CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
Policiales 11 de mayo de 2017

La disputa que acabó en los crímenes de El Martillo habría comenzado en 2010

Es la principal hipótesis que manejan los investigadores. Códigos del hampa y venganzas encadenadas desde hace ya 7 años. La violencia como método de resolución de conflictos.

Cacería narco, guerra de bandas, sicarios profesionales, familias antagónicas… Las versiones sobre la violencia irracional en el barrio El Martillo que acabó con tres crímenes fueron varias. Las hipótesis de los investigadores muchas menos. Apenas un par. La verdad, naturalmente, una sola parece surgir al mismo ritmo que se enfría el fuego de las balas.

A las 19.30 del domingo pasado Nelson Alderete (24) disparó contra el automóvil en el que viajaban Mariano “Chucky” Lescano (18) y Francisco Chávez (15). Uno de los proyectiles atravesó la luneta y el respaldo del asiento del acompañante y la cabeza de Chávez. Esa bala causó la primera muerte, aunque en realidad fue la tercera de una serie que se habría iniciado muchos años atrás, en el 2010. Esta es la hipótesis, según fuentes judiciales, que por el momento se maneja con más fuerza en el marco de dos causas complejas a cargo de los fiscales María Isabel Sánchez y Leandro Arévalo.

“Matan de un balazo a un adolescente en la Villa de Paso”, tituló LA CAPITAL el 12 de noviembre de 2010. El diario hablaba de un presunto ajuste de cuentas, pero un día después la investigación daría un vuelco: la muerte de Martín “Martincito” Sotelo (18) se había producido en un intento de asalto a una camioneta.

El conductor de la camioneta dijo que el adolescente y un cómplice estaban por asaltarlo y en esas circunstancias se produjo el disparo que le dio muerte. Ese día no se pudo determinar quién acompañaba a Soleto pero en el mundo del hampa aseguraron que fue Matías Moyano y le atribuyeron romper con un código innegociable: dejar “tirado” a su compañero.

Vale decir que muchas personas que vivían por aquellos años en la Villa de Paso fueron relocalizados en el barrio El Martillo y el barrio Pueyrredon. Entre esos beneficiarios estuvieron algunos vinculados a la familia Moyano y a la familia Sotelo, y el recuerdo del asesinato de “Martincito” persistió.

La publicación de LA CAPITAL en noviembre de 2012.

La publicación de LA CAPITAL en noviembre de 2012.

Según se está investigando, esa huida de Moyano tras el sangriento asalto de 2010 fue su sentencia de muerte. Y si bien ese día escapó de la policía, Moyano terminó en la cárcel por otro hecho. El 30 de abril, salió como todos los domingos de la cárcel de Batán para gozar de su régimen de salidas transitorias. Iba en moto junto a su novia. En esas circunstancias, fue acribillado de cuatro balazos. “Un hombre que iba en otra moto se puso al lado y lo fusiló”, comentó un investigador.

El asesinato de Moyano generó una ola de versiones en los barrios General Pueyrredon y El Martillo sobre el autor de su ejecución. Esa causa está a cargo de Arévalo, quien por el momento solo cuenta con el testimonio de la joven que acompañaba a Moyano. La mujer no aportó certezas, sino algunas pocas conjeturas que consolidarían aquella hipótesis de la venganza por lo ocurrido en la Villa de Paso hace 7 años.

Por otar parte, la muerte de Moyano afectó directamente a Alderete: los dos habían nacido en Termas de Río Hondo y habían llegado juntos a Mar del Plata. Era su mejor amigo.

Javier Falcatto y María Belén Palavecino.

Javier Falcatto y María Belén Palavecino.

Conocedor de los rumores del barrio y de las internas que mantenía Moyano, Alderete planeó una venganza sobre los que creía autores del crimen de su amigo. Esta es la línea de investigación más fuerte y que tiene destino de extinción, ya que Alderete está muerto.

El domingo a la noche, según lo que se conjetura, Alderete esperó paciente en la esquina de Sicilia y Vidal. En un momento, Mariano “Chucky” Lescano (18) –uno de los sospechados en el barrio por el asesinato- pasó manejando en su Volskwagen Gol Trend negro. Chávez iba como acompañante. Al verlo, Alderete no dudó: disparó contra el auto en varias oportunidades. Una de las balas hirió en la cabeza al adolescente de 15 años. Luego de cometer el ataque, Alderete escapó.

Lescano, al ver a Chávez gravemente herido lo llevó de urgencia al Hospital Interzonal de Agudos, donde lo dejó en la guardia. A partir de ahí se puso en marcha otra venganza que se desarrolló la madrugada de este lunes. Los allegados de Chávez y también quienes recordaban a “Martincito” (personas próximas a su familia) habrían salido en busca de Alderete.

Brian Falcatto (17) y Lautaro Olivera (18) -sus familiares insisten que no participó de la “cacería- fueron baleados en el marco de otro feroz tiroteo. Falcatto murió y Olivera quedó gravemente herido.

Con la confirmación de las muertes de Falcatto y Chávez, pero principamente con la furia ya desatada en la búsqueda, dar con Alderete fue más sencillo. Para evitar la intervención policial repelieron a tiros la llegada de un patrullero y quemaron automóviles en algunos cruces del barrio. Finlamente, lincharon a Alderete. Lo balearon con una escopeta, lo atacaron con armas blancas y lo incendiaron.

En base a distintos testimonios y a considerar la hipótesis primigenia de la venganza de Alderete por el crimen de Moyano, la fiscal Sánchez avanzó decidida y con firmeza sobre los autores del linchamiento. Las cinco órdenes de detención fueron para “Chucky” Lescano y Angel “Baggio” Chavez, Rodrigo Juárez (18), Javier Falcato (padre de Brian) y Belén Palavecino, media hermana de Sotelo.

Belén Palavecino, conocida como “La Belu, tiene antecedentes por venta de estupefacientes, vive en lo que queda de la Villa de Paso y es familiar directa de “Martincito”, aquel joven asesinado en 2010.



Lo más visto hoy