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Deportes 22 de diciembre de 2025

Jóvenes de Mar de Cobo impulsan una colonia de surf inclusiva

Se trata de una iniciativa que busca garantizar que todos los chicos y chicas del pueblo puedan aprender a surfear, sin que el dinero sea un obstáculo. Funciona en el balneario La Baliza.

El dinero no es obstáculo para aprender a surfear en Mar de Cobo. Loable iniciativa.

En Mar de Cobo, el surf dejó de ser un privilegio para convertirse en una experiencia compartida. De la mano de Javier Beldarrain (35) y Franco Mestralet (33), se puso en marcha una colonia de surf inclusiva, pensada para que ningún chico ni chica del pueblo se quede sin la posibilidad de aprender.

Ambos llevan adelante la Escuela de Surf en La Baliza, ubicada en el balneario del mismo nombre -a unos 400 metros de la calle principal hacia el norte-, donde desde hace ocho años dictan clases particulares y grupales para todas las edades, tanto a residentes como a turistas. A ellos se sumaron como profes Juanse y Facundo, todos con el curso aprobado de Instructor Nacional de Surf.

Javier, nacido en Mar del Plata, es guardavidas en La Baliza desde hace diez años y vive en la localidad desde hace tres. Recuerda que cuando era chico aprender surf parecía algo inalcanzable: “Cuando nosotros éramos chicos nos parecía imposible aprender a surfear. Nadie te enseñaba, era muy difícil”.

Con esa experiencia como punto de partida y tomando otros ejemplos como uno que actualmente hay en Chapadmalal, la escuela fue creciendo año a año, sumando infraestructura y equipamiento. Incorporaron tablas soft “Maré” de 9 pies, que facilitan el aprendizaje desde la primera clase. “No importa la edad: chicos o adultos pueden pararse sobre una ola rápidamente. Eso ayuda a entender la técnica, es divertido y evita la frustración”, señala.

En ese proceso surgió la idea de crear una colonia de surf para los chicos y chicas del pueblo, con modalidad intensiva de lunes a viernes. Cuando las condiciones del mar lo permiten, las actividades se realizan en el agua; y cuando no, continúan en la Sociedad de Fomento, con ejercicios físicos, charlas técnicas, actividades recreativas o en la rampa del playón con skates y carvers.

La colonia se organiza por edades: en diciembre, jóvenes de 14 a 18 años; en enero, de 10 a 14; y en febrero, niños y niñas de 5 a 10 años, acompañados por un adulto.

“El objetivo es que nadie se quede con ganas de aprender a surfear, fomentar el amor por el mar y no vivir de espaldas a la naturaleza. Más playa y menos pantalla”, resume Javier.

Si bien existe un monto sugerido -muy inferior al valor real de unas 20 clases-, el aporte no es excluyente. Cada familia colabora con lo que puede y, si no está en condiciones de hacerlo, el o la niña puede participar igual. “Lo único fundamental es el compromiso de asistencia y la inscripción previa”, aclaran.

El formulario se encuentra disponible en los perfiles de Instagram @baliza.escuela y @baliza.surfshop. El grupo de adolescentes que se formó está muy enganchado: pasan tiempo juntos más allá de las clases, se organizan fogones al atardecer y algunos ya imaginan el surf como una posible salida laboral a futuro. Además, los más grandes acompañan a los más chicos, generando vínculos solidarios y un fuerte sentido de pertenencia. “La idea es que este lugar sea de ellos y que aprendan a cuidar el medioambiente que habitan”, destacan.

El punto de encuentro de las actividades es el local ubicado en Avenida Cobo 87, donde además, en algunas tardes, se realizan after beach abiertos a todo público, generalmente entre las 16 y las 21 horas. Con cafetería, música y DJs, la propuesta invita a compartir el cierre del día a pocos metros del mar y a seguir fortaleciendo el espíritu comunitario que impulsa el proyecto.

Además en el surfshop comenzaron a organizar “Surftrips”, una experiencia para turistas que combina clases de surf, paseos en kayak, alojamiento, gastronomía, fogones nocturnos y circuitos en la naturaleza. “Es una forma de invitarlos a vivir la experiencia Mar de Cobo, que en definitiva es el día a día de quienes residimos acá”, concluyó.