Las minivacaciones de Semana Santa se preanuncian como una especie de oasis para el sector turístico, ya que Mar del Plata constituye un destino clásico a la hora de elegir lugar para descansar durante la festividad cristiana. Los operadores del sector se mostraron optimistas con la llegada de turistas para la fecha y no dudaron en calificar a la ciudad “como un clásico” para pasar los cuatro días libres de preocupaciones, con excursión gastronómica al Puerto incluida.
Aunque todavía carecen de estadísticas en cuanto a las reservas hoteleras, desde ese sector se manifestaron confiados en que “vendrá trabajo, Mar del Plata es un destino clásico para Semana Santa. Lo seguro es que habrá trabajo, la duda radica en cuánto será. Pero estamos todos preparados”, señaló el presidente de la Asociación Empresaria Gastronómica Hotelera local, Avedis Shahakian.
La visión optimista también abarca a las inmobiliarias, que cuentan con una importante cartera de alquileres diarios especialmente en la zona céntrica. Históricamente, la demanda abarca “a departamentos chicos, de uno o dos ambientes, ubicados en el centro”, detalló el presidente del Colegio de Martilleros de General Pueyrredon, Miguel Donsini.
En materia de costos, desde el sector aseguraron que sigue vigente “la política responsable de precios” y detallaron que un dos ambientes cotiza entre $900 y mil pesos por día.
La cuestión de los “precios responsables” también fue destacada por diversos comerciantes de sectores diferentes, que aguardan la Semana Santa con ansias y en muchas vidrieras ya se lucen los carteles de ofertas y liquidación.
“Así como es tradicional ir a comer pescado al Puerto, también es un clásico comprar un pulóver en la avenida Juan B. Justo o incluso una campera”, se entusiasmó un comerciante con locales en dicha arteria y en otros sectores geográficos de la ciudad.

Diversos gustos

Si bien el menú de la gastronomía marplatense ofrece una amplia carta de gustos y posibilidades, visitar el Centro Comercial del Puerto -después del paseo por la banquina y la foto con los lobos marinos- es una cita casi obligada para los turistas y algunos marplatenses a lo largo de los años.
En diversos locales del centro comercial afilan los lápices y explicaron que comenzaron a idear una serie de menúes y promociones que permitirán que “todos se den un gustito”, además de contemplar actividades -por ejemplo- destinadas a los más chicos.
En la estación terminal de ómnibus también pretenden recuperar los índices de frecuencias diarias relativas a la temporada alta, promediando “entre 700 y 750 diarios, entre llegadas y salidas” y calcularon que el pico de ingresos se dará “entre el miércoles a la noche y el jueves, de acuerdo a lo que sucedió históricamente”, señalaron desde la torre de control.
Algunos de los balnearios, especialmente en la zona céntrica, La Perla, Playa Grande y Varese, aún mantienen sus toldos armados y cuentan con servicios habilitados a la espera de turistas. Aunque claro, la estadía playera dependerá exclusivamente del clima.
Esa materia es inmanejable y la tendencia esbozada por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) anunció “cierta inestabilidad” aunque no descartaron modificaciones.
En tanto, la ciudad contará con una importante cartelera de actividades, principalmente de índole religiosa (ver aparte) y eventos deportivos de orden internacional, como los campeonatos de surf que comenzaron este fin de semana en Playa Grande y se extenderán hasta el Domingo de Pascua.
El año pasado, para Semana Santa, llegaron a la ciudad unas 200 mil personas, aunque vale destacar que el Jueves Santo coincidió con la conmemoración del aniversario del golpe de estado del `76.
Los operadores turísticos se esperanzaron en superar esa cifra aunque no los incomodaría por lo menos empardarla.