Policiales

La historia detrás de la entrega de Piero Pinna y cómo sigue la causa

Luego de permanecer prófugo un día, Juan Jesús Piero Pinna se presentó en la DDI de San Miguel y quedó a disposición de la Justicia. La fiscal Florencia Salas formalizará hoy la solicitud de extradición provincial para que declare por el crimen en la fiesta del empresario Mauricio Ríos.

Por Bruno Verdenelli

verdenelli@lacapitalmdq.com.ar

Había dos posibilidades: el ex rugbier Juan Jesús Piero Pinna y su novia ya no estaban en el país, o él se entregaba a la Justicia con premura. Es que, en tiempos de redes sociales, la impunidad es más difícil de adquirir que en el pasado. Por eso muchos personajes de renombre temblaron cuando el domingo a la tarde comenzó a trascender un listado verbal de invitados a la fiesta del empresario local Mauricio Ríos, que finalizó abruptamente al teñirse de sangre con el homicidio de Maximiliano Rihl (44).

A pesar de la postura de los incrédulos, sobrevino la segunda situación. Anoche, acompañado de su abogado Sergio Faiad, Pinna se entregó en la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Miguel de Tucumán, ciudad de la que es oriundo. El ex rugbier del club Lince sabía que no podía permanecer mucho tiempo prófugo luego de que LA CAPITAL, en exclusiva en su versión web, diera la noticia de que su novia es nada más y nada menos que Romina Ulloa Igor, una de las hijas de “Rudy” Ulloa Igor, chofer del ex presidente Néstor Kirchner devenido en empresario millonario.

Si bien sobre la joven no pesaba ninguna orden de captura, al haber escapado con él primero del balneario Horizonte -donde se llevó a cabo la fiesta del cumpleaños 51 de Ríos- y después de la ciudad, su situación empezaba a complicarse. Por ello, ya minutos después del mediodía de ayer había trascendido que se iba a presentar voluntariamente hoy ante la Justicia para colaborar con la causa penal que lleva adelante la fiscal María Florencia Salas, y que posiblemente su novio se entregara a la policía más temprano que tarde.

Y ocurrió: Pinna quedó detenido cerca de las 8 de la noche en Tucumán, donde se supo que estaba denunciado por su ex pareja. La mujer lo acusa de haberle robado, el último jueves por la noche, distintos objetos de uno de los locales de la cadena “El Faraón del Pollo” que hasta el año el pasado perteneció a ambos y que ahora sólo es propiedad de ella.

Según la prensa de San Miguel, el ex rugbier apuesta a quedar preso en su localidad, lo cual no debería suceder debido a que el delito que le imputará la fiscal Salas en Mar del Plata es mucho más grave del que se lo acusa allí.

En ese sentido, la instructora judicial ya adelantó a LA CAPITAL que esta mañana formalizará el pedido de extradición provincial para que, en el transcurso de las próximas semanas, Pinna sea trasladado a la ciudad y citado a indagatoria por el crimen de Rihl.

La reconstrucción del caso

Las próximas horas podrían resultar claves para determinar los pormenores del crimen y esclarecer totalmente el caso. Es que, además de trascender la novedad de que Romina Ulloa Igor (ver aparte) colaboraría con la investigación a partir de hoy, se confirmó que el otro hombre que fue víctima de Pinna, Ariel Nuñez (49), ampliará su declaración. Hasta ahora, se sabe que Nuñez fue atacado por Pinna en circunstancias que no están claras, y sufrió una fractura. En un principio, dijo que la lesión era consecuencia de un accidente durante el forcejeo que se desató en medio de la fiesta, producto del accionar del novio de Ulloa Igor.

“Trastabillé”, aseguró Nuñez primero. Pero luego, ayer por la tarde, pidió declarar hoy y ampliar su versión.

Según la reconstrucción del hecho que hizo ayer la fiscal ante la prensa, durante el cumpleaños de Ríos se inició, por motivos que aún no están claros, una pelea entre Pinna y Núñez, empresario oriundo de la localidad bonaerense de Quilmes Oeste y padrino del hijo del anfitrión.

En diálogo con la prensa, la investigadora señaló que en medio del festejo en el que había niños y un pelotero se produjo la confrontación en la que Núñez terminó “lesionado en una pierna”. En ese contexto, Salas aclaró que el propio Núñez no sindicó “a esta persona prófuga como autora de ese hecho (la lesión)”.

De acuerdo al relato de la fiscal, tras ese altercado con Núñez, Pinna se retiró “hasta su auto siendo seguido por Maximiliano Rihl, en un intento de calmar los ánimos”.

La investigadora mencionó entonces que, en base a 20 testimonios ya incorporados a la causa, se determinó que Pinna subió a su vehículo, extrajo un arma y efectuó nueve detonaciones, cuatro sobre el cuerpo de la víctima, sin que mediara discusión previa con él: “Rihl sólo le recriminaba esa actitud combativa dentro del evento. Nada ameritaba que el imputado arremetiera contra él con cuatro tiros”, manifestó la fiscal.

“Es la muerte de una persona que de alguna manera estaba intentando calmar los ánimos”, agregó.

Salas dijo que, tras el hecho, el agresor escapó en un Toyota Corolla que fue seguido por las cámaras de la ciudad de Mar del Plata hasta la zona del centro y después se perdió.

Durante las tareas realizadas en el salón de fiestas, los peritos de la Policía Científica levantaron nueve vainas servidas calibre 9 milímetros pertenecientes al arma del atacante, ya que no se halló ningún indicio de que otra persona hubiera disparado o repelido la agresión.

Tras el ataque, y a raíz de un llamado al 911, personal de la comisaría quinta llegó al balneario y Rihl fue trasladado al Centro de Salud Nº 2 “Guanahani”, en avenida 12 de Octubre 440, donde falleció a raíz de las heridas sufridas.

En tanto, a Nuñez lo llevaron al Hospital Privado de la Comunidad de Mar del Plata.

Repercusión nacional

Pinna tuvo cerca de 40 minutos de ventaja para poder escapar. Ese fue el tiempo que pasó desde que los presentes en la fiesta llamaron al 911 para denunciar la balacera hasta que la policía tuvo los datos concretos del empresario tucumano que había matado a Rihl.

“El Faraón del Pollo” o “El Tucumano”, como rápidamente lo apodó la prensa, se subió a su Toyota Corolla de color blanco -donde tenía guardada la pistola que utilizó para disparar- y se fugó por la ruta 11. Las cámaras lectoras no lo pudieron ubicar y se lo pudo ver por última vez en la zona de la rotonda de Punta Iglesias.

La fiscal Florencia Salas de inmediato ordenó su captura y extendió la búsqueda en todo el país. Más tarde, se supo que la pareja había regresado a un hotel céntrico donde se alojaba para retirar sus pertenencias y huir de la ciudad.

El caso fue cubierto por la prensa nacional durante toda la jornada de ayer tras las publicaciones exclusivas que realizó LA CAPITAL de la fotografía de Ríos, junto a Pinna y su novia, y de la noticia de la identidad de la mujer.

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