Clubes de barrio, deportistas, vecinos y un grupo de extensión universitaria se encontraron en el predio que pretende ser vendido por el gobierno nacional y en defensa del espacio público.
Banderas, entrenamientos de varios clubes –y de diversas categorías– y el recuerdo por los 65 años que hubiese cumplido Diego Armando Maradona fueron parte de la jornada de protesta en defensa de la Canchita de los Bomberos.
La acción, organizada de forma conjunta por el club Nueva Pompeya y el grupo de extensión universitaria “Compartiendo Botines”, se realizó ayer en el predio comprendido por Florisbelo Acosta, José Mármol, López de Gomara y Ricardo Gutiérrez. También contó con la participación de clubes como Deportivo Norte y Deportivo Bomberos.
El lema que unió a vecinos, hombres y mujeres de distintas edades, además de niños, fue “La canchita no se vende, la canchita se defiende”.
“Este es un espacio público muy importante para los marplatenses y los clubes de barrio, que hacen hincapié en el deporte social y sacan a los chicos de la calle. Muchos vienen a entrenar acá porque no tienen sede física”, explicó Facundo Palacios de “Compartiendo Botines”.
Los jugadores del masculino y femenino de diversas categorías del club Nueva Pompeya también fueron parte de la movida en “defensa de un espacio histórico del barrio que hoy se encuentra en riesgo de ser vendido”.
“La actividad forma parte de una agenda comunitaria y cultural que busca visibilizar la importancia del espacio público como lugar de encuentro, juego, formación y construcción de identidad colectiva”, dijo el secretario de Cultura y Salud de la entidad, Nicolás Berg. Asimismo, destacó que “la consigna es clara: sin banderas partidarias, todo rojo y todo corazón”.
Por su parte, desde el club “Deportivo Bomberos” explicaron que “hace dos años que nos formamos y venimos a entrenar acá porque no tenemos otro espacio”, contó Facundo Stinzino.
Además, añadió que “viene gente de todas las edades, chicos desde los 10 años hasta gente grande que había dejado de jugar y ahora se reencontró con la actividad. La canchita es más que un pedazo de tierra: es memoria, es infancia, es comunidad, y se defiende con amor y con organización”.
Vecinos de la zona, como Fernando García, también dijeron presente. El hombre recordó que “esto ya lo vivimos. Nos quisieron armar acá una serie de monoblocks y logramos mantener el espacio público por el empuje y la fuerza de todos los vecinos juntos. No es una cuestión ni política ni partidaria, es solo defensa del espacio público”.
Los gastronómicos de los food trucks también se sumaron a la movilización.