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La avenida Constitución, nueva ruta de la cerveza artesanal

Tres locales de venta de cerveza artesanal se sumarán a uno abierto hace pocos meses en la avenida Constitución. Un fenómeno que no para de crecer

Las marcas de cerveza artesanal marplatense también apuestan a la avenida Constitución. La otrora avenida del ruido ha adquirido un ritmo comercial más que importante, en una zona que ha crecido notablemente. Y las cervecerías artesanales, el boom comercial del año, apuntaron a ese lugar.

Tras haber abierto Baum, hace poco menos de un año en Constitución y Ricardo Palma, se dispone a inaugurar Antares -tres pisos- en Constitución y Juárez, es decir, a una cuadra. Esta firma incluso piensa trasladar algunas oficinas administrativas a la sede de la avenida.

En tanto, según pudo saberse, frente a Antares abriría el año próximo Gluck. Es decir, tres de las marcas líderes convivirán en apenas 100 metros.

Un poco más allá, cerca de la costa, en Constitución al 4700, se ultiman detalles para la apertura de un local de “Leprechaun”, el primero en Mar del Plata. Cuatro cervecerías en la avenida donde prácticamente ya no falta nada.

“Había una demanda en esta zona que no para de crecer y que ha cambiado su fisonomía. Hoy es una de las principales avenidas comerciales de Mar del Plata, con bancos, supermercados y locales de todos los rubros. Sólo faltaban las cervecerías”, admite ante LA CAPITAL el responsable de una firma que se dispone a cerrar una operación inmobiliaria para establecer alli el quinto local del rubro.

Como se informó días atrás, productores de cerveza artesanal de Mar del Plata afirmaron que el crecimiento anual del negocio ronda el 40%, que es una de las industrias con mayor proyección local y que representa un nuevo atractivo turístico de la ciudad, con la creación de varios corredores cerveceros.

La producción de 600 mil litros mensuales que se producen en Mar del Plata, según explicó Pablo Rodríguez -presidente de la Cámara de Cervecerías Artesanales de Mar del Plata (CCAM)- representa algo más de un cuarto de los 25 millones de litros de cerveza artesanal producidos anualmente en la Argentina y que, en este caso, se distribuyen para consumo local y nacional.

El impulso para este desarrollo en la ciudad se registró durante los últimos cuatro años, y en Mar del Plata, donde abre un nuevo bar cervecero cada dos meses, funcionan actualmente 40 cervetecas, de las cuales el 40% posee una línea de producción propia.

“Somos conscientes que la oferta, por el acelerado desarrollo de nuestra producción, va más rápido que la demanda. Por eso tratamos de alimentar este mercado y generar acciones promocionales como visitas a fábricas cerveceras, talleres sobre procesos productivos y control de calidad, o cursos de somelier”, explicó Rodríguez, quien además de liderar la cámara cervecera local es socio fundador de Antares, la firma que inició este camino habilitando su primer negocio en 1998.

Este tipo de acciones parecen haber rendido frutos en la ciudad: mientras en la Argentina el consumo de variedades artesanales de cervezas representa el 1,8% del volumen total, en Mar del Plata ese mismo índice asciende al 8%.

Como punto comparativo a nivel internacional, Rodríguez explicó que en los Estados Unidos ese índice llega al 14%, por lo que se considera que puede existir un crecimiento exponencial del mercado nacional.

El 20% de los locales gastronómicos marplatenses ofrecen exclusivamente cervezas artesanales, y todos lograron derrotar al peor enemigo del rubro: el invierno.

“Pese a que el sector gastronómico atraviesa una crisis importante, ningún bar de cerveza artesanal cerró”, explicó Rodríguez.Según los productores, este fenómeno tiene que ver con la calidad: “Ofrecemos un producto bueno y distinto, y descubrimos que una vez que el cliente se acostumbró a esta calidad, no quiere cambiar ni bajar en la calidad de producto que consume”, explicó Federico Echeverry, otro referente del rubro y creador de varios estilos premiados internacionalmente.

“Costó hacer entender a los políticos y al público que esto es una industria dinámica, genuina, con mucho valor agregado, con más de 1.000 puestos de trabajo directos. Pero hoy se nos acercan las autoridades, los bancos y las universidades porque ven el potencial”, agregó Echeverry,

En su objetivo de ampliar la demanda, los productores diseñaron canales de venta alternativos. En muchas reuniones privadas -cócteles, cumpleaños, casamientos- se hizo habitual la compra de barriles de cerveza artesanal de 20 ó 30 litros, que complementan bebidas históricas como vinos y aperitivos.

La estrella del momento, en lo que tiene que ver con la distribución, es el botellón: Cada cliente puede comprar su propia botella recargable de 1,9 litro, y llenarla cada vez que quiera en los locales que ofrecen el servicio.

“Costó que el público nos aceptara, pero ahora llegamos a su heladera. Esto no es una moda: es un cambio cultural”, afirmó Echeverry, responsable junto a su hermano de la firma Cheverry, precisamente la primera cerveza artesanal que se vendió en un local de la avenida Constitución.

En definitiva, Constitución se convertirá en la cuarta ruta de la cerveza artesanal marplatense, sumándose a las ya exitosamente existentes en Alem, Guemes e Yrigoyen.

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