La Escuela Universitaria de Formación Profesional hizo entrega de los diplomas que acreditan la finalización del curso de Habilidades Blandas. El acto se realizó el viernes pasado en el aula Silvia Filler y contó con la presencia de autoridades de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP) y del Sindicato de Empleados Municipales, en el marco del convenio con este sindicato para la formación de sus empleados.

Desde el Sistema de Medios Públicos de la UNMDP dialogamos con Daniel Villalba, director de la Escuela, y con las docentes Julieta Burllaile y Victoria Frontini Poliandri, quienes compartieron la experiencia del curso y su alcance en el marco de las propuestas de formación universitaria. Villalba destacó que la Escuela en cuatro años ya había certificado a cerca de 700 estudiantes en distintos trayectos. Además, explicó que la programación anual incluía cursos abiertos que se articulaban con unidades académicas, municipios, sindicatos, ONG, escuelas de formación profesional y el parque industrial. “La idea es que la universidad, con todos los recursos que tiene en formación docente y trayectos formativos, pueda aportar a otros niveles y a otras instancias de capacitación. Es algo que nunca se había hecho por fuera de las carreras de grado”, señaló.

El director recordó que la Escuela había desarrollado propuestas tan diversas como cursos de introducción al uso de drones, bioconstrucción, oficios rurales en articulación con el INTA y la Facultad de Ciencias Agrarias, capacitaciones en soldadura avanzada junto a la Facultad de Ingeniería, además de iniciativas con productores locales y el municipio. “Hoy lo que presentamos es la entrega de certificados del curso de habilidades blandas que hicimos con el sindicato de trabajadores municipales. Es muy importante que los empleados públicos puedan formarse y que la universidad cumpla ese rol”, subrayó.

Villalba precisó que cada curso contaba con un cupo limitado de entre 30 y 35 personas, aunque en algunos casos la demanda superaba ampliamente esa cifra. Recordó que en Miramar, en un curso de bioconstrucción, se habían inscripto 120 personas y debieron organizar una instancia introductoria para abarcar a todos los interesados. “Eso nos demuestra que hay una demanda social que la universidad puede cumplir, y la función de la Escuela es justamente esa”, afirmó.

Las docentes del curso de Habilidades Blandas, Julieta Burllaile y Victoria Frontini Poliandri, detallaron que la propuesta constaba de ocho clases en modalidad taller, con un enfoque práctico. “Trabajamos distintas temáticas como inteligencia emocional, trabajo en equipo, toma de decisiones, liderazgo, gestión de conflictos y gestión del tiempo. La idea es que los y las participantes se lleven recursos y herramientas para afrontar diferentes situaciones, no solo en el ámbito laboral, sino también en la vida cotidiana”, explicaron.

Ambas remarcaron que el curso se había dictado en distintas localidades —como Balcarce, Lobería y Ayacucho— y que podía inscribirse cualquier persona mayor de 18 años, sin necesidad de contar con estudios secundarios completos. Sin embargo, en las últimas cohortes la capacitación estuvo dirigida específicamente a empleados municipales debido al convenio establecido con el sindicato.

“Hoy en día las habilidades blandas son fundamentales porque habilitan a enfrentar situaciones diversas con flexibilidad, a resolver conflictos de manera más eficaz y a gestionar las emociones. Se trata de aprendizajes que atraviesan tanto lo laboral como lo personal”, sostuvo Frontini Poliandri. Burllaile coincidió en destacar el carácter práctico de los encuentros: “Más allá de la teoría, cada clase se enfocó en una habilidad particular y se trabajó desde la experiencia directa, con dinámicas que permitieron ejercitar esas capacidades”.

Las docentes puntualizaron que cada cursada finaliza con un trabajo integrador y que la certificación se entrega al cumplir con la asistencia y la participación en la mayoría de los encuentros. En esta oportunidad, la entrega de diplomas fue encabezada por las autoridades de la universidad junto con representantes del sindicato. Al mismo tiempo, se anunció el inicio inmediato de una nueva cohorte para otros sectores de la administración municipal.

Villalba celebró el impacto de la iniciativa y destacó el acompañamiento institucional. “Hoy es un día de fiesta porque entregamos certificados a la primera cohorte del año y ya comenzamos la segunda. Eso muestra que la universidad está atenta a las demandas de la sociedad y que podemos generar propuestas formativas concretas para quienes trabajan en la función pública”, expresó.