Patricia Kadgien y Juan Carlos Cortegoso quedaron imputados por el delito de "encubrimiento" debido a que el fiscal Carlos Martínez considera que escondieron el cuadro robado al coleccionista judío durante la Segunda Guerra Mundial y entorpecieron la investigación durante varios días.
Patricia Kadgien, la hija del nazi Friedrich Kadgien, y su marido Juan Carlos Cortegoso quedaron libres este jueves al finalizar la audiencia en la que el fiscal federal Carlos Martínez los imputó a ambos formalmente por el delito de “encubrimiento agravado”, tras considerar que escondieron el cuadro robado al coleccionista judío durante la Segunda Guerra Mundial y eso entorpeció la investigación judicial durante varios días.
El matrimonio compuesto por la mujer que cumplirá el próximo mes 60 años y el hombre de 62 deberá informar a la Justicia un domicilio fijo, del que no podrá ausentarse sin previo aviso. Además los dos tendrán prohibido salir del país.
Inclusive, entre las medidas cautelares dispuestas, se les exigió a entregar sus pasaportes. No obstante, Cortegoso informó al juez Santiago Inchausti, por medio de su abogado Carlos Murias, que no posee tal documento.
La audiencia en la que se dispuso la liberación de Kadgien y Cortegoso se realizó en el Juzgado Federal, ubicado en la esquina de Bolívar y Viamonte, este jueves al mediodía. Durante la misma, que se inició a las 11.30 y se extendió por una hora, el fiscal Martínez expuso los lineamientos de la pesquisa llevada a cabo desde la semana pasada, que ya se habían hecho públicos mediante la prensa.
Según explicó investigador, la Justicia argentina tomó conocimiento mediante una noticia que el lunes 24 de agosto publicó el diario neerlandés AD acerca del posible paradero en una casa del barrio Parque Luro de Mar del Plata del cuadro “Retrato de una dama”, pintado por el artista italiano Giuseppe Ghislandi (1655-1743), y que había sido robado durante la ocupación nazi de Países Bajos al comerciante judío Jacques Goudstikker.
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En su galería de Ámsterdam, al morir en 1940 -mientras intentaba huir de su tierra y salvarse del genocidio- el coleccionista contaba con más de 1.100 piezas -incluidos Rembrandt y Vermeer-, la cual fue liquidada a precios de saldo entre altos cargos del Tercer Reich, entre ellos el mariscal Hermann Göring.
El cuadro terminó en manos de Friedrich Kadgien, un funcionario nazi cercano a Göring y miembro de la SS, que huyó primero a Suiza y después a Sudamérica, donde se estableció en Argentina y falleció en 1978 en Buenos Aires.
El “mago de las finanzas” nazis, como fue bautizado el alemán, vivió en Vicente López, primero, y luego recaló en Mar del Plata, donde todavía viven sus hijas Patricia y Alicia. El martes 26 de agosto, bajo las órdenes del fiscal Martínez, los efectivos de la PFA habían realizado un operativo en la vivienda de la primera de las mujeres, ubicada en Padre Cardiel 4152, donde no hallaron el cuadro pero sí secuestraron una carabina y un revólver calibre 32, además de algunas imágenes pictóricas (aunque evidenciaban ser reproducciones) y teléfonos celulares.
El fiscal Carlos Martínez habló con la prensa al finalizar la audiencia..
En tanto, el lunes 1 de septiembre se desarrollaron cuatro allanamientos más -uno de ellos en la misma vivienda- y se secuestraron otros cuadros. Entonces, Patricia Kadgien y el miramarense Juan Carlos Cortegoso fueron detenidos bajo arresto domiciliario con plazo de 72 horas, acusados de “encubrimiento agravado”.
Casi en simultáneo, el abogado Murias hizo una presentación en la Justicia Civil para poner a disposición en consignación la obra de Ghislandi, pero fue rechazada al dictarse la incompetencia de ese fuero en el caso.
Este miércoles, en la víspera de la audiencia de imputación, el letrado decidió presentarse en la Fiscalía Federal emplazada en Independencia 3179 y entregó la obra de Ghislandi, que fue exhibida ante los medios. Finalmente, este jueves se dispuso que la pareja quedara formalmente procesada, aunque en libertad.