Días atrás hubo un robo de un tanque en la periferia sur de la ciudad. Un tanque de agua. Un botín incómodo y magro, aunque para sus propietarios, relevante. Lo que debía quedarse en ese hecho derivó en uno mayor, ya que un hombre y su sobrino fueron secuestrados en venganza a esa situación.

La fiscal Andrea Gómez detuvo a una mujer, a su novio y a la madre de éste por el delito de privación ilegal de la libertad pero tiene serias dudas sobre cómo sucedieron los hechos denunciados por las dos presuntas víctimas.

La historia se inició el lunes a las 21.45 cuando un joven de 22 años y su tío de 38 fueron retenidos en una vivienda del barrio San Antonio. Durante varias horas estuvieron sin posibilidades de salir de allí hasta que el más joven fue liberado. De inmediato se dirigió a la comisaría y realizó una denuncia, en la que dijo que el motivo de todo el conflicto era el robo del tanque y de algunos materiales de construcción.

Esta versión inició una investigación que pudo corroborar parte de lo dicho por el joven, en especial cuando una comisión policial interceptó en la calle a su tío. La escena fue inverosímil: el hombre pedaleaba en su bicicleta y atrás lo seguía la pareja de supuestos captores en una moto.

La policía aprehendió a un hombre de 37 años y a su pareja de 36, ambos acusados de privación ilegal de la libertad agravada por el uso de arma.

En la tarde de este miércoles personal de la comisaría decimosexta allanó el domicilio donde las víctimas denunciaron haber estado secuestradas y encontró una importante cantidad de estupefacientes, además de armas de fuego.

En tanto, poco antes se había entregado en la comisaría, la madre del hombre detenido el día anterior.

Por lo pronto, madre, hijo y nuera quedaron a disposición de la Justicia, aunque se investiga si el verdadero origen del conflicto fue el robo del tanque de agua o alguna otra circunstancia oculta.