Un jurado popular consideró este jueves que el único acusado por el crimen de un anciano ocurrido en diciembre de 2022.

Los doce ciudadanos que habían sido seleccionados el último lunes dieron a conocer su veredicto al juez Gustavo Fissore después de escuchar los alegatos de las partes, y de esta forma el único detenido por el hecho recuperó la libertad.

Se trata del plomero Nicolás Ledesma, quien estaba imputado por el homicidio de Germán Román (94), cometido en su casa de Moreno, entre Funes y Olazábal. El otro sospechoso, José Luis De la Canal, murió en la cárcel meses atrás.

El caso ventilado en el debate oral se registró en la vivienda donde la víctima vivía sola, por lo que no hubo testigos que pudieran aportar información concreta. El lunes 11 de diciembre de 2022, cerca de las 9 de la mañana, un sobrino político de Román halló su cuerpo en la cocina de la propiedad, tras una visita de rutina.

El hombre, de 94 años, vivía solo y tenía hijos en el extranjero, por lo que su familiar en Mar del Plata pasaba regularmente por la casa para visitarlo y ver cómo estaba.

El informe de la autopsia realizada al cadáver fue categórico y determinó que existieron agresiones violentas y más aún si se tiene en cuenta la edad de la víctima. Otra de las conclusiones que arrojó fue el dato del lapso en el que se registró el homicidio: entre las 22 del domingo 10 de diciembre de 2022 y las 0 del lunes siguiente.

La investigación pasó, por ello, a la órbita de la Fiscalía Nº 7, entonces a cargo de Leandro Arévalo, quien estaba de turno. Más tarde, Arévalo fue reemplazado por su par Carlos Russo, quien intervino ahora en el juicio oral en el que se sentó en el banquillo de los acusados Ledesma, detenido una semana después del crimen junto a un supuesto cómplice, fallecido mientras se desarrollaba la causa penal.

El desorden en la casa y la cantidad de heridas sufridas por la víctima hicieron suponer que al menos dos asaltantes fueron los que perpetraron el violento hecho. Según el informe de autopsia a cargo del Cuerpo Médico Forense de la Policía Científica, Román murió como consecuencia de una broncoaspiración, es decir que ingresó a su vía respiratorias un caudal de sangre suficiente para impedirle respirar. Y esa sangre brotó de las lesiones punzocortantes que tenía en la región del cuello y que fueron producidas con un arma blanca que no pudo ser hallada en el lugar del crimen.

Por otra parte, el anciano mostraba dos traumatismos más que revelaron una violencia inusitada y hasta se puede afirmar que innecesaria para la capacidad de resistencia que podía tener. Una de esas lesiones es en el cuello, y es una luxación, como si el atacante le hubiera realizado una maniobra de rotación brusca para asegurarse la muerte.

También Román presentaba una fractura en la zona intercostal ocasionada, presumiblemente, por un puntapie.

Según la hipótesis de los investigadores, a Román, jubilado del Casino, le robaron dinero en efectivo. Además, los ladrones intentaron llevarse algún objeto de valor de la casa, como un televisor, pero al momento de cargarlo se les cayó al piso y se les rompió.