La Ciudad

La bronca de un recolector de residuos al pincharse con una jeringa con sangre suelta en una bolsa

Le ocurrió a un empleado de la empresa 9 de Julio mientras realizaba su trabajo. “Tengo mucha bronca”, reconoció y contó que deberá tomar medicación y someterse a estudios durante un año. Instó a los marplatenses a tomar conciencia sobre cómo se descarta este tipo de materiales.

Un empleado de la empresa 9 Julio sufrió días atrás un corte en una de sus manos mientras realizaba su tarea en las calles de la ciudad. Lo ocurrido desató la indignación del recolector, debido a que lo que provocó la herida no fue cualquier material cortante, sino una jeringa con sangre desechada sin precaución alguna en el interior de una bolsa de residuos.

“Hoy me tocó a mí”, dijo Maximiliano Boria, quien después de haber tomado conocimiento de siniestros parecidos a compañeros de la ciudad y otras partes del país terminó en el hospital a causa de la herida provocada por una jeringa con sangre desechada. Ahora, deberá someterse por un año a distintos estudios médicos.

El hecho ocurrió el martes pasado, cuando se encontraba trabajando. Al agarrar una bolsa para cargar en el camión de recolección de residuos, algo pinchó su mano, que inmediatamente comenzó a sangrar. El susto cobró mayor fuerza cuando descubrió que lo que provocó la herida fue una jeringa que “no estaba separada de su aguja, ni en una botella, ni en una caja, sino adentro de la bolsa suelta con otros residuos domésticos del hogar”, describió Maximiliano.

El trabajador de la 9 de Julio advirtió también que “no es una jeringa común, sino que está llena de sangre de ‘anda a saber quien’, sin saber su uso”.

“Tengo mucha bronca porque gracias a esa gente tengo que empezar a tomar pastillas de todo tipo y me tengo que someter a análisis de sangre por un año”, indicó Maximiliano, quien visibilizó lo que le ocurrió a través de las redes sociales para instar a los vecinos de Mar del Plata a tomar conciencia de “los daños que pueden producirle al recolector tirando agujas de este tipo o vidrios sueltos”.

Maximiliano ya inició su tratamiento. Para evitar que esto se repita y lastime a otros recolectores, dijo: “Piensen que nosotros también tenemos una vida después del trabajo” .

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