Hugo Esteban es conocido con el apodo Coco. Años atrás su físico voluptuoso le confería cierta importancia en la patriarcal cultura zingara. En el mundo gitano, ese que está al alcance de cualquier marplatense que transite los alrededores de la avanida Jara, los jefes de familias suelen verse con sus cuerpos ensanchados por el sedentarismo y la ancestral alimentación. Coco Esteban era un patriaca así. Arquetípico. De sentarse en la vereda abierto de piernas y controlar todo.

En septiembre de 2016 la Justicia Federal de Mar del Plata dio uno de los golpes más importantes vinculados al lavado de dinero proveniente del narcotráfico. Y el rol de Coco Esteban fue propuesto por los investigadores en su hipótesis acusatoria como clave, ya que se lo consideró como el más influyente articulador entre los activos de la droga del narco Juan Manuel Mariscal y su reducción en automóviles.

La metodología de lavado de dinero en Mar del Plata fue pensada para no levantar sospechas en uno de los rubros más informales como es la compra venta de automóviles. Precisamente, la comunidad gitana en la ciudad siempre se caracterizó por manejar ese mercado y por ello fue que el narcotráfico, según la investigación judicial, se fijó en ese “nicho”.

La investigación que relacionó a Coco Esteban con el cricuitonarco derivó de aquella causa iniciada a Mariscal cuando se lo detuvo con 153 kilogramos de cocaína. Mariscal fue sorprendido en la Autovía 2 con ese cargamiento y años después recibió una pena de 7 años de prisión.

Ese expediente fue muy amplio, con prueba cruzada que sirvió para conocer el patrimonio de la familia Mariscal y en ese sentido se generaron tantas inconsistencias que decidió la Justicia iniciar una nueva causa.

Esa fue la pesquisa que destapó el lavado de dinero y que puso a Coco Esteban como el principal implicado. El juez Santiago Inchausti avaló la labor del fiscal Nicolás Czizik, quien descubrió un andamiaje financiero orientado a comprar automóviles de alta gama, camiones y todo tipo de vehículos usados parar “bajar” dinero surgido de la venta de drogas.

Así se llegó a septiembre de 2016 cuando se efectuó el Operativo “Lavado Total”, durante el cual se secuestraron 284 vehículos en Mar del Plata y en otras ciudades del país.

A partir de profundizar esas averiguaciones se estableció que existía una conexión de Esteban también con los narcos que cayeron en la causa “Marea Verde”, con el secuestro de 2.800 kilos de marihuana.

En los dos años que se mantuvo prófugo “Coco” Esteban cambió su fisonomía de manera radical, pasando del hombre al borde de la obesidad a un aspecto diferente, con la delgadez marcada no solo en su cuerpo sino en su rostro. Trascendidos aseguran que se efectuó una operación para bajar el exceso de peso.

Se desconoce, por cuestiones vinculadas a la investigación judicial, los pormenores de la vida que Esteban llevaba en la ciudad entrerriana de Gualeguaychú.