Por Marcelo Solari

Su vinculación política con el peronismo y su cercanía con el presidente Alberto Fernández colocaron de inmediato su nombre y apellido como posible ocupante de algún puesto de importancia en el deporte.
Más temprano que tarde, el trascendido se convirtió en confirmación y entonces, la marplatense Inés Arrondo fue designada como la primera mujer en la historia argentina en convertirse en secretaria de Deportes de la Nación.
Como deportista llegó a los primeros planos mundiales con Las Leonas. Y tras su retiro de la alta competencia, fue insertándose en la función pública. Sin embargo, ese perfil combativo que le dejó paso a la militancia acaso se forjó mucho antes. Cuando una compañera se vio imposibilitada de continuar sus estudios en el colegio secundario al que ambas asistían, porque sus padres no podían pagar la cuota. Se rebeló de inmediato ante la injusticia y decidió cambiarse de escuela. Así es y así vive la funcionaria nacional más solicitada en los últimos días, cuyas vivencias y sensaciones compartió con LA CAPITAL:

-¿Con qué panorama te encontraste en la Secretaría? A nivel provincial, el gobernador Axel Kicillof habló de “tierra arrasada” y suena un poco fuerte…
-Yo creo que es una definición bastante aproximada. El presupuesto para el área de Deportes hace tres años que no se modifica y hubo un notorio desfinanciamiento en los últimos cuatro años. Es decir, un tercio o menos de lo que representaba en 2015. Esto significa, ni más ni menos, que el deporte no era considerado un elemento importante para el Estado durante el gobierno anterior.

-¿En cuánto beneficia o cuál es la ganancia operativa de pasar de Agencia a recuperar el rango de Secretaría?
-Más que nada tiene que ver con volver a jerarquizar el área de deporte. Es tomar la decisión política que refleje la intención del gobierno nacional de brindarle el apoyo que se necesita. Tenemos que fortalecer las estructuras de trabajo que ya están, porque el recurso humano conoce todas las cuestiones técnicas.

-¿Cómo se logra desde tu función incrementar el presupuesto para el área?
-Es todo un proceso de trabajo fuerte de todos. Desde el Ministro hacia abajo, para obtener lo que se necesita. Intentaré aplicar todo lo que viví, porque yo pasé por todas las etapas. Empecé con los programas municipales en la Sociedad de Fomento de mi barrio (Caisamar), después fui a jugar al Club Universitario, representé al seleccionado de la Asociación Marplatense, me fui a jugar a Buenos Aires (Saint Catherine’s), llegué al seleccionado argentino y jugué Campeonatos Mundiales y Juegos Olímpicos. Puedo decir que conviví con todas las estructuras y las conozco.

-Fuiste deportista de alto rendimiento pero tu rol en la función público estuvo orientado hacia el costado social. ¿Qué características tendrá tu gestión?
-Si bien el deporte es uno solo, las necesidades son diferentes. Creo que todo comienza en las bases. En el deporte social y también en el formativo. La alta competencia por supuesto que es muy importante, porque genera modelos, espejos, brinda alegrías. Pero es otra cosa. Tiene una problemática que en buena parte está canalizada a través del Enard. Nosotros, sin descuidar ningún área, tenemos que enfocarnos en trabajar por todo el deporte. Porque también es sinónimo de educación, salud, transmisión de valores y hasta seguridad.

-¿Aunque ya no sos parte activa del seleccionado argentino de hockey sobre césped, el status de ser Leona es una marca que permanece para siempre? ¿Ese espíritu característico te ayudó también para encarar toda tu vida?
-Sin ninguna duda. El deporte te forma y te fortalece para tomar decisiones que después podés aplicar en la vida. Haber sido una Leona te da un sentido de pertenencia único. Pero al mismo tiempo, es una cuestión bastante difícil de explicar. Estoy convencida de que todas las que hemos integrado Las Leonas nos sentiremos siempre parte. Pero al mismo tiempo, también sabemos que ya no lo somos. Una vez lo escribí en mis redes sociales. “De cuando era lo que soy, que dejé de ser pero sigo siendo”.

-¿Y qué es lo que más se extraña de aquella época de deportista?
-A todos y cada uno le toca de manera diferente. Para algunos puede ser la rutina de entrenamientos, para otros, la competencia y para otros, los viajes. Creo que lo que más se extraña es el todo: pertenecer al grupo.

-¿Cuáles fueron los motivos para elegir a Daniel Díaz como subsecretario?
-Es que no se trata solamente de Daniel Díaz. Obviamente tiene una gran capacidad, conoce muchísimo y su designación causó bastante impacto en la ciudad porque él es marplatense. Pero también está con nosotros Juan Ignacio Lara, quien pertenecía al Emder. Formamos un grupo de trabajo que encabeza Matías Lammens y en el cual también está Jorgelina Bertoni (N. del R.: otra ex Leona que será jefa de Gabinete en la Secretaría).

-Para una persona tan comprometida en la lucha por los derechos de la mujer, ¿qué significa ser precisamente la primera secretaria de Deportes de la Nación?
-Por un lado es un orgullo, pero también siento que no es exclusivamente un logro mío, sino de todas las mujeres que luchan para ocupar lugares importantes en la toma de decisiones. De alguna manera, es como un acto de justicia. Se ha avanzado pero queda muchísimo por hacer, porque la desigualdad es notoria, se refleja en un montón de situaciones.

-Decís que ocupar tu cargo es un orgullo, pero también conlleva una gran responsabilidad. ¿Sos consciente de que acaso vas a estar más observada por ser mujer?
-¿Ves? A eso me refería. Es algo que no me preguntarías si no fuera mujer. Pero sí, seguramente estaré más cuestionada. Es parte del paradigma que tenemos que cambiar. Como cuando me preguntan cómo me voy a arreglar al tener que dejar a mi familia. Eso a un hombre nunca se lo preguntarían.

-Es posible. Pero justo en tu deporte, las Leonas tuvieron más impacto y reconocimiento que los varones, aunque luego los Leones fueron campeones olímpicos…
-Nosotros no ganamos el oro pero ganamos dos medallas olímpicas y fuimos campeonas mundiales. Sentimos el reconocimiento pero también puedo decir sin equivocarme que en el deporte es un ámbito donde el machismo está muy marcado. Es un gran desafío por delante transformar toda una estructura establecida por siglos en la sociedad.