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Opinión 10 de junio de 2024

“La más maravillosa música continúa sonando”

Se cumplen 50 años del día en que ese gran argentino que trabajó sin cesar para que reine en el Pueblo el amor y la igualdad se llevó en sus oídos la más maravillosa música que, para él, es la palabra del Pueblo argentino.

Prof. EDUARDO JAVIER NIELLA

La Corriente – Unión por la Patria

Narra Juan Manuel Abal Medina (Padre) en su libro “Conocer a Perón” que el 12 de junio de 1974 por la mañana, a pesar del estado gripal que se le había incrementado, el Gral. Perón dirigió un mensaje al país desde el Salón Blanco de la Casa Rosada por cadena nacional de radio y televisión.

Dijo: “Como ha sido mi costumbre, hoy deseo hablar al pueblo argentino sin eufemismos y sin reservas mentales. La información, como mi sentido de la realidad, me dice que en el país está sucediendo algo anormal.” Se refería de este modo a las perturbaciones económicas que estaba sufriendo y hacían peligrar su continuidad el Pacto Social celebrado en el marco de la Gran Paritaria nacional celebrado entre el Estado, los Trabajadores y los Empresarios.

Luego el Presidente agregó: “Yo nunca engañé a este Pueblo, por quien siento un entrañable cariño. Yo vine al país para unir y no para fomentar la desunión entre los argentinos. Yo vine al país para lanzar un proceso de liberación nacional y no para consolidar la dependencia. Pero hay pequeñas sectas, perfectamente identificadas, con las que hasta el momento fuimos tolerantes, que se empeñan en obstruir nuestro proceso; son los que están saboteando nuestra independencia y nuestra independiente política exterior; son quienes intentan socavar las bases del acuerdo social, forjado para lanzar la reconstrucción nacional. La unidad que propusimos tenía fines muy distintos a los que suponen esas mezquindades. Fue para concretar la liberación nacional, no para darles coraje a los enemigos de nuestra Patria. Pareciera que algunos firmantes de la Gran Paritaria están empeñados en no cumplir con el acuerdo y desean arrastrar al conjunto a que haga lo mismo.

Yo califico a quienes están en esa posición como minorías irresponsables, y los acuso de sabotear la reconstrucción nacional.”

El discurso del Jefe del estado continuó escalando: “Algunos diarios oligarcas están insistiendo, por ejemplo, con el problema de la escasez y el mercado negro. Siempre que la economía está creciendo y se mejoran los ingresos del pueblo —como sucede desde que nos hicimos cargo del poder—, hay escasez de productos y aparece el mercado negro.”

Y añadió: “No hay que olvidar que los enemigos están preocupados por nuestras conquistas, no por nuestros problemas. Ellos se dan cuenta de que hemos nacionalizado los resortes básicos de la economía y que seguiremos en esa tarea, sin fobia, pero hasta no dejar ningún engranaje decisivo en manos extranjeras… En un año de gobierno, ellos advierten que el pueblo sabe, sin acudir a las recetas de miseria y dependencia, que mejoramos el salario real de los trabajadores, bajamos drásticamente la desocupación y aumentamos las reservas del país.”

El General señaló luego el sacrificio que había hecho para servir al país y concluyó: “Ya pasaron los días de exclamar “la vida por Perón”; Defeccionar en estos momentos significaría renunciar a todo lo conquistado para volver a ser una republiqueta sin dignidad y sin grandeza.”

Ante el mensaje presidencial hubo una reacción popular inmediata: la CGT declaró un paro general y convocó a una movilización hacia la Plaza de Mayo a partir del mediodía. La mayor parte de los partidos, incluida la UCR, principal oposición, dieron su apoyo.

Una multitud cubrió la plaza y sus adyacencias. Se comunicó que el Gabinete Nacional en pleno presentó su renuncia para que el Presidente tuviera las manos libres.

A las 17.30 horas, el General apareció en el histórico balcón de Casa Rosada en medio de una estruendosa aclamación que le impidieron hablar por varios minutos, hasta que cuando después de varios intentos dijo: “¡Compañeros!”. Entonces, pronunció el que sería su último discurso: “Retempla mi espíritu estar en presencia de este Pueblo que toma en sus manos la responsabilidad de defender la Patria.

Yo sé que hay muchos que quieren desviarnos en una o en otra dirección, pero nosotros conocemos perfectamente bien nuestros objetivos y marcharemos directamente a ellos, sin influenciarnos ni por los que tiran desde la derecha ni por los que tiran desde la izquierda. El Gobierno del Pueblo es manso y es tolerante, pero nuestros enemigos deben saber que tampoco somos tontos…

Ni los que pretenden desviarnos, ni los especuladores, ni los aprovechados de todo orden, podrán, en estas circunstancias, medrar con la desgracia del Pueblo.

Por eso deseo aprovechar esta oportunidad para pedirle a cada uno de ustedes que se transforme en un vigilante observador de los hechos. Compañeros esta concentración popular me da el respaldo y la contestación a cuanto dije esta mañana. Por eso deseo agradecerles la molestia que se han tomado de llegar hasta esta Plaza. Quiero hacer llegar a todo el Pueblo de la República nuestro deseo de seguir trabajando para construir nuestro país y para liberarlo. Esas consignas, que más que mías son del Pueblo argentino, las defenderemos hasta el último aliento. Para finalizar, deseo que Dios derrame sobre ustedes todas las venturas y la felicidad que merecen. Les agradezco profundamente hayan llegado hasta esta histórica Plaza de Mayo. Yo llevo en mis oídos la más maravillosa música que, para mí, es la palabra del Pueblo argentino.”

Ha querido la Providencia que el cincuentenario de aquella histórica jornada que hoy conmemoramos, porque fue el último encuentro del Líder con su Pueblo y los mensajes pronunciados, hayan constituido su legado en el que nos insto a no renunciar a las conquistas logradas, luchando para mantenerlas con la dignidad y la grandeza que el Pueblo tiene cuando de defender a la Patria se trata; nos encuentre hoy en una nueva batalla de esa misma causa.

Podemos entonces, con esa convicción histórica que nos inculco Juan Domingo Perón, que hoy la más maravillosa música continúa sonando: la Palabra del Pueblo argentino, ¡¡¡volverá a sonar fuerte y la llamada “ley bases” no pasará!!!