La Cuarta Revolución Industrial, impulsada por la innovación: la nube, la inteligencia artificial, la robótica, está transformando los empleos, el modo de hacer negocios y la experiencia como seres humanos y como sociedad. La tecnología se convirtió en un habilitador para lograr más.

En ese marco, Microsoft realizó un estudio coordinado por la especialista en cultura juvenil Roxana Morduchowicz para indagar sobre el uso de las tecnologías en los adolescentes en situación vulnerable.

En el contexto en el que la firma viene trabajando con jóvenes para fomentar el uso de tecnología y programación, este estudio le permite entender mejor a los jóvenes de sectores populares y continuar estudiando las brechas digitales entre los diferentes grupos de la sociedad.

En la Villa 31

La encuesta se llevó a cabo en 100 adolescentes entrevistados, de 15 a 18 años que cursan de 3º a 5º año del secundario del Barrio Carlos Mugica (Villa 31), ciudad de Buenos Aires, durante el pasado mes.

“Nuestro objetivo es empoderar a las personas a través de la tecnología y por eso trabajamos en pos de lograr la inclusión digital. Es nuestra responsabilidad conocer el uso de las tecnologías y las limitaciones en los sectores populares. Es importante trabajar en conjunto con el Estado, la sociedad y la educación para poder lograr un mayor acceso a la tecnología y favorecer la inclusión social que permita atravesar el camino hacia la transformación digital”, explicó el director de Filantropía de Microsoft Argentina y Uruguay, Jorge Cella.

Durante el estudio los jóvenes contaron que, durante su tiempo libre, fuera de la escuela, el 50 por ciento trabaja, el 80 por ciento se hace cargo de sus hermanos y el 90 por ciento se ocupa de las tareas domésticas. En conclusión, solo un 10 por ciento se refirió a actividades recreativas.

Cuestiones

Así las cosas, el estudio se propuso indagar en las siguientes cuestiones:

* Tecnología con la que cuentan: Los adolescentes afirmaron que no tienen conexión wifi en sus casas y que ninguno tiene tabletas. Algunos disponen de computadora de escritorio, pero para la mayoría el celular es la única pantalla con acceso a internet. Debido a la limitación de acceso a wifi el uso de internet y de la tecnología es menos diversificado que entre sus pares de sectores medios.

* Actividades que llevan a cabo en internet: Hay un uso muy limitado de la red. La totalidad de los chicos encuestados lo utilizan para navegar en las redes sociales (Facebook, Whatsapp, Instagram, Snapchat) y para ver videos de humor en YouTube. Sólo un 50 por ciento lo utiliza para hacer la tarea de la escuela. Ninguno mencionó el uso de la red para buscar información para ellos, ver películas o descargar música.

* Tareas que les gustaría aprender: Los chicos plantearon que les gustaría aprender elementos básicos, que sí manejan adolescentes de sectores medios que le permitiría sentirse más incluidos en la sociedad. Comentaron que les gustaría: usar Word para poder escribir y armar un currículum; cómo buscar trabajo usando la web; vender cosas por internet; ver películas; bajar música; crear videos y subirlos a la web; y editar música, fotos y videos.

* Las inequidades más graves: La desigualdad se refleja en el uso limitado de la tecnología. El acceso a internet desde el celular es limitado ya que disponen solamente del crédito de su suscripción. A diferencia de sus pares de sectores medios, hacen la tarea en locutorios, sin filtrar ni leer la información -copian y pegan- y con poco tiempo por el costo. La pobre utilización de internet entre sectores populares es en el siglo XXI, la nueva forma de exclusión.

La especialista Roxana Morduchowicz analizó que el trabajo “marca las brechas digitales que existen entre los adolescentes de sectores populares y sus pares de sectores medios, que se reflejan en el pobre uso que hacen los adolescentes de los sectores más vulnerables de la tecnología”.

Así, explicó que “acceden, pero sus prácticas y apropiaciones son mucho más limitadas que las de los adolescentes de sectores medios. En el siglo XXI estas limitaciones en el uso de las tecnologías e internet genera nuevas formas de exclusión social”.