Planiscig (53) está acusado de una serie de fraudes con cheques sin fondo y depósitos bancarios falsos por importantes sumas de dinero. Los fiscales David Bruna y Javier Pizzo buscarán condenarlo por cuatro casos diferentes de estafa.
La Bóveda de la Capilla Sixtina y El David son algunas de las obras emblemáticas de Miguel Ángel, uno de los pintores y escultores más importantes del período renacentista. Unos cinco siglos después, en Nicanor Otamendi nacería un hombre bautizado con ese mismo nombre, quien se convertiría en otro tipo de artista, el de la mentira, el engaño y la estafa.
Miguel Ángel Planiscig (53) se formó como comerciante del pescado y mecánico, sin embargo encontró su verdadero talento en actividades ilegales, gracias a su carisma y su capacidad de engañar a las personas.
Luego de reunir pruebas que lo vinculan a diferentes causas de estafas, en las que Planiscig se presentaba con nombres falsos para timar a las víctimas, los fiscales de la Unidad de Delitos Económicos, David Bruna y Javier Pizzo, solicitaron llevar al “Miguel Ángel de las estafas” a juicio.
El primero de los hechos por los cuales Planiscig irá a juicio ocurrió en noviembre de 2018, cuando compró un auto Peugeot 206 con un cheque que sabía que no tenía fondos.
En esa oportunidad, Miguel Ángel se presentó ante una mujer que vendía su auto y dijo llamarse Ariel Maldonado. Luego de charlar sobre el vehículo y revisarlo, Planiscig dijo que le compraría el auto y le entregó un cheque del Banco Nación, firmado por el “Taller El Semáforo SRL” por la suma de 27.000 pesos. La mujer, para concretar la operación, aceptó el cheque, sin saber que pesaba una orden de no pagar, y le entregó el Peugeot 206 a Maldonado, es decir Planiscig.
Estafas en pandemia
En el inicio de la pandemia, en Marzo de 2020, Planiscig volvió a hacer de las suyas y presentándose como “José María” fue hasta el corralón “El Lusitano” y pidió presupuestos de materiales, por una suma de unos 230.000 pesos, para refaccionar su casa.
El comerciante encargado de realizar ese presupuesto, recordó que esa semana de marzo ese tal “José María” se presentó varios días en el corralón para pedir presupuestos de materiales y en esas idas había averiguado cuál era el CBU del lugar para poder pagar por ese medio su compra.
El 13 de marzo a la tarde, Planiscig se presentó en “El Lusitano” y le entregó al comerciante que lo había atendido toda la semana un comprobante de depósito realizado a la cuenta del corralón por 230.000 pesos, y explicó que lo había realizado en un cajero de la calle San Martín.
“José María” le dijo al comerciante que se llevaría todos los materiales que habían sido presupuestados, y le explicó que si bien se depositaría el dinero efectivamente en 24 o 48 horas, le entregaba el comprobante para agilizar así se podía llevar los materiales, ya que supuestamente en los próximos días debía embarcarse, porque era capitán de un barco que zarparía hacia el sur.
La víctima explicaría luego que el hombre se aprovechó de un momento en que había mucha gente en el local, y que le habló casi sin parar, por lo que no pudo revisar si el dinero había sido depositado y decidió entregarle los materiales para poder atender a más personas. Planiscig se llevó los materiales por una suma de 230.000 pesos y el dinero nunca apareció en la cuenta del corralón.
Depósitos que nunca se hicieron
En mayo de 2020 Miguel Ángel cayó en desgracia y tras realizar dos estafas consecutivas fue detenido, mientras diversas personas lo buscaban por su cuenta para cobrar lo que les debía.
El 12 de mayo, Planiscig se presentó en un taller mecánico que días atrás le había remolcado el auto y se interesó en comprar unas baterías, por la suma de 132.000 pesos. Para concretar la transacción, ofreció un comprobante falso de un depósito bancario, el que realizó desde la cuenta de una mujer.
El vendedor entregó las baterías y Planiscig se marchó del lugar. Al día siguiente, luego de corroborar que el depósito no se había efectuado el hombre intentó llamar a Miguel Ángel, y al no poder comunicarse cayó en la cuenta que había sido estafado.
Paralelamente a esta compra, Planiscig vio una publicación en Facebook que un hombre vendía un autoelevador por 390.000 pesos, por lo que lo contactó y le ofreció comprárselo a través de una transacción bancaria.
Planiscig fue a buscar el autoelevador y le entregó al vendedor un comprobante falso de un depósito bancario, hecho desde la cuenta de una mujer en un cajero automático del Banco Provincia. La víctima aceptó el comprobante y le entregó el autoelevador.
Los siguientes días las víctimas llamaron insistentemente a Planiscig, quien nunca prendió su teléfono. Además lo fueron a buscar a su casa, llamaron al banco para chequear el depósito y luego hicieron la denuncia. Finalmente, mientras otras personas -que no hicieron formalmente denuncia alguna- buscaban a “Miguel Ángel” la policía lo encontró y lo detuvo.
Miguel Ángel Planiscig se encuentra detenido desde mayo, el “artista” está a la espera del juicio en su contra.