Nestor Gustavo Arrativel (53).

Los datos se conocieron en una conferencia de prensa realizada en la sede de la DDI Mar del Plata, dependencia policial que tiene a su cargo la investigación y fue encabezada por el fiscal Lódola y también participó el secretario de seguridad, Darío Oroquieta.

Lódola brindó una cronología de los datos de importancia investigativa desde horas después del incendio. “Cuando sucede el hecho el día domingo comenzó a investigar una fiscalía de Delitos Culposos, porque estos hechos suelen suceder de esa manera. Cambia la situación desde el día lunes a las 10 de la mañana, Bomberos y Policía Científica descubren por calle Rivadavia, una caja de seguridad de EDEA, descubren que había un artefacto casero, compuesto por una vela común, envuelta en nailon y enrollada en un hilo de algodón”, comenzó.

“Al personal le llama la atención y luego confirmaron que era para iniciar un incendio. Este dispositivo es de retardo, porque permite encenderlo de manera manual pero retarda el fuego.  La caja de EDEA, por detras de la pared, da a una caja de electricidad que es la principal de Torres y Liva. Eso esta en una oficina, contigua a todo el depósito de cosas altamente combustibles. Policía Científica y Bomberos determina, sin lugar a dudas, que el foco de incendio se inicia ahí”, continuó.

“Ese mismo día, el lunes, se levantaron imágenes 60 cámaras de seguridad y todavía no están todas evaluadas. Asimismo EDEA realizó una denuncia por una modalidad similar, 13 hechos desde el mes de junio, y el último de ellos fue el 16 de diciembre, un día después del incendio de Torres y Liva. Esta denuncia que se presentó el 4 de diciembre -debió luego ampliarse por el último episodio- fue elevada el 12 de diciembre. Todos los hechos tienen la misma modalidad, con un patrón común, casi todas en lugares comerciales”, explicó luego.

Lódola prosiguió con el detallado relato al decir que “todos esos casos fueron en el microcentro y a partir de esos datos se empezaron a analizar las cámaras, y la del cine Ambassador muestra a una persona que a las 5 de la mañana del 30 de noviembre camina lentamente hasta que se detiene, se agacha y se ve que se prende fuego. Esa persona arrastra una valija con ruedas y luego se ve que se retira. Luego se lo filma por la Peatonal San Martín”.

“Todo se precipita -dijo Lódola- en la madrugada de ayer, cuando un sereno llama a la policía y avisa que una persona que estaba allí caminando, arrastrando unas valijas,  se acercaba a los medidores de EDEA. El testigo se acerca y ve que es la misma persona que la semana anterior había prendido fuego los cables de un medidor. Este sereno en ese momento no hizo la denuncia porque casi no hubo daños. Pero en la madrugada de ayer ve pasar a la misma persona, ya con la noticia del incendio del domingo y con un compañero del trabajo que le había dicho que el lunes 16 había visto nuevamente incendiar la caja de EDEA. Entonces personal policial lo demoró, lo aprehendió y consultó a tres fiscales, el de turno, conmigo y la doctora Trill, de la temática de delitos menores”.

“Esta persona fue trasladada a la DDI y convocamos a bomberos para que analizaran los elementos que le habían secuestrado. Y entre ellos había 9 encendedores, varias cajas de fósforos, bolsas de nailon, herramientas de mano, eso lo puede tener todo el mundo, pero lo que llamó la atención fue que eran elementos que se correspondían con el dispositivo que no funcionó en Torres y Liva. Ese dispositivo de la vela, un nailon e hilo enrollado coinciden con lo que tenía el detenido. Fue determinado por Bomberos y requiere por supuesto una pericia definitiva”, señaló el fiscal.

También se agregaron elementos más contundentes que incriminan al hombre: cartas y manuscritos que tenían de leyendas, frases, como la dirección de Rivadavia y 20 de septiembre o “Estoy cansado de tus amenazas, Nazi” y “Pasar por Rivadavia e incendiar”. “Hay una presunción importante, pero la posesión de esas cartas nos hacen pensar directamente a la autoría”, “explicó Lódola.

También en poder del hombre en situación de calle un croquis e instructivo de cómo armar ese dispostivo. “¿Qué otra persona podría tenerlo sino el autor? Es un indicio gravísimo”, concluyó Lódola.

El incendio en la distribuidora Torres y Liva se inició en la noche del domingo en los medidores de luz ubicados sobre la calle Rivadavia entre 14 de julio y 20 de septiembre. Las llamas se propagaron rápidamente y arrasaron no solo con las instalaciones de la firma comercial sino también con el edificio de departamentos que compartía el cuarto de manzana.

Pese a que no se reportaron heridos ni víctimas fatales los daños materiales se calcularon en  varios millones, no solo por los inmuebles sino también por la mercadería.

Las primeras averiguaciones realizadas en el lugar, junto a la inspección ocular de Bomberos, logró determinar que en los medidores se habían colocado dispositivos incendiarios de retardo.

En la madrugada del miércoles fue detenido Arrativel (53)un ciudadano en condición de calle cuando pretendía incendiar un medidor de luz en la Galería Sao.

NOTICIA EN DESARROLLO