La comisión de Legislación del Concejo Deliberante le dio dictamen este miércoles al aumento tarifario de los taxis, que se espera que sea ratificado la semana próxima en el recinto y llevará a la bajada de bandera a $ 90 en enero.

El proyecto, originado a partir de los mayores costos que presentó el sector por el aumento de los insumos derivados de la inflación, fue avalado con votos del oficialismo y la abstención del principal bloque opositor, el Frente de Todos.

La ordenanza implica un incremento global del 30%. La actualización de $ 75 a $ 90 regirá desde la entrada en vigencia de la norma (que también sería la semana que viene) y la adaptación de los relojes, que llevará unos días. La ficha que cae cada 160 metros de recorrido se va de $ 5 a $ 6.

Pero el porcentaje terminará de redondearse después de la temporada, desde el 31 de marzo: la bajada de bandera se irá a $ 97,50 y la ficha, a $ 6,50.

“Venimos viendo los aumentos en los insumos que consumen los vehículos y al mismo tiempo la necesidad de paritarias para trabajadores de taxi y remís para mejorar el cobro de sus sueldos”, dijo el presidente del bloque del Frente de Todos, Marcos Gutiérrez, al anunciar su abstención.

“Entendemos que para muchos no es tan costoso pero para un sector sí lo es”, aclaró. Y observó que, cuando los colectivos no pasan por algunos barrios en determinados horarios, son los taxis y remises los que “dan respuestas” ante la demanda.

El proyecto ya había sido avalado por la comisión de Transporte. Al ser considerado un servicio público, el precio de los taxis es regulado por el Estado municipal. Los remises no, pero en la práctica terminan subiendo sus viajes en la misma proporción una vez concedido el incremento.