La Ciudad

La infancia y el confinamiento: “La salud mental también es importante”

María Belén Guinda es psicóloga clínica especializada en niños y adolescentes y habló con LA CAPITAL sobre el impacto que la cuarentena podría tener en los menores de edad. Destacó que la posibilidad de salir podría ayudar, "en la medida en que podamos mantener las recomendaciones sanitarias".

A más de un mes de decretado el aislamiento social obligatorio en el país, la preocupación de las familias por el impacto que esto podría llegar a tener en los más chicos comenzó a ganar terreno y llevó a que el Gobierno nacional habilitara una salida diaria, por solo una hora y a no más de 500 metros de los domicilios.

Sin embargo, mientras la aplicación de la medida quedó en manos de cada jurisdicción (en Mar del Plata, el intendente Guillermo Montenegro aclaró que tomará una decisión este domingo tras reunirse con sus epidemiólogos), LA CAPITAL dialogó con María Belén Guinda (MP 47118), una psicóloga clínica especializada en niños y adolescentes que desde sus redes sociales (esta es su página de Facebook) busca abordar las principales dudas respecto la relación de la infancia y el confinamiento.

En este sentido, y a la luz de la posibilidad de que a partir de esta semana los niños puedan salir una hora de sus casas con el acompañamiento de uno de sus padres, la experta aseguró que la normativa podría ser de ayuda pero sólo “en la medida en que podamos mantener las recomendaciones sanitarias”.

“Hay especialistas tanto en salud física (infectologia, pediatras, entre otros) como en salud mental (psiquiatras, psicólogos, psicopedagogos) que se encuentran trabajando en la temática. Debemos destacar que la salud mental también es importante, en la medida en que podamos mantener las recomendaciones que se vayan brindando”, señaló Guinda.

Y aclaró que será “responsabilidad de los adultos a cargo” la explicación de las medidas preventivas a los más chicos. “Nuestros hijos son lo más importante y a quienes menos queremos exponer, y en este sentido, se tomarán las medidas con la responsabilidad que la situación amerite”, señaló.

En este sentido, la psicóloga clínica aseguró que el “impacto” del aislamiento social se trata de una situación que es “sentida por todas las personas”, es decir, tanto adultos como menores. Sin embargo, aseguró que la diferencia radica en que “los niños están en construcción de su propio mundo, por lo que pueden no contar con ciertas herramientas emocionales y estrategias para afrontar las dinámicas que se presentan actualmente”.

“Por eso es importante, como figuras de apego para ellos, acompañarlos tanto física como emocionalmente. Esto implica que van estar más ‘pegotes’, mas ‘intensos’, más impacientes. No existen niños malos, solo niños enojados, heridos, cansados, asustados, confundidos, impulsivos expresando sus sentimientos y necesidades de la única manera que saben“, aclaró.

Es por esta situación que Guinda reconoce como positivo que los padres conversen del tema de la pandemia con todos los miembros del hogar y recomendó la utilización de recursos como cuentos, títeres y todo aquello que  permita “poner en palabras sencillas y acordes a la edad a la que van dirigidas, lo que está sucediendo”.

Aunque aclaró: “Lo importante, para evitar que entren en alerta o sientan más miedo, es partir de la información que ellos tienen, abrir a preguntas, partiendo de lo que saben. Y si tienen miedo, validarlo. Es decir, saber que es posible tener miedo, que muchas veces mamá y papá también lo tienen, pero que quedarnos en casa, lavarnos las manos, cuidar nuestras cosas es la mejor manera de volver pronto a salir”.

Por otra parte, LA CAPITAL le consultó a Guinda sobre los cambios en los procesos de aprendizaje que esta situación generó en todo el país (y el mundo) y si bien señaló que existen muchas situación que solo podrán analizarse una vez que pase esta situación extraordinaria, destacó que  “los planes de continuidad pedagógica les permita a los niños y adolescentes poder continuar con estas actividades, adaptadas al hogar”.

“Seguramente se afectara el proceso de aprendizaje, así como nuestra vida cotidiana, que se ira evaluando en la medida que pase el tiempo. El impacto debe ser mayor en los más pequeños por los recursos que cuentan (para entender el mundo) y la etapa evolutiva en la que se encuentran”, señaló.

De todas maneras, aclaró que es importante que “la tarea sea incorporada en la rutina como lo era previa al aislamiento” y que si un día es complejo que la hagan, “poder ser flexibles para detener la actividad y continuarla luego u otro día”. “Es decir, no sumar más exigencias a las que ya tenemos como padres que también estamos aislados, también emocionalmente tenemos altibajos, también seguimos trabajando y sentirnos habilitados a repensar en nuevas propuestas”, indicó.

También señaló que es importante “escuchar” cuando los niños necesiten el contacto con otros, aunque eso sea por videollamada. “Que el aislamiento social no se convierta en aislamiento emocional”, indicó.

Tres recomendaciones de Belén Guinda: 

La licenciada María Belén Guinda (MP 47118) es psicóloga clínica, especializada en atención de niños y adolescentes con orientación a padres, familia y crianza.

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