Músico, compositor, escritor, actor, fundador de la banda Jeites, Joaquín Varela o Joaquín del Mundo como se lo conoce artísticamente, vuelve a Mar del Plata con un formato íntimo y junto a un cuarteto de cuerdas.

Se trata de un show que pudo concretarse gracias a una serie de “casualidades y deseos” y del que la ciudad podrá ser testigo este sábado 12 de agosto, a las 21, en la sala Melany (San Luis 1750).

Acompañado por Juan Pablo Gez Carballo (violín y arreglos), Milagros Cepeda (violín), Belén Benavente (viola), Ernestina Cepeda (violoncello), Ciro Gargaglione (percusión) e invitados, entre los que se encuentran Victoria Varela y Francisco Halbach, Joaquín ofrecerá un viaje por las canciones más sentidas de su historia musical, desde las primeras con Jeites (2006) hasta su primer disco solista (2021).

“Son épocas jodidas, las canciones están para desahogar tanto grito silenciado, tanta impotencia” confió el artista en una charla con LA CAPITAL antes de su desembarco con este formato que soñó con su papá. “Estábamos con las ganas de armar algo parecido, seleccionar un repertorio especial de mis canciones para acompañar con una orquesta sinfónica y… soñar es el principio.. Un día tuve la suerte de que me invitaran a acompañar con mis canciones una ceremonia de casamiento y, para mi sorpresa, también habían participado a un octeto de cuerdas para sumarse en una de mis canciones. Ese día nos quedamos charlando con el director del octeto Juan Gez Carballo sobre la posibilidad de armar un acústico acompañado por un cuarteto de cuerdas… y allá vamos”, relató sobre la génesis del espectáculo.

Sobre el formato de la presentación, contó que “en principio me gusta la idea de estar solo con el público, me gusta contar de dónde vienen las canciones, me gusta sentir la intimidad de un momento que al fin llega, quiero mostrarles también dos o tres canciones nuevas que me acompañan en este tiempo, vivencias del ahora. Luego invitar a las cuerdas al escenario para adentrarnos en ese viaje que reviste con nuevas vibraciones canciones de todos mis discos. Tengo invitados de lujo. Tengo algunas ideas que espero realizar. Tengo una buena sensación…”.

-¿Qué recuerdos y reflexiones te generó revisar las canciones de diferentes épocas sobre las temáticas que abordabas, los elementos compositivos utilizados, los sentimientos volcados?

-Es una emoción muy grande ver el recorrido, llegar hasta hoy con el corazón abierto y continuar. Es un mimo para las canciones, para mí y para quienes acompañan este viaje, familia, amigos, desconocidos queridos. También siento que va a ser emotivo para los Jeites, mis primos y hermanos que fueron impulsores primarios de aquellas canciones, hay arreglos que son inseparables de las canciones cuando nacen, en este concierto se enaltecen.

-Y ¿sentís el aprendizaje? ¿Observás cambios? ¿De qué tipo?

-Siento el aprendizaje, al rato lo olvido, me caigo, me vuelvo a levantar, respiro, agradezco y sigo. Cada uno tiene su dragón interno que cuidar, entender y dejar ser, a veces ese ser interior, o como le llames está ahí para llenarte de ansiedades y frustraciones, pero al fin, ese mismo ser en equilibrio con vos, es quien te lleva en su lomo a navegar por los mundos. Ese ser es Uno mismo. Mi búsqueda, mi crecimiento, mi tarea tiene que ver con ganar más conciencia, poder enfocar en las cosas que siento me ayudan a crecer, estar presente, amando sobre todo.

-Dado tu compromiso con temas sociales y ambientales, ¿habrá algún tramo en particular con reflexión sobre la actualidad?

-Por su puesto, son épocas jodidas. Y los candidatos para elegir dan miedo. Las canciones están para desahogar un poco tanto grito silenciado, tanta impotencia. Siento que la música, el arte, el encuentro con los amigos para conversar de lo que nos sucede son espacios importantes, refugios. Por eso me gusta también proponer que la gente participe, escribiendo pensamientos en mis conciertos para ponerles música después y cantarlas.