Por Nico Antoniucci

La vida es una variable constante de situaciones positivas y negativas que se trenzan en todos los órdenes de la existencia y las categorías sociales, culturales y geográficas. Podríamos decir de los trotamundos que envidiamos su libertad y desenfado pero no nos gustaría ser ellos cuando algún tema de salud se les interpone en el camino, ni pensar en su plan de retiro. Lo mismo podemos suspirar por ese clima cálido tropical, pero quienes lían con él no ven la hora de mudarse a otro lado sin mosquitos, malaria y toda clase de enfermedades típicas de esas regiones.

También podemos admirar a quienes poseen una bonita casa, con un esmerado jardín, pero no vemos el trabajo que hay detrás de cada detalle. Y de eso se trata hoy la columna, de cómo llegar a los mejores resultados en nuestro jardín disminuyendo el esfuerzo a su máxima economía. Para disfrutar de lo positivo con la menor tasa de factores negativos.

En primer lugar: ¿qué me cuentan si les digo que el corte de césped insume uno de los mayores esfuerzos en el mantenimiento exterior? Si bien no requiere de grandes habilidades sí se lleva el primer puesto del Ranking de Energético por la constancia y frecuencia que se debe practicar. Y no solo se trata del corte sino también el barrido del residuo de hojas de césped que quedan depositados sobre la carpeta cespitosa. ¿y qué me cuentan que esa tarea es cosa del pasado que la hagan los humanos? Sí, desde hace una década se han perfeccionado robots que se dedican a ello. En promedio cortan unos 2000 metros cuadrados pero hay modelos que casi duplican esa dimensión. Pueden sortear pendientes de hasta 45º y se auto recargan en sus bases de estacionamiento. ¿cómo funcionan? Bueno, si bien no tienen un patrón de corte, como el que las personas usamos para cortar con máquinas ordinarias, los robots parecen que vagan sin una ruta establecida y ahí radica una de sus fortalezas: al cortar en todos los sentidos no se formar líneas ni bandas en la carpeta verde. También al hacerlo constantemente el corte es de apenas un milímetro de largo, generando un “polvo” que llega fácilmente a la tierra, devolviendo los nutrientes en forma de materia orgánica y sin la necesidad del barrido posterior ya que no se generan residuos visibles ni que se interpongan con el césped. Estos dispositivos son de última generación y pertenecen al grupo de artefactos de la “Internet de las Cosas” pudiéndose sincronizar con los dispositivos móviles con sistemas operativos como iOs y Android y así chequear el mapeado del corte de nuestro césped.

Otra de las tareas que simplifican la experiencia de mantenimiento del jardín es el riego. Si bien los sistemas automáticos existen desde hace muchos años ahora también se incorporaron a “La Internet de las Cosas” a través de nuevas centrales con módulos wifi que nos envían notificaciones a nuestros Smartphones avisándonos que el riego se efectuó con normalidad o que el sistema ha sufrido una avería en determinado componente. Eso no solo simplifica la tarea del técnico sino que nos avisa con mucha anticipación que hay un daño cuando antes solo nos dabamos cuenta cuando una planta o parte del jardín sufría las consecuencias de la falta de agua. Para quienes amamos la vegetación y cada una de nuestras plantas esto es clave, es como darle voz para que nos avisen que algo está pasando. Además, gestionar el plan de riego desde la interface de nuestro teléfono es mucho más cómodo y, sobre todo, fácil que hacerlo desde las perillas de los programadores. Otra ventaja es que la central de riego, al tener internet, zondea el pronóstico del tiempo para nuestra área y nos avisa de tormentas y heladas para la gestión de riego.

Las herramientas electromecánicas completan la lista de las nuevas facilidades en la gestión de mantenimiento: Tijeras de podar de mano, tijeras de borde de césped, tijeras de corte de altura, bordeadoras, cortadoras de césped, cortadoras de cerco, hoyadoras para hacer pozos, motosierras, sopladoras que remplazan los barre hojas, pulverizadores entre otro sin fin de maquinarias se ofrecen a batería, con módulos intercambiables que son universales entre otros productos de cada marca hacen que la experiencia de hacer jardinería sea más liviana y, sobre todo, agradable y divertida.

Pero, volviendo a la Internet de las Cosas, no solo queda relegada a las tareas sino también a la iluminación. Hoy gestionar la iluminación del jardín, incluso el filtrado de las piscinas, también puede realizarse desde el celular, haciéndolo todo mucho más sencillo que antes y centralizando todo en el celular. Para ello hay aplicaciones de uso muy sencillo e intuitivas y que centralizan varios dispositivos mencionados, aparte de otros de la casa como la calefacción, la aspiradora, cámaras de video del circuito cerrado de televisión hogareño, etc.

Hoy la vida es más agitada, pero tenemos más herramientas al alcance de la mano para aliviar ese ritmo y disfrutar más cada momento. Está escrito en algo tan antiguo como el Shing Shang: que representa la dualidad que esta filosofía atribuye a todo lo existente en el universo describiendo las dos fuerzas fundamentales opuestas y complementarias, que se encuentran en todas las cosas y no escapa a nuestros jardines.