Al igual que había sucedido semanas atrás con el dueño de la casa de Copacabana donde fue violada y asesinada Natalia Melmann en 2001, ahora se ordenó comprar el ADN de otros ocho policías con un rastro genético no identificado de la escena del crimen.
La Justicia de Mar del Plata autorizó la extracción de sangre a otros ocho policías para cotejar su perfil genético con el que, desde hace casi un cuarto de siglo, está sin identificar de la escena del crimen de Natalia Melmann, la adolescente abusada y asesinada en Miramar.
Tal como fuera adelanto de LA CAPITAL semanas atrás, la causa se relanzó cuando la fiscal Ana María Caro tomó distancia del segundo juicio, el que se le siguió a Ricardo Panadero, quien se transformó en el cuarto policía condenado a perpetua por el hecho.
Luego de la sentencia, Caro, que no había intervenido en la causa original que condenó Ricardo Anselmini, Ricardo Suárez y Oscar Echenique, tomó de ese expediente el dato del quinto ADN sin identificar y decidió solicitar a la Justicia de Garantías que le permita localizar a los 110 policías que trabajaban en Miramar en febrero de 2001 y a todos ellos extraerles sangre.
Sin embargo, la Justicia solo le autorizó hacerlo con quien era el dueño de la casa del barrio Copacabana a donde, de acuerdo a las distintas resoluciones judiciales, fue llevada Melmann, abusada y asesinada.
Por eso es que se ubicó al expolicía en un sector rural de Trenque Lauquen y se lo notificó para que se presentara ante la Asesoría Pericial de La Plata, en su laboratorio de estudios genéticos.
Ahora Caro reiteró su pedido ante la Justicia de Garantías pero esta vez lo enfocó en solo ocho policías, quienes tuvieron una operatividad importante el día de la desaparición de la adolescente.
Deberá transitarse a partir del aval un período prolongado para notificar a los policías, convocarlos a la extracción recién para el mes de abril y luego aguardar los resultados que podrían demorar otro mes más.
Un hecho conmocionante
El crimen de Natalia Melmann ocurrió el 4 de febrero de 2001 y según se estableció en el juicio de 2002, la víctima fue obligada a subir a una camioneta policial y llevada a una casa en el extremo sur de Miramar, donde “fue accedida carnalmente” y luego, “con el inequívoco propósito de procurar la impunidad de la agresión sexual”, fue estrangulada con un cordón de sus zapatillas.
Su cadáver apareció enterrado en el vivero Florentino Ameghino, cuatro días después.
El hecho provocó la reacción de la comunidad local, que encabezó junto a los familiares y allegados de la adolescente múltiples marchas para pedir por el esclarecimiento del caso y produjo incluso un impacto político: el entonces presidente, Fernando De la Rúa, se reunió pocos días después con los padres de la víctima en Miramar.
En septiembre de 2002, el Tribunal Oral Nº 2 condenó a Echenique, Anselmini y Suárez a prisión perpetua y a 25 años de cárcel al exconvicto Gustavo “Gallo” Fernández, por su participación en el secuestro, aunque la pena fue reducida luego a 10 años de prisión.
En tanto que en junio de 2018 se celebró un nuevo juicio a un cuarto policía, Ricardo Panadero (63), imputado como coautor de “privación ilegítima de la libertad por el uso de violencia, abuso sexual agravado por acceso carnal y por el concurso de dos o más personas, y homicidio doblemente agravado por haberse cometido para lograr la impunidad de los coautores de un delito anterior”.
Panadero fue absuelto en ese proceso porque los jueces consideraron que no pudo acreditarse la acusación, pero el fallo fue apelado por la fiscalía y por el abogado de la familia de Natalia.
El 13 de noviembre de 2019, la Sala III del Tribunal de Casación bonaerense anuló esa absolución y ordenó la realización de un nuevo proceso, que se realizó en mayo de 2023 en el que Ricardo Panadero también fue condenado a prisión perpetua por ser coautor de los delitos de “privación ilegal de la libertad agravado, abuso sexual agravado y homicidio doblemente agravado, por el concurso premeditado de dos o más personas y por ser cometido para asegurarse la impunidad”