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Policiales 18 de abril de 2017

Juzgan a un minero acusado de dinamitar a su suegra

Frente de la vivienda donde la dinamita acabó con la suegra y el remisero: Foto: Gentileza El Esquiú.

Un minero comenzará a ser juzgado hoy en la capital de Catamarca, acusado de haber dinamitado a una mujer que se opuso a que mantuviera una relación amorosa con su hija adoptiva adolescente y a un remisero que había pasado a buscarla.

Se trata de José César Rodríguez (38), quien será enjuiciado ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOCF) de esa provincia por el “homicidio agravado por ensañamiento y alevosía” de María Justina Flores (65) y Nery Angel Santos (26).

“Vamos a solicitar la pena máxima, es un caso inédito en la historia de nuestro país”, dijo la abogada Gabriela Carrizo, representante de la familia del remisero, quien agregó que durante el juicio oral declararán unos 35 testigos.

El debate comenzará mañana a las 9 en los tribunales de la capital de Catamarca situados en Sarmiento 695, donde intervino la Justicia federal porque para cometer el doble crimen se utilizaron explosivos.

El hecho se registró el mediodía del jueves 26 de septiembre del 2013, en una casa ubicada en el cruce de Ernesto Villafáñez y 1 de Mayo de la ciudad de Santa María, situada a unos 330 kilómetros al oeste de San Fernando del Valle de Catamarca, cuando la mujer había solicitado un remís que era conducido por Santos.

“La dinamita casera fue dejada en el capó de un auto que estaba en la cochera de la casa de Flores y la mujer salió con varias bolsas, por lo que Nery bajó de su vehículo para ayudarla, si él se quedaba no le hubiese pasado nada”, contó la abogada Carrizo.

En ese momento, la mujer movió la caja en la que estaba el artefacto que se activó y explotó, tras lo cual ambos murieron en el acto.

“La explosión provocó que los restos de Flores y Santos quedaran dispersos en las afueras de la vivienda debido al poderío del explosivo”, dijo la letrada.

Pese a que en un primer momento los policías creían que la explosión se generó porque Santos manipulaba el tubo de gas de un auto averiado estacionado dentro del garaje, luego confirmaron que el vehículo funcionaba sólo a nafta y que había claros signos de la detonación de una bomba.

En la etapa de instrucción surgió el nombre de un sospechoso, el minero Rodríguez que trabajaba en la empresa mixta Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio (YMAD) en Farallón Negro, departamento Belén, a unos 115 kilómetros de Santa María.

Es que este hombre había mantenido una relación amorosa con la hija adoptiva de Flores, quien en ese entonces tenía de 16 años.

De acuerdo al expediente, la mujer se había opuesto al vínculo amoroso y, tras la ruptura, Rodríguez comenzó a planificar el atentado.

Según la abogada Carrizo, hubo siete denuncias por violencia que generaron restricciones de acercamiento por parte de Flores contra Rodríguez.

“Cuando se distanciaron, comenzaron las amenazas, ella no quería saber más nada con el imputado pero él estaba empecinado, le dijo a Flores que le iba a pegar donde más le duela”, indicó.

Según la investigación, el acusado tomó herramientas, insumos y gelo dinamita de la empresa minera YMAD con los que logró el armado del explosivo en su casa situada en Belén.