La llegada de un avión sanitario a principios de octubre de 2020 para derivar un paciente con coronavirus de Mar del Plata a la Ciudad de Buenos Aires es considerada por el gobierno local un punto de inflexión en la relación con la administración de Axel Kicillof. Acusó que había sido mandado para mostrar que el sistema sanitario local estaba colapsado, por lo que se necesitaban las medidas de aislamiento que promovía el Ejecutivo bonaerense para evitar los contagios.

La Provincia, por su parte, sostuvo que la presencia de ese avión obedeció a que efectivamente no había camas de terapia intensiva disponibles en ese momento en Mar del Plata. 

Dos años después, la controversia por ese episodio volvió. En una nota en TN, el intendente Guillermo Montenegro lo puso como ejemplo de la “discriminación” de la Provincia al municipio. “Yo tuve hasta en la pandemia una foto de un avión sanitario para mostrar que no había más camas en Mar del Plata porque yo tenía una posición no de apertura, sino de convivir con la realidad de una situación que estaba viviendo la Argentina”, afirmó anoche el jefe comunal, y definió a aquel hecho como “una operación” política.

Particular manera de “discriminar” a los marplatenses: garantizando un avión sanitario para salvar una vida en pleno COVID cuando no había más camas en la ciudad… pero al intendente, que no se ocupo de nada en la pandemia, le molesta la foto. pic.twitter.com/0uvekG8Jn5

— Nicolás Kreplak (@nkreplak) October 20, 2022

El ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, no se la dejó pasar. “Particular manera de ‘discriminar’ a los marplatenses: garantizando un avión sanitario para salvar una vida en pleno Covid, cuando no había más camas en la ciudad… Pero al intendente, que no se ocupó de nada en la pandemia, le molesta la foto”, respondió con ironía por Twitter.

Desde lo del avión sanitario, el gobierno de Kicillof y el de Montenegro chocarían cada vez con más asiduidad sobre la situación sanitaria de Mar del Plata y las medidas que había que adoptar. Kicillof siempre defendió el sistema de fases, que permitía aperturas de actividades de acuerdo con la cantidad de contagios y la disponibilidad de camas, mientras que Montenegro impulsó, a través del Concejo Deliberante, un sistema propio para autorizar actividades: la Comisión de Reactivación Económica, que funcionó mientras tuvo el respaldo de todos los bloques y dejó de hacerlo cuando se retiró el Frente de Todos.