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Opinión 22 de junio de 2020

La fe mueve montañas

Por Esther Simón de Alvarado (*)

Parece increíble, pero es real que han pasado 25 años, ya un cuarto de siglo cuando mi mente guiada por mi corazón y en base a la experiencia que yo había tenido de mis operaciones de cáncer de mama pensé en poder ayudar.

Al hacer un control me encontré con una señora que estaba muy triste porque la iban a operar de cáncer de mama. Yo hacía ya un año que estaba operada y me sentía muy bien.

La noté muy angustiada, lloraba y le dije: “mira yo hace un año que estoy operada y estoy bien, tené fe. Fue entonces cuando observé en su rostro esbozó una sonrisa”.

Había leído en una revista que la fe mueve montañas. Se refería a un grupo de mujeres de California que visitaban el Aconcagua, todas operadas de cáncer de mama y pensé si en Estados Unidos hay un grupo de mujeres con cáncer que han podido realizar semejante proeza, el cáncer es igual en todas partes del mundo no tiene fronteras. Y así surgió Valoricemos la Vida. Así como existía en California, acá en Mar del Plata, fundé la primera ONG del país para contener y asistir a las mujeres con cáncer de mama.

¿Por qué Valoricemos la Vida? Porque la vida es maravillosa y a pesar de lo que nos ha pasado y de cualquier enfermedad debemos valorarla y poner fuerza de voluntad para salir adelante confiando en que el Todopoderoso siempre nos va ayudar.

Con errores y aciertos así, han pasado 25 años siempre ayudando con un equipo de médicos del Hospital Privado de Comunidad y del Instituto Radiológico haciendo mamografías gratuitas a mujeres que no tenían recursos. Contando además con el apoyo de licenciadas en psicología, en nutrición, peluqueras, médicos oncólogos y ginecólogos que atendían gratuitamente, también las mujeres que integran el valioso grupo de apoyo. Como así también con profesionales del Hospital Italiano de Buenos Aires.

Valoricemos la vida estuvo presente en cinco encuentros que se hicieron en Canadá, se dieron charlas en los colegios y se continúan haciendo las jornadas anuales en las cuales participan el equipo técnico de la ONG junto a profesionales invitados.

Siempre el Municipio de turno nos ofreció un lugar donde funcionar porque como todo era gratuito no había que pagar alquiler. No sé contaba con recursos.

Durante el tiempo que duró la refacción del Centro de Salud Número 1, el Hospital Privado de Comunidad nos cedió un lugar.

Actualmente tiene sede los martes en Avda. Colón y Salta de 15.30 a 17.30. Por supuesto en este momento y debido a la epidemia no funciona.

He pasado muchos golpes con el cáncer pero tengo un escudo puesto delante del dolor para que florezca el amor y no se marchite la esperanza siento orgullo del trabajo que vienen realizando a favor de la condición humana. Yo actualmente me he retirado de la institución por razones de salud pero sigo estando en contacto permanente y quisiera recomendarle a las mujeres que se hagan un autoexamen mensual lejos de la menstruación y las que ya no menstrúan también lo hagan. Que vayan al médico, que el cáncer no es muerte, el cáncer tomado a tiempo se cura.

A mí me han operado tres veces de cáncer de mama y gracias a Dios estoy de pie.

Para finalizar quería decirles que la solidaridad debe ser nuestra bandera, nuestra palabra y nuestra esperanza y así evitaremos que se nos oxide el alma.

(*) Fundadora de la ONG Valoricemos la Vida



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