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Policiales 15 de marzo de 2025

Investigan el rol de los policías de la comisaría cuarta en la fuga del preso

El fiscal Alejandro Pellegrinelli abrió una causa para determinar si hubo corrupción o negligencia en el escape de Carlos Saúl Leguizamón ocurrido el lunes pasado en el Hospital Interzonal General de Agudos.

La insólita fuga del preso Carlos Saúl Leguizamón dejó otra vez en evidencia, esta semana, el nivel de precariedad y decaimiento que abarca casi por completo los sistemas penitenciario y policial en Mar del Plata.

Si bien el hombre de 34 años -un delincuente de poca monta con varias condenas encima por delitos menores, pero al que la Justicia declaró “reincidente”- fue recapturado horas después de su osadía, el caso en sí puso nuevamente, y por tercer mes consecutivo, a efectivos en el ojo del fiscal Alejandro Pellegrinelli.

Sí: quien deberá investigar el accionar de los miembros de la comisaría cuarta a los que se les escapó este ladrón es el mismo que tiene a su cargo las causas por los crímenes de la oficial Guadalupe Mena, que habría sido asesinada por un propio compañero de la fuerza, y de Matías Paredes, el joven al que cinco policías emboscaron y mataron en un operativo absolutamente ilegal.

Los hechos mencionados ocurrieron en enero y febrero, respectivamente. Ahora, en marzo, a Pellegrinelli le tocará averiguar cuál fue el rol de las autoridades de la seccional ubicada en Alberti y Chile a la hora de trasladar a Leguizamón al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), del que se escapó en medio de un ataque de asma de uno de los efectivos que lo custodiaba.

Vale recordar que el delincuente estaba detenido en la Unidad Penal de Batán desde el 25 de enero, por orden de la fiscal de Flagrancia, María Isabel Sánchez, en el marco de una investigación por los delitos de “hurto” y “encubrimiento” en la que está imputado. El lunes, tras aducir una dolencia en un oído, solicitó ser atendido por un médico.

Es entonces cuando comienza la cadena de precariedad, incompetencia y/o corrupción que debe ahora descular Pellegrinelli. Porque lo que ocurrió fue que el recluso dijo entonces que una cucaracha se le había introducido en la oreja y la jueza de Garantías, Lucrecia Bustos, autorizó su traslado al HIGA para que se intensificara el tratamiento de salud, dadas la complejidad del asunto y las escasas herramientas para su revisión en el área de Sanidad del penal.

Al momento que se oficializara el permiso para llevar a cabo la diligencia, se dispuso que la misma la realizara personal de la comisaría cuarta. Como entonces Leguizamón se hallaba en Tribunales y no en la cárcel, se decidió que fuera conducido al nosocomio desde allí, en vez de que retornase a Batán.

Lo que ocurrió entonces es lo que ahora debe dilucidar Pellegrinelli en una nueva causa judicial que abrió. El delincuente pasó la tarde del lunes entre la guardia del hospital y la Unidad de Pronta Atención (UPA) Nº 13, emplazada enfrente. Los profesionales lo derivaron entre una y otra dependencia hasta que, en medio de un acto que ahora será investigado para determinarse si fue propio de negligencia o complicidad, el policía que lo custodiaba se distrajo.

Entonces, Leguizamón logró deshacerse de las esposas que llevaba colocadas y salió corriendo hacia la avenida Juan B. Justo, por donde todos lo perdieron de vista, ya en la oscuridad de la noche. En ese momento, a uno de los uniformados que participaba del operativo le dio un ataque de asma, por lo que tuvo ser asistido por los mismos médicos del hospital.

El insólito episodio fue comunicado al fiscal de turno, Alejandro Pellegrinelli, quien inició una nueva causa caratulada “Evasión”, pasadas las 21 de este lunes. Personal de todas las fuerzas buscó al prófugo en distintas zonas de la ciudad y finalmente lo recapturó el martes al mediodía en el barrio Las Heras.

En el procedimiento hubo un tiroteo y Leguizamón recibió un disparo en un tobillo. Al comparecer ante el fiscal en Tribunales, asistido por el defensor oficial Ricardo Mendoza, ratificó su declaración de que una cucaracha se le había introducido en el oído en la cárcel, a modo de justificación de su fuga. Posteriormente, el investigador ordenó que fuera nuevamente trasladado a la Unidad Penal, donde continuará detenido mientras siguen su curso todos los expedientes en los que aparece imputado.

Por otra parte, Pellegrinelli abrió, como se explicó antes, una nueva causa judicial en la que buscará determinar si existió complicidad y hubo corrupción de los efectivos de la seccional citada en la fuga del convicto, o si el insólito escape se debió a la cada vez más recurrente negligencia policial que parece caracterizar a estos tiempos.