El domingo una fotógrafa oriunda de Concordia, Entre Ríos, publicó en su cuenta de Twitter, esperanzada, una búsqueda que se volvió viral en tan solo horas. Y que encontró a su destinataria en Mar del Plata.
“Encontré en Esteros del Iberá una cámara que estuvo seis años y medio bajo el agua, la tarjeta de memoria funciona, busco a esta familia para devolverles sus recuerdos”, escribió Milagros Castañeda junto a las fotos de los que, hasta el momento, eran unos desconocidos para ella.
La entrerriana visitó los Esteros del Iberá el fin de semana largo de febrero, donde sobre la laguna tuvo un hallazgo inesperado. Su profesión (es fotógrafa) o “la suerte” –según dijo– le permitió identificar un círculo que parecía el aro del lente de una cámara.
Ese sector de la laguna solía tener un nivel de agua alto, pero a raíz de la sequía pudo encontrar la cámara digital compacta. Para sorpresa de todos dentro de ella había una memoria de 8gb que resistió casi siete años debajo del agua almacenando la historia gráfica de una familia marplatense.
El tuit que Milagros publicó y se volvió viral.
El tuit se viralizó de una manera impensada para la fotógrafa (tiene más de nueve millones de visualizaciones) y en seis horas llegó a la sobrina de la pareja que aparecía en las imágenes. “Son mis tíos, siguen juntos y son tres”, escribió la joven de 25 años junto a fotos actuales de los marplatenses con su hijo. Esa misma noche Eugenia, la protagonista de las fotografías, se pudo comunicar con Milagros.
En el dispositivo había dos años de historia de Eugenia –desde 2014 hasta 2016–. Ese último año la marplatense había viajado a los Esteros del Iberá junto a una amiga. “Había ido a una excursión de kayak y no la pude hacer. Un pasajero en la posada era fotógrafo de naturaleza y cuando llegamos al muelle donde íbamos a dar curso a la travesía se dio cuenta que no había llevado su cámara. Para él era importante fotografiar la laguna con el silencio y las aves”, describió Eugenia en un diálogo con LA CAPITAL.
Frente a esta situación, la marplatense le prestó su cámara, pero el fotógrafo de la naturaleza se la terminó perdiendo. “Se disculpó porque nunca le había pasado algo así, me pidió los datos para comprarme otra igual, pero después nunca se hizo cargo”, comentó Eugenia.
No quiso amargarse demasiado porque su viaje continuaba, pero para ella era muy importante este dispositivo. Había ahorrado muchísimo para comprarlo y esas fotografías no las había copiado en ninguna computadora, así que para ella tienen mucho valor.
Eugenia junto a su marido actualmente.
Eugenia se sorprendió con el hallazgo de Milagros, y más aún con la repercusión del tuit. “Me estoy divirtiendo mucho con lo que la gente dice en redes y es impresionante que esté ese registro ahí”, mencionó.
Pero más allá de recuperar la cámara que tanto trabajó por conseguir, lo más importante fue recuperar los recuerdos. Le agradeció a Milagros y pactaron encontrarse el próximo fin de semana en Concordia para la entrega en persona de la memoria del dispositivo.
Eugenia se sensibilizó especialmente, además, porque su padre nació en Concordia, el mismo lugar del que es Milagros. “Lo tomé como una señal para ir, aunque sea un día, para ver mi historia familiar. Hace un montón no voy, es una oportunidad para conocer mis raíces”, concluyó la marplatense.