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Salud 27 de febrero de 2020

La crianza respetuosa, una postura familiar que generará un cambio social

por Sabrina Critzmann

En el vertiginoso mundo de las redes sociales, sobran palabras consejos, experiencias, propagandas. La información abruma, y más cuando se trata de crianza. Porque hoy por hoy, hemos decidido darle un giro a la crianza: a nuestra generación el chirlo a tiempo y el dejar llorar a los bebes nos hace ruido. Mucho. La sociedad esta cada vez mas violenta: claramente criarnos a los golpes literalmente no ha funcionado. ¿Y entonces? Buscamos respuestas. La web nos da un espacio para encontrarnos entre padres y compartir información.

Así empezó mi camino: leyendo y aprendiendo como mamá. De los grupos de Facebook saqué mucha información, pero… ¿Qué la sustentaba? Y así llegue a los autores: Bowlby, Winnicot, Odent, Bergman, Jove, Gonzalez y tantos más. Todo ellos coinciden en un punto clave: el niño/la niña son personas a respetar. Y a partir de ahí, el paradigma cambia.

¿Por qué hoy por hoy hablamos de crianza respetuosa? Porque después de tantos años de haber escuchado que los bebes se hacen mas fuertes por llorar, hoy la ciencia nos muestra lo contrario: lo mas importante para el desarrollo del cerebro de una persona, ademas del alimento, es el contacto, el vinculo, sentirse amada. Una persona a la que le pidieron permiso para tocar su cuerpo desde el nacimiento, pedirá permiso a otras, y así se construye el consentimiento. Es fundamental comenzar a cambiar esta sociedad violenta desde las bases.

La crianza respetuosa no es una lista de cosas a cumplir, como popularmente se cree. No tiene nada que ver con la forma de alimentar o la disposición para dormir de esa familia. Es mucho mas profundo, es una postura familiar que generara un cambio social.

¿Qué pasa si dejamos llorar a los bebes? Cuando un persona llora, está diciendo algo. Si tu compañero de trabajo llora, claramente algo le pasa. Igual a un bebé. Puede ser una necesidad física: el pañal sucio, hambre, sueño, o una necesidad emocional: necesito olerte, tenerte cerca, necesito que me abracen. Cuando dejamos llorar a un bebe, se desencadena una catarata de hormonas y neurotransmisores de estrés, que generan toxicidad a nivel cerebral, y pueden entorpecer el neurodesarrollo.  En cambio, si ese bebé es contenido, sabe que tiene una persona a quien recurrir.

¿El fin del chirlo a tiempo? Sin duda. Primero, recordemos que los golpes a bebes y niños son un delito, penado por el código civil. Segundo, le vamos a enseñar a no pegar…pegando? Causar un daño físico o someter a un niño a una situación humillante le va a enseñar a “portarse bien”? Con el chirlo solo estamos mostrando que nosotros, los adultos, cuando aparece una situación que no sabemos manejar o que nos sobrepasa, tenemos que usar la violencia física. Y nosotros somos ejemplo.

Cuando empezamos a cambiar paradigmas, todo es abrumador, porque tiemblan los cimientos de la propia infancia y la propia construcción. Bienvenido el temblor si provoca que nuestros hijos, nietos y muchas mas generaciones tengan una infancia mas sana, amorosa y feliz.

(*) Medica pediatra (MN 148279), puericultora y asesora de porteo. Presentará su último libro “Hoy no es siempre”, el sábado 29 de febrero, desde las 19, en el Foyer del Teatro Auditorium con acceso libre y gratuito.



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