Si la ciudad fuese una producción teatral de la cartelera marplatense, hoy se hubiese colgado el deseado cartelito de “no hay más localidades”. Con más de 31°, el sábado del fin de semana más convocante del verano regaló una de las jornadas más espectaculares para disfrutar de la playa. Y eso quedó demostrado al acercarse a la costa: de norte a sur, las franjas de arena del sector público -en algunos lugares como Playa Grande reducidos- se transformaron en multicolores sombrillas una al lado de la otra.

Lo mismo sucedió con los vehículos, ya que muchos automovilistas convirtieron a la escollera Norte en un enorme estacionamiento a cielo abierto, gestionado por varios “franelitas” que se habían divididos los sectores. Los móviles se ubicaron hasta el edificio de la Agencia Regional de la Policía Federal, que se encuentra unos 300 metros de la entrada al espigón.

En tanto, a muy pocos les importó que la temperatura del mar fuese la más baja en años, ya que casi todos -aunque sea una vez- optaron por el chapuzón para combatir el calor. Es que, con viento del cuadrante norte durante casi todo el día, la temperatura fue ascendiendo con el correr de las horas y el termómetro marcó la máxima a las 17.30 con 31°3, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

Punta Mogotes y las playas del sur mostraron una ocupación similar, al igual que el sector céntrico y Varese, que albergó a lonas y sombrillas hasta el borde de las canchas deportivas montadas por el Emder en el lugar, mientras que el espejo de agua se había convertido en una especie de parque acuático para la práctica de deportes como SUP o kayakismo.

Para mañana se esperan condiciones climatológicas similares, con una máxima estimada en 32°, cielo despejado y viento del noroeste.