Desde enero se la podrá ver en dos propuestas: será una mujer que espía junto a su pareja para recuperar el erotismo perdido y también liderará un sainete musical con 30 artistas marplatenses en escena. De "Voyeurs, el lado B" a "El conventillo de la Paloma".
Los miércoles de enero será La Gallega de uno de los conventillos más famosos del teatro nacional, en tanto que los fines de semana del verano se meterá en la psicología de una mujer contemporánea y desmotivada sexualmente, que buscará terapias para salvar a su matrimonio de la parálisis en la que se encuentra.
Así será el verano laboral de la actriz Victoria Carreras en Mar del Plata. “Aparecieron dos proyectos increíbles, muy diferentes para mí como actriz, diferentes entre sí”, contó en una entrevista con LA CAPITAL, siempre entusiasmada con mostrar dos facetas diversas de su expresividad.
La Gallega integra el extenso abanico de personajes de “El conventillo de la Paloma”, el clásico de Alberto Vaccarezza que se estrenará el primer miércoles de enero en la sala Roberto Payró del Complejo Auditorium. Para la actriz, se trata de “una superproducción”.
Junto a 30 artistas en escena, estará en “El conventillo de la Paloma”.
Es que además de la interpretación, tendrá a su cargo la codirección junto a su hermana María Carreras y el acompañamiento de un elenco de más 30 artistas marplatenses.
Por su parte, la esposa desmotivada integra el proyecto de “Voyeurs, el lado B”, que se podrá ver en el escenario de Cuatro Elementos a partir de enero. Y no estará sola, la acompañarán Cristian Sabaz, Mónica Salvador, Clara Campos y Juan Manuel Fernández.
En una de las obras, representa “con acento lo que es una inmigrante gallega” y en la otra, “a una mujer de la ciudad, con todos los privilegios, pero a la vez con toda la problemática que podemos tener algunas mujeres”, dijo.
En una de las historias, emerge la problemática de la emigración, un tema por demás actual, al tiempo que en la otra aparece una mujer “que reclama a su pareja y que se replantea su vida sexual” en una etapa de la vida que va más allá de los 50 años.
Nueva versión de Vaccarezza
María y Victoria realizan una relectura de Vaccarezza, uno de los dramaturgos que desarrolló en su teatro el género del sainete criollo. “El clásico de Vaccarezza ha tenido muchas versiones; esta versión será un sainete musical que va a tener orquesta de tango en vivo, un conjunto de música gallega y gaiteros y dos parejas de baile. Es una apuesta muy ambiciosa”, describió.
Además del vestuario y de la reconstrucción histórica, la pieza tendrá “un fin de fiesta”. “¿A qué se llama en el sainete un fin de fiesta?”, se preguntó la actriz. “Cuando la obra termina, hay un bonus track, un fin de fiesta musical y bailado por toda la compañía. Pero que no tiene que ver directamente con el resto de la obra”, indicó.
Y reconoció que otra variante del clásico es la mirada sobre las mujeres de la historia. “Ponemos el acento en la humanidad de estos personajes, que quizá en otras versiones había como cierto estereotipo de lo que eran las diferentes culturas y colectividades que se representan. En cambio, acá nosotras ponemos el acento en la humanidad de estos personajes, sobre todo de las mujeres, que son las que empujan la acción y transforman la realidad”.
El ambiente es de principios del siglo XX, en un conventillo porteño donde se impone el paradigma masculino. “Los hombres calificaban a las mujeres como mujeres de la noche o mujeres de la casa; la virtud dependía de si la mujer era una mujer de la noche o de la casa. Estas mujeres del conventillo de La Paloma son las que, a partir de su toma de conciencia y de la solidaridad y del trabajo colectivo, dan vuelta esa situación dentro de ese conventillo”, apuntó.
-¿Qué te tentó de esta obra? Sabemos que el sainete criollo es un género argentino, fundacional.
-Es un género que requiere un saber hacer de los artistas. Ese saber hacer se ha ido pasando transgeneracionalmente y no habitualmente se enseña en las escuelas de teatro. Tampoco es un género que últimamente esté muy frecuentado, si bien el conventillo siempre se sigue haciendo y cada vez que se hace es con éxito. Pero, digamos que ese saber hacer del sainete, que requiere una modalidad expresiva, si no se sigue representando, desaparece. Entonces, para mí, es un género fundacional y que tiene que ver con los orígenes de la radio y con los orígenes del cine y con la música popular argentina. Nosotras (María Carreras y Victoria) tenemos escuela de todo eso, yo tengo escuela de todo eso, por tradición familiar. Y pensamos que era interesante, desde esta mirada nueva que tenemos sobre el material, ponerlo ahí, ponerlo en escena, porque si no, desaparece. Desaparece ese saber hacer.
Los que espían
Escrita por el sexólogo Walter Ghedin, “Voyeurs, el lado B” es una comedia para espiar y animarse, que tiene dirección de Mariano Dossena. “Una pareja de muchos años de casados está sumida profundamente en una rutina, por lo que consultan a un sexólogo y empiezan a poner en práctica las líneas terapéuticas que él les marca. Tienen que hacer algo para recuperar ese erotismo perdido y no lo logran. Un día mirando por la ventana, la mujer conecta con una vecina. Y a partir de ahí, esta pareja empieza a mirar a la vecina y esta vecina consiente en ser mirada”, detalló la actriz, quien viene de hacer temporada en una sala porteña con esta propuesta.
“La obra también se llama ‘el lado B’, porque todas estas fantasías que mutuamente despiertan tienen un lado B. Vas a tener un primer acto en el cual ves un lado, a los que miran, y después tenés otro acto que vas a ver el lado de quien es mirada. Y no todo es lo que parece”, agregó, sin querer adelantar la originalidad del argumento. “Es una obra muy provocadora”.